224. CIRCULAR EN AGDZ Y LAS CASCADAS DE OMAR.
near El Harâ, Drâa-Tafilalet (Morocco)
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Trail photos
Itinerary description
Juan Antonio Muñoz es un fotógrafo español que ha hecho del sur de Marruecos su casa. En pleno palmeral del Rio Draa, uno de los más fecundos del país, ha construido un ecolodge en plena conexión con la naturaleza. No se muestra abierto al visitante, que no esté dispuesto a transitar por un laberinto de estrechos caminos. Aquí, entre palmeras y huertos, la población local sigue haciendo su vida como hace siglos. Dentro es un oasis, con su propio lago, de límpia agua, donde podremos bañarnos.
Vamos a salir de ese reducto de paz para hacer una ruta que nos permitirá pasar del oasis ya la majestuosidad del Jbel Shanro, esas colosales montañas, áridas de formas atormentadas. Del verde de los recoletos pasos entre palmeras al marrón descarnado de montañas y barrancos. La ruta discurre por amplias pistas, y tiene un punto de inflexión en las Cascadas de Omar, en realidad el Oasis Tizgui. Este hombre lleva cuidando 30 años de este prodigio de verdor en la mitad del desierto. Allí podremos tomar un te, mientras oímos el ruido del agua.
Cuando decidamos volver de este idílico lugar, nos espera una fuerte rampa que nos devuelve a las duras montañas. He señalado un punto como oasis, donde podremos hacer un alto entre palmeras. Ya sólo no queda regresar a Agdz, y sus animadas calles, antes de internarnos de nuevo en el oasis.
Vamos a salir de ese reducto de paz para hacer una ruta que nos permitirá pasar del oasis ya la majestuosidad del Jbel Shanro, esas colosales montañas, áridas de formas atormentadas. Del verde de los recoletos pasos entre palmeras al marrón descarnado de montañas y barrancos. La ruta discurre por amplias pistas, y tiene un punto de inflexión en las Cascadas de Omar, en realidad el Oasis Tizgui. Este hombre lleva cuidando 30 años de este prodigio de verdor en la mitad del desierto. Allí podremos tomar un te, mientras oímos el ruido del agua.
Cuando decidamos volver de este idílico lugar, nos espera una fuerte rampa que nos devuelve a las duras montañas. He señalado un punto como oasis, donde podremos hacer un alto entre palmeras. Ya sólo no queda regresar a Agdz, y sus animadas calles, antes de internarnos de nuevo en el oasis.
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