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9ª Etapa Camino Frances. Sarria-Melide

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Trail stats

Distance
39.45 mi
Elevation gain
3,930 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
3,829 ft
Max elevation
2,331 ft
TrailRank 
28
Min elevation
1,117 ft
Trail type
One Way
Time
6 hours 21 minutes
Coordinates
13637
Uploaded
June 11, 2023
Recorded
June 2023
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near Fontao, Galicia (España)

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Itinerary description

Aclaraciones generales del Camino en 1ª Etapa
https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/1a-etapa-camino-frances-roncesvalles-puente-la-reina-137517308

Etapa 9 Camino Francés By Trotamundos
Fecha: 2 de Junio de 2023
Desnivel positivo: 1359 m
Tiempo en movimiento: 5h 03 m

El Camino se adentra en la Galicia más rural, a partir de una de las más hermosas carballeiras (robledales) del itinerario. Diversos vestigios del románico, varios enclaves de pasado jacobeo, pasarelas rústicas y un puente medieval sirven como reclamo añadido.

Salimos de nuestro alojamiento hacia la Rúa Maior de Sarria, punto de partida del Camino para muchos peregrinos. Pasamos por delante de la iglesia del Salvador y de una antigua prisión, y llegamos a un mirador con crucero desde donde abandonamos esta localidad lucense. A la izquierda queda la antigua muralla, donde aún se aprecia un vía crucis.

Justo antes del Albergue/Convento de La Magdalena giramos a la izquierda y acometemos una empinada y larga cuesta hacia abajo, acompañada por el muro de un cementerio, a través de un camino de firme irregular. Ya abajo, encontramos el puente Áspero, de origen medieval, que cruza el río Celeiro.

Continuamos en paralelo a la vía del tren. Tras casi un kilómetro de recorrido por diversos prados, por un terreno irregular con piedras sueltas, nos vemos obligados a cruzar la vía del tren, un paso bien señalizado.

Tras cruzar una pasarela, afrontamos un duro repecho, pero que nos da la posibilidad de disfrutar de una hermosa carballeira (robledal). Ya en llano alcanzamos As Paredes, un pequeño enclave de origen prerromano. Seguimos por un sendero entre prados y campos de cultivo, y llegamos rápidamente a Vilei-Barbadelo, donde destaca la iglesia de Santiago, declarada Monumento Histórico Nacional. Levantada en el siglo XII es uno de los mejores exponentes del románico gallego.

Al salir de Barbadelo continuamos por una pista en buen estado que nos lleva hasta Rente para, a continuación, y tras pasar por algunos tramos de tierra, alcanzar Mercado da Serra, donde se celebraba en la Edad Media un mercado.

El Camino continúa por un corredor arbolado. Tras pasar por una chillona fuente coronada por un Pelegrín (mascota del Xacobeo del año 1993), llegamos a Molino de Marzán (de 1920). Un viejo molino, rehabilitado como albergue, sin nada más a su alrededor.

Salvamos un arroyo a través de una pasarela hecha con losas de piedra. Este tramo puede estar muy embarrado en época de lluvias. Nosotros lo encontramos seco. Poco después llegamos a Leiman y, un poco más adelante está Peruscallo, un bonito enclave rural con algunos hórreos.

Entramos en una zona de arroyos, con arcenes y veredas de piedra para salvarlos, y diversos tramos de tierra con baches y surcos, lo que hace difícil mantener un ritmo constante. Por un sendero acompañado de castaños y robles y que anuncia vestigios de antiguas calzadas, accedemos a Cortiñas, Lavandeira y, ya por un camino asfaltado y tras pasar tramos de adoquinado, a Brea.

Un mojón que reconocemos por la gran cantidad de pintadas que acumula y por los recuerdos que atesora, nos anuncia que nos quedan 100 kilómetros hasta Santiago.

Tras retomar la ruta por una senda de tierra compacta, aparecen de nuevo riachuelos que la invaden y que evitamos por el lateral. Ya por asfalto llegamos a Morgade.

Aquí se rehabilitó una fuente (conocida como Del Demonio) y la pequeña capilla de la Trinidad, templo donde los peregrinos dejan diversas notas con su experiencia jacobea.

