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19 02 17 Vallequillas, barrancos y senderos por las vegas del sureste de Madrid

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Trail stats

Distance
33.03 mi
Elevation gain
3,343 ft
Technical difficulty
Difficult
Elevation loss
3,343 ft
Max elevation
2,313 ft
TrailRank 
26
Min elevation
1,664 ft
Trail type
Loop
Time
7 hours 17 minutes
Coordinates
2561
Uploaded
February 19, 2019
Recorded
February 2019
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near Gózquez de Abajo, Madrid (España)

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Itinerary description

CLUB BICIGLOTONES www.biciglotones.com
Ruta realizada el Domingo 17-Febrero-2019

Hola Amigxs!!

Bueno, otro gran rutón para nuestra galería. JaviGT: no sabemos si darte las gracias o una paliza por publicar estas rutas, jajaja

Arrancamos con un poco de fresquito rodando un rato por pista, pero tras subir El Pingarrón ya nos sobraba algo de ropa a todos.

Enganchamos el Cordel de la Senda Galiana y enseguida comienza la principal diversión del día. Primero bajamos

el Barranco del Pozo, sinuoso senderito estrecho entre rocas pero bastante limpio. Tras el disfrute hay que remontar de nuevo al Cordel con una corta pero intensa subida. Volvemos sobre nuestros pasos para atacar ahora el vibrante Barranco de la Purga. La bajada no es tan larga como la anterior pero el remonte es más suave y por un estrecho sendero dentro de un mini-cañón. Espectacular. Al terminar esta bajada hicimos una parada para comer algo y disfrutar de la preciosa vista del río desde el cañón.

Con la habitual pericia de los Biciglotones sorteamos todas las trampas sin el menor percance. Bueno, eso y el sabernos bajar de la bici a tiempo, jaja. Menos el amigo JuanLu, que no encuentra dificultad que lo pare.

Otro tramo de pista y nos tiramos por el Barranco de Picote, muy rápido y divertido, que nos deja junto al río Jarama. Un senderito nos lleva en paralelo al río hasta llegar a Titulcia. En fila india vamos llegando, todos con una sonrisa, y la exclamación al parar es común en todos: ¡joder de bonito!

Y aquí termina la primera parte de la ruta. Debido a que la hora se les echaba encima, una parte del grupo decide que es momento de volverse. Otra parte se les une para ahorrarse el palizón que nos quedaba por delante.

Quedamos divididos en dos grupos. Uno formado por los que se vuelven: Camilo "Tasen", Eugenio "Horizontal", Gabi “20 minutos”, Inma Cabañas, Matías "Rocher" y nuestra Presi Millet "Mundial".

El grupo de "locos" que continúa somos: David "El Tato", Diego Bellido , JuanCar, JuanLu, Rafael "Garmin" y Mario "El Callao".

Salimos de Titulcia dirección este, rotonda y carretera durante tras algo más de 2 km. hasta entrar en el Camino del Montero. Camino de labor roto que, en permanente ascensión nos deja en un alto con muy buenas vistas. Aquí se inicia la senda de los toboganes, ¡¡jooooooooope que divertido!! una sucesión de pronunciados, muy pronunciados y muy muy pronunciados sube-baja en forma de u cerrada. Bajadas de infarto y subidas de órdago.

Dejamos este tramo tan divertido y hacemos una parada para avituallar convenientemente, que aún queda mucho.

Resultó que paramos en un punto desde el que, revisándolo en casa, veo que se podría recortar y volver cruzando la vega hasta un poco más abajo de la salida del barranco del Pozo. Recorte interesante para otra ocasión.

Nos adentrarnos de nuevo entre barrancos y más barrancos, senderos y más senderos. Primero el Sendero de Valdelamea y luego el de Peñaquemadilla, bajadas y subidas constantes y un gran disfrute para la vista. Ahí vamos disfrutando y sufriendo hasta que aparece un insuperable rampón. Pruebo para ver hasta donde llego pero cuando ya quedo clavado e intento echar pié a tierra... no hay tierra, no hago pié y caigo por la ladera un par de metros. Me recompongo, me levanto, echo una mirada y pienso "uff!, al menos no me han visto caer tan tontamente". Pero el destino es caprichoso (también cruel) y poco más adelante me ocurrió exactamente lo mismo, ahora me vieron todos, jajajaa

Arriba del rampón aparecieron un par de moteros endureros, apagaron el motor para cedernos el paso y charlamos brevemente. "¿Nunca habíais estado por esta zona?", nos peguntan.. "No, es la primera vez", les contestamos. "Pues no la vais a olvidar", rieron. Nos reímos con ellos y cada uno tomó su senda.

La nuestra era la Senda Valdezarza, estrecha subida con tramos rotos que hizo las delicias de nuestras piernas. Una vez arriba cambiamos de senda haciendo una rápida bajada hasta la carretera de Chinchón. La cruzamos y continuamos por más senda entre barrancos. Ahora entendía el nombre de "barrancos y senderos" que JaviGT le dió a esta ruta, jajaa. La Senda de Valhorno es más subida por senda rota, se empiezan a oír lamentos, jaja, pero ya queda poco. Terminamos de subir y cambiamos a un sendero que con gran inclinación nos saca de los barrancos y nos deja en La Lagunilla. Nos incorporamos a una pista que, tras cruzar el río Tajuña, atraviesa la vega.

Pasamos junto al derruido castillo de Casasola, construido sobre un peñasco. Aquí David "El Tato" ya iba seco, de hecho sacó agua de un pozo y parecía dispuesto a dar un trago, pero afortunadamente para su intestino conseguimos convencerle de no beberla. Tan seco iba que paró en una parcela para pedir agua, hecho que aproveché para sacar mi bidón vacío. Una amable mujer nos ofreció una fresca garrafa de agua "de la comprada", que gusto beber agua fría tras el calor y sudores que habíamos pasado.

Llegamos a la carretera que une Titulcia con Morata de Tajuña. Aquí hacemos otra paradita para comer algo y reponer fuerzas, ya que tenemos por delante casi 5 km. de subida por pista, afortunadamente en buen estado.

Nos reunimos tras la subida y mis compañeros convienen saltarse el último bucle, total "la ruta está hecha y ya no quedan ganas". Yo, temiendo acabar en el fondo de un barranco, acepto sin chistar. De todos modos, cuando llegamos al inicio de dicho bucle, hice un amago de cogerlo pero me pillaron enseguida, jajaja. ¡Que era broma!

Llegamos a los coches ya cansados y abrumados de tanto sendero interminable, pero satisfechos de habernos merendado esta ruta rompe-piernas. Perfecto equilibrio entre dureza y diversión.

Diego y JuanLu ya se van, pero Rafael, JuanCar, David y el narrador no pudimos resistirnos a buscar un bar para humedecer la reseca nuez y comentar los detalles y anécdotas de esta magnífica jornada.

Y eso es todo, nos vemos en otra.

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