4/4 Camino del Cid. Anillo del Maestrazgo. Onda - Rubielos de Mora

Última etapa de esta ruta. Aunque no es la de más desnivel es la más dura sobre todo por unos cuantos repechos "infernales" al final de la misma que luego detallaré. Al mismo tiempo para mí fue la etapa más bonita.

Abandono pronto en la mañana Onda en dirección Beniparrel volviendo sobre mis pasos del día de ayer hasta el desvío.

Comenzamos a remontar por el valle del río Mijares y me desvío a Fanzara, en la oficina de turismo de Onda me recomendaron ver este pueblo en el que se puede disfrutar del MIAU (Museo Inacabado de Arte Urbano).
Por lo visto a iniciativa del Ayuntamiento decidieron promover e invitar a artistas para que decorasen fachadas, muros y paredes del pueblo con el fin de atraer las visitas. Supone un pequeño desvío pero merece la pena porque es bastante curioso.
Si decides desviarte te recomiendo que vuelvas por donde viniste a retomar la carretera y no sigas el track. Tuve que vadear un par de veces el Mijares (cosas de google maps).

Después nos iremos encontrando varios pueblos como Espadilla, Torrechiva, Toga y rodaremos por carretera en el profundo cañón que ha horadado el Mijares, son vistas espectaculares. Era Sábado, había mucho ciclistas y bastante moto. Recomendaría madrugar para evitarlo en la medida de lo posible. En verano tiene pinta de haber mucho más tráfico del que me encontré.

Finalmente llego a Montanejos y con ello la sorpresa positiva del día. Allí descubrí una zona de baño en el Mijares con aguas termales (vale, no está muy caliente pero se nota que la temperatura es más cálida que la de un río normal a esa altura). Así que bajé con la bici y las alforjas y estuve disfrutando de un buen baño que ya llevaba 52 kms y me que quedaba lo peor. En la zona de baño hay un bar y unos servicios.

Reanudo la marcha con pereza para subir hasta el embalse de Arenós y visitar rápidamente Puebla del Arenoso. Al salir del pueblo el track de El Camino del Cid está desactualizado y te lleva por una zona ahora intransitable, mejor continuar por la carretera.

Dejo atrás Los Cantos y La Monzona y con ellos los últimos pueblos de Castellón antes de volver a Teruel.

La subida a Olba y sobre todo desde Olba hasta Fuente de Rubielos fue lo más duro de la ruta por su inclinación, afortunadamente no es muy prolongada, pero nos exigirá el máximo de nosotros mismos al final de un largo día de ruta en ascenso casi continuado. La última prueba antes de llegar al destino final.

Desde Fuente de Rubielos con suave pendiente bajo hasta Rubielos de Mora para terminar esta extraordinaria ruta por tierras de Teruel y Castellón.