El camino enfila de nuevo otra pendiente, a veces invadida por un arroyo y en la que tan solo unas losas de granito, que en ocasiones están cubiertas por el agua. nos ayudan a cruzarle. De esta forma llegamos a Ferreiro.

Seguimos por asfalto, en fuerte pendiente hacia Mirallos, situado a tan solo 300 metros de Ferreiros. Al final del descenso nos encontramos con la iglesia de Santa María (s. XII), otra joya del románico, antes instalada en Ferreiros y que se bajó piedra a piedra hacia 1790 hasta aquí. Desde este punto se inicia un ligero ascenso y llegamos hasta A Pena.

Tras pasar otros pequeños enclaves, como Couto y Rozas, se llega al mojón 96, donde arranca uno de los tramos que en invierno, y tras fuertes lluvias, es más complicado. Dejamos a mano izquierda otra cruz de madera y cruzamos la carretera LU-4203. Y ya por un pavimento más homogéneo llegamos a la pequeña aldea de Moimentos y, poco más adelante, a Mercadoiro, donde podremos descubrir evidentes vestigios de la antigua calzada.

El Camino visita Moutrás a continuación e inicia un suave descenso por el declive que forma la cuenca del Miño. Entre tramos en los que se intercala asfalto y tierra, y mientras ya se adivina Portomarín y el río al fondo, llegamos hasta Parrocha y tras cruzar un camino, hasta Vilachá, un pueblo rural de campesinos acomodados, donde se conservan las ruinas del Monasterio de Loio, cuna de los Caballeros de la Orden de Santiago.

Tras un giro a la izquierda nos encontramos un brusco descenso, con mucho desnivel y firme irregular. Al poco entramos en Portomarín, a través de un puente de más de 350 metros. Desde aquí hay una buena vista de la localidad, con sus fachadas blancas y la iglesia de San Nicolás en lo alto, así como del amplio caudal del Miño, especialmente en invierno.

Entramos en esta localidad por una escalinata asentada sobre los arcos del viejo puente medieval, donde también está ubicada la capilla de la Virgen de las Nieves.

Portomarín es una Villa que ya existía en tiempos de los romanos, y que fue otro de los enclaves importantes del Camino durante la Edad Media, así como también lo es en la actualidad. Merece la pena visitar la iglesia de San Nicolás, del siglo XIII y la portada de la iglesia de San Pedro, de 1182.

Salimos por la Avenida de Chantada y tras cruzar el río por una pasarela, comienza la subida del monte San Antonio. Pasamos junto a un par de granjas antes de llegar a Toxibo. Un pequeño núcleo en el que llama la atención un bonito hórreo particular.

Continuamos por el mismo sendero paralelo a la carretera. El camino, de tierra, puede estar muy embarrado en época de fuertes lluvias. Después de atravesar un merendero con fuente se logra un pequeño respiro del tráfico al llegar a Gonzar. El exceso de alquitrán se equilibra con la magia de la piedra de algunos rincones como el cruceiro de Os Lameiros o los yacimientos de Castromaior.

Castromaior debe su nombre a un castro (asentamiento fortificado de origen prerromano) y constituye una de las visitas con mayor interés cultural. Se encuentra a la salida del pueblo, tras un desvío a la Izquierda. Pero ¡ojo! para llegar a él, nos tocará sufrir un rato. Una fuerte subida con el terreno bastante roto y con raíces y piedras dificultan la tarea.

Tras visitar el Castro, un poco escondido en una cima y mal señalizado, el camino nos lleva hasta la LU-633. Así que si queréis evitar este duro tramo y ahorrar esfuerzos, podéis continuar rectos, subir por la carretera y volver 300 m. por camino de tierra hasta el asentamiento.

Continuamos un tramo corto por la LU-633 hasta un cruce donde tomamos un camino que nos conduce hasta O Hospital do Alto da Cruz. Como su nombre deja intuir acogió en su día un hospital de peregrinos, del que no se conservan restos.

Atravesamos un puente que pasa por encima de la N-640. Una pista asfaltada y estrecha, con pendiente desfavorable y constante, nos conduce hasta Ventas de Narón. Una histórica localidad que en el medievo era conocida como Sala Regina. Cuenta con una capilla guardada por una puerta de madera tallada con los símbolos del cáliz, la cruz y la concha del peregrino.

