Arnedo-Turruncún-Peña Isasa-San Marcos-Pinar de Vico--BTT

Cuando llegas a la vega media del rio Cidacos y más concretamente a la ciudad de Arnedo, llama la atención un gigante con cabeza pétrea que monopoliza la visión hacia el SO, me estoy refiriendo a Peña Isasa con permiso de su acompañante Peñalmonte más al O (a su izquierda).

Peña Isasa es de esas montañas que no se esconden y la tienes muy presente durante casi toda su ascensión .Esta aproximación la he llevado a cabo en su mayor parte por pistas y caminos y la opción de bajada es por un sendero que desciende por la ermita de San Marcos, un precioso paraje que merece visitarse, -me sirvió de inspiración para realizar este recorrido, parte del que en su día realizó la XIII Ruta de los Dinosaurios (2011)-. Arnedo-Turruncún-Peña Isasa-San Marcos--BTT en TRACKSRIOJA

Inicio esta ruta (moderada +),saliendo de la laboriosa ciudad de Arnedo ,famosa por su calzado de calidad y me dirijo rumbo S por Ctra hacia la LR-318 que comunica con Préjano y justo al llegar al polígono industrial me desvío por la izquierda por el camino Valleroso (según mapa, ”in situ” marca de la Rad) asfaltado en un principio. Vamos ascendiendo poco a poco entre un paisaje monótono de campos de cultivo y almendros y pasaremos los términos de Fuentebota y La Jabalina camino de los corrales de La Majadilla.



En este punto decido dar un pequeño pero gratificante rodeo hacia el E, para acometer la ascensión. El tránsito por los preciosos parajes arbolados de pinos y encinas entre los barrancos de Valdelaguna y Valdelagua merecen los km suplementarios, además esta opción permite si así lo deseamos, acercarnos a la arruinada aldea de Turruncún, –lo que no pudo el terremoto del año 1929 con 5´1 E.R. lo acabó el devastador despoblamiento que trajeron los años 60 del s. XX-.

Dejamos atrás las sugerentes ruinas e iniciamos un ascenso con un gran zigzag que me recuerda a la subida del Pico Zenzano. Ciclamos por una magnífica pista entre pinos y con el acompañamiento de unas curiosas formaciones de conglomerado que se asemejan a muros o torres. Poco a poco la pendiente se hace cada vez más fatigosa, así dejamos el camino que utilizaremos en la bajada (cruce) a nuestra derecha, para acometer unas fuertes rampas, llegando a un paso canadiense junto a una zona despejada entre rocas (cantera) con un esfuerzo a considerar.

Bien, lo que ahora nos aguarda es “brutal “para acometerlo subiendo sobre la bici (para mí), -, otro cantar será bajando-.Si aun así nos decidimos a intentarlo, son unos 400 m con piso descompuesto y fuerte desnivel que al final se ablandan un poco, -a mí me hacen sudar la gota gorda y eso que voy empujando-. Llego así madurito a una revuelta donde aprovecho para admirar las vistas, avituallarme y recuperar el resuello. Ahora la pendiente nos da un pequeño respiro .Así llegaremos hasta los pies de la peña, donde la pista desaparece para dar lugar a un sinuoso, pedregoso pero corto sendero, –yo decido no abandonar solita mi “burra” y practicar un poco de bici chepa, hasta casi llegar al roquedo calizo final-.



La cima de Peña Isasa (1472m) con sus diversas formaciones pétreas nos proporcionará unas vistas panorámicas increíbles, que merecen saborearse tras el esfuerzo invertido.

Estamos en el ecuador de la ruta, y “ya se nos han olvidado” los sudores de la subida, lo que a partir de ahora viene es una larga bajada que nos llevará desde la cumbre hasta las riberas del rio Cidacos.
Descendemos hasta el paso canadiense y de este hasta la bifurcación (cruce) que hemos dejado anteriormente cuando subíamos. Bajamos por el pistón que muchos toman de subida (más corta, con un poco más de pendiente, pero sin tanto arbolado).Así descenderemos raudos hasta los corrales de la Majadilla por los que casi hemos pasado cuando el rodeo.
Nos dirigimos al encuentro del camino Valleroso que nos ha acompañó en un principio pero lo dejamos a nuestra derecha, para ir a buscar entre magníficas encinas una pista cortafuegos que nos aproximará en bajada hasta el paraje del Hontanar.

Abandonamos el cortafuegos y nos introducimos a la derecha en el pinar de pino piñonero auténtica joya, casi única en La Rioja por una pista .Esta la abandonaremos -¡Ojo, no pasarse!- , para coger un sendero “fácil”, algo técnico por los diferentes escalones pero sin gran desnivel, que nos aproxima hasta la ermita reconstruida y las ruinas de la antigua ermita de San Marcos. Cabe destacar que en este bonito y frondoso paraje entre choperas que rebosa frescor, se realizaba antaño una "corrida de toros" en el que “los espadas” eran el cura, el alcalde y demás autoridades.Cada 25 de abril se celebra una procesión en la que se festeja a San Marcos y a la Virgen del Hontanar ,celebrándose un simulacro de "capea".
Un precioso sendero balizado - recomiendo su visita-, nos desciende entre pinos piñoneros, laricios, olivos y pinos carrascos y alguna encina (repoblados hace más de 50 años) siendo la morada de una gran avifauna .Pasamos junto a viejas infraestructuras (fuentes, tuberías, acueductos, balsas etc.) que acercaban el agua a los monjes del monasterio de Vico y aledaños.

Así casi sin darnos cuenta llegamos hasta la Ctra. de Préjano (LR-318), justo frente al monasterio, y nos introducimos en la yasa que lo bordea por su parte E (bajando junto al puente). Proseguimos por un “rio” de piedras, grava y arena y antes de cruzar el Cidacos por una pasarela de madera subo a visitar la ermita de Ntra. Sra. de Vico junto al monasterio de Vico, donde dice la tradición habitaba el moro (luego converso) El Kan de Vico.

Ya sin más dilación acompaño al río por su margen izquierda, siguiendo la Vía del Cidacos en un gratificante tramo, este soleado día.
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