153. IMICHIL - BOULMANE DADES. GARGANTA DEL TODRA Y PALMERAL.

Etapa mixta de bicicleta y coche. Como elementos más destacados el descenso de la Garganta del Todra, y la ruta por el Palmeral. Iniciamos el trayecto en bici con un ascenso tendido hasta lo alto del puerto. Lo hacemos por una solitaria carretera. Al principio vemos aldeas donde bulle la vida, todo el terreno, encajonado entre barrancos se halla perfectamente cultivado. El mes de junio, cuando se hace, es la ápoca de la cosecha, el trigo se ha recogido, dejando la tierra amarilla y las gavillas de trigo amontonadas. Los campesinos abundan en un campo, los burros todavía transportan la cosecha, y algunas mujeres cantan mientras faenan. Conforme ascendemos, y nos alejamos del curso de los ríos, el paisaje se vuelve árido, y las paredes desnudas sin vegetación. Pero, en lo alto del puerto, y antes de iniciar un rápido y prolongado descenso, este paisaje es grandioso, con profundos barrancos y amplios cauces de ríos ahora secos. Este largo descenso nos lleva hacia las Gargantas del Todra, que podremos hacer con rapidez y comodidad por asfalto, recreándonos en sus paredes. Hacemos un alto en su parte baja, justamente donde las paredes parece que van a engullir las escasas construcciones, lo que ya ha ocurrido en alguna ocasión ( véase la foto).
Un poco más de trayecto y nos encontramos con otro hito de la ruta: El Palmeral. Accedemos desde la carretera a un mundo que se mantiene igual que hace muchos siglos. Las avenidas han destrozado los puentes, y es preciso vadear el rio en dos ocasiones, al igual que lo hacen sus habitantes. Aconsejo seguir el track fielmente, pues es fácil perderse en este mundo de sendas y plantaciones. Y es que el palmeral, es una superficie agrícola regada por el rio que le da vida, y que sucesivas generaciones han ido moldeando, y no siempre la línea recta es el camino a seguir. Atravesamos pequeñas parcelas cultivadas, árboles frutales y palmeras, divisando al fondo una antigua kasbah de adobe. Este recorrido finaliza encontrando Tinerhir, y la nueva civilización del tráfico y las prisas. Ya sólo quedará un enlace por coche hasta la bella localidad de Boulmane Dades, dando fin a la ruta en el Hotel Xaluca Dades, un maravilloso colofón para una ruta que nos hará sentir el Marruecos más auténtico.
154. BOULMANE DADES - NEKOB POR EL JBEL SAGHRO. Etapa mixta de bicicleta y coche. Nos acercamos desde Boulmane Dades al punto de partida a través de una planicie, para adentrarnos en la zona montañosa. Al descargar las bicis, iniciamos la subida que nos llevará al Jbel Saghro. Este macizo es una prolongación hacia el Este de la cordillera del Anti-Atlas, separada de ella por el valle del río Draa. Saghro en el idioma tamazight significa sequía, un nombre adecuado considerando que el Jebel Saghro es la zona más seca de todo el sistema montañoso del Atlas. Nos encontramos en un paisaje muy árido de tipo lunar con mesetas, picos y vastos espacios de roca desnuda. Hacemos una primera parada en un pequeño bar, iniciando un descenso difícil para los coches, y pedregoso. Todavía encontraremos un segundo bar, con pequeña tienda de souvenir. A lo lejos divisamos montañas aisladas, en un clima de extrema aridez, con un polvo en suspensión y calima a menudo. Progresivamente nos encontramos pequeñas aldeas, lo que nos indica que hemos dejado esas áridas montañas, y encontrado pequeños cursos de agua. Tras una breve pero intensa subida iniciamos un rápido descenso a Nekob, el terreno es en extremo reseco, y la montaña deja espacio a la planicie. Aquí damos por terminada la ruta, bajo la sombra de unas solitarias acacias, único árbol que resiste en estas desoladas tierras.
Esta, junto con los números 151, 152 y 154, constituyen un excelente viaje, que nos hará conectar el Alto Atlas con la puerta de los desiertos del sur. Nos hará vivir la vida rural, atravesar desfiladeros y palmerales, así como paisajes lunares. Un Marruecos profundo que no dejará indiferente a nadie.