Sin abandonar la pista continuamos ascendiendo hasta coronar la sierra de Ligonde, que reparte la abundante agua que cae en la zona entre las cuencas del Miño y del Ulla. En lo alto podemos disfrutar de una panorámica sensacional. El Códice Calixtino indica que por esos montes «pululaban las prostitutas para engatusar a los romeros».

Un largo descenso nos lleva hasta A Previsa, y a Os Lameiros, uno de los puntos más destacados de la etapa, que cuenta con uno de los cruceros más singulares, famosos y fotografiados de Galicia. Levantado en 1670, su singularidad reside en su doble cara; en una cara está representado Cristo crucificado y por la otra la Virgen de los Dolores. En la base, por un lado, una calavera y unos huesos; en el lado opuesto, una escalera, unas tenazas y unos clavos, símbolos del Descendimiento.

Tras las fotos de rigor, seguimos avanzando y un poco mas adelante encontramos Ligonde.
Población en la que pararon en su peregrinación Carlos V y Felipe II en 1520. Villa noble que se muestra en sus casas blasonadas. Se puede visitar la iglesia de Santiago, con su antiguo cementerio de peregrinos.

Nos apartamos de la carretera por un sendero a mano izquierda para seguir por una empinada rampa. Atravesamos un pequeño riachuelo y, por una pendiente, entramos en Airexe. Un pequeño núcleo de población que presume de su conjunto histórico formado por un sarcófago semiantropoide medieval, la iglesia de Santiago, con restos románicos y sepulcro, un cruceiro y una casa rectoral.

Tras tomar un cruce a la izquierda, hay un pequeño descenso que conduce a un lavadero abandonado y posteriormente el camino se vuelva a empinar unos metros hasta tomar el descenso hacia Portos, primera localidad del ayuntamiento de Palas de Rei.

Casi sin transición, llegamos al siguiente núcleo, Lestedo. Destaca la rectoral de Lestedo, en la orilla derecha. Nació como hospital de peregrinos, sirvió como vivienda para los curas de la parroquia y hoy funciona como casa rural. Un poco más adelante, la iglesia, rodeada del cementerio, convive con un bonito crucero.

Tras cruzar Os Valos y A Brea, alcanzamos el alto del Rosario, desde donde en los días más claros podemos disfrutar por primera vez de las vistas del pico Sacro, monte muy cercano que informa de la proximidad de la capital gallega.

La última aldea que atraviesa el Camino de Santiago antes de su llegada a Palas de Rei es la de Rosario. Se cree que debe su nombre a la oración de los peregrinos al llegar a este punto como agradecimiento por su fortuna durante el viaje y como señal de alegría por la cada vez más cercana Santiago.

Al finalizar el paso por esta aldea de calles enlosadas, una pista de gravilla nos conduce directamente al complejo de Os Chacotes, en la entrada a Palas de Rei. Villa destacada durante el medioevo, llegó a contar con un Hospital Real, merece la pena visitar la iglesia de San Tirso con portada románica.

Iniciamos un tramo con un perfil serrado, rompe piernas. Rampas cortas pero exigentes. Abandonamos Palas de Rei por la carretera N-547 siguiendo los indicadores de Curuxas y Carballal.

A continuación una exigente rampa atraviesa la Aldea de Riba y tras sendero señalizado el camino nos conduce por el monte por una bonita ruta hasta San Xiao do Camiño. Un pequeño núcleo con su zona noble empedrada en la que destacan el crucero y la iglesia, fundada en el s. XII aunque sustancialmente transformada en el s. XVIII.

Al salvar el río Pambre llegamos a Pontecampaña. Desde este punto arranca un tramo en el que se atraviesan excepcionales corredoiras, algunas de ellas sobre roca madre.

Las corredoiras son viejos caminos que comunican las diferentes aldeas de las tierras gallegas. Estrechas, a veces empedradas y a veces embarradas, durante siglos, y aún milenios, han sido como la columna vertebral de la Galicia más rural, formando una extensa red de serpenteantes caminos entre aldeas para llegar hasta los rincones más recónditos.

Esta vez nos lo hemos encontrado totalmente seco y ciclable al 100%. Pero doy fe de que hace bastantes años, y en el mes de Mayo no en invierno, en algunos puntos el agua te llegaba hasta las espinillas e incluso desmontado la marcha se hacia dificultosa. Algo a cambiado en las corredoiras. No se...

Por estos bellos senderos llegamos hasta Casanova. Después del albergue comienza una dura rampa, y pronto un descenso hasta el río Porto de Bois. Una vez allí se vuelve a ganar altura hasta A Campanilla y luego hasta O Coto. Y llegamos hasta la pintoresca aldea de Leboreiro. Una de las aldeas más espectaculares de la etapa, donde se conserva una antigua calzada romana que también fue seguida por los peregrinos medievales.

A continuación atravesamos la pequeña aldea de Disicabo y llegamos a Madalena. para acabar desviándonos por una senda que nos conduce hasta Furelos, otro de los enclaves mágicos de la etapa. A esta pequeña aldea se accede por un puente del s. XII con cuatro arcos de medio punto. Una de las joyas de la arquitectura civil del Camino. Desde lo alto del puente ya intuimos una aldea diferente, coqueta, especial.

La travesía continua sobre suelo, y ya en Furelos nos llama la atención su iglesia, bien protegida por un muro y una de sus casas que luce el escudo de los Caamaño. Al abandonar la localidad el terreno se vuelve gravilla para ascender hasta Melide.

Enclave fundamental en la Ruta Jacobea, ya que aquí se une el Camino Francés con el que viene de Oviedo. A la entrada del pueblo el peregrino descubre un crucero del s. XIV, uno de los más antiguos de Galicia. El actual templo parroquial fue iglesia del Monasterio de Sancti Spíritus y posee sepulcros señoriales en su interior.

En cuanto a su gastronomía, destacan los establecimientos donde degustar el riquísimo pulpo a la Gallega. Unos de los mas famosos es Pulpería Ezequiel, aunque A Garnacha que está al ladito no le va a la zaga. No obstante, nosotros hemos comido muy bien en el Mesón O Toxo.

Hoy descansamos en el Hotel Lux Melide, céntrico, muy cuidado y cómodo. Está entre los mejores alojamientos que elegimos en todo el camino.

Hemos trasnochado un poco, unos mas que otros, je je. Y es que nos relajamos tomando unas copas en el Puf Gatos y gozando con la música en vivo del grupo A Pelo (muy buenos los tíos) y su tributo a Platero y Tu. Nos han hecho olvidarnos del cansancio acumulado. Mañana será otro día.

Waypoints

PictographWaypoint Altitude 2,109 ft

A Pena

PictographWaypoint Altitude 2,058 ft

A Serra

PictographWaypoint Altitude 1,645 ft

As Paredes

PictographWaypoint Altitude 0 ft

Castro de Castromaior

PictographWaypoint Altitude 1,952 ft

Castromaior

PictographWaypoint Altitude 0 ft

Comienzan las corredoiras

PictographWaypoint Altitude 0 ft

Escalinata dela Capillas Das Neves

PictographWaypoint Altitude 2,126 ft

Ferreiros

PictographWaypoint Altitude 0 ft

Hotel Lux Melide

PictographWaypoint Altitude 2,053 ft

Ligonde

PictographWaypoint Altitude 0 ft

Melide

PictographWaypoint Altitude 2,214 ft

O Hospital

PictographWaypoint Altitude 1,472 ft

O Leboreiro

PictographWaypoint Altitude 0 ft

Palas de Rey

PictographWaypoint Altitude 0 ft

Pensión Albergue A Pedra

PictographWaypoint Altitude 1,382 ft

Ponte Campaña

PictographWaypoint Altitude 0 ft

Portomarín

PictographWaypoint Altitude 0 ft

Río Miño

PictographWaypoint Altitude 1,653 ft

Toxibo (Ver Horreo)

PictographWaypoint Altitude 2,309 ft

Ventas de Narón

PictographWaypoint Altitude 1,705 ft

Vilei Barbadelo

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