142.- La Conquista de Gredos: Candeleda 2024 (Corta)

Por segundo año consecutivo nos ponemos como objetivo finalizar una de las mejores pruebas de la zona centro en este increíble paraje como es la Sierra de Gredos. Y aunque es una prueba exigente, el entorno merece el estar ahí un año más.

La ruta comienza en constante subida, para calentar motores, por una pista asfaltada que conduce al Santuario de Chilla. Tras unos 4 kilómetros, a mano izquierda pasamos a circular por senderos donde las primeras bajadas dan comienzo.

¡INCREIBLES vistas de Gredos entre retamas y helechos!

Poco a poco vamos llegando a un frondoso pinar que nos conducirá a la pequeña localidad de El Raso, en constante subida, donde un primer avituallamiento aparece.

Tras el avituallamiento a los pies de su iglesia, continuamos la ruta esta vez por una empinada cuesta, presagio de lo que se nos viene encima...casi 4km y 300m de desnivel por un zigzagueante camino, la cuesta del canalón. La casa del cabrero nos indica que estamos casi arriba, pero llega lo más duro, el cargar con la bici dado la pendiente. Tras no poder subir más.... comenzamos la bajada, técnica al principio y más asequible a la mitad (Ojo, con algunas zonas muy empinadas que encontraremos). El segundo avituallamiento aparece al final de la bajada en el puente de los Riveros.

Tras recuperar fuerzas y una vez cruzado el puente de madera comenzamos la exigente y casi imposible la subida que nos conduce a la pista que nos llevará al Santuario de Chilla (patrona de Candeleda).

Al llegar al Santuario de Chilla, y como ya viene siendo habitual, echamos un trago de la fuente allí presente. Y desde allí encaramos la penúltima subida, esta vez más asequible antes de una trepidante bajada antes de volver a ascender la última subida.

Pero tras pasar la parte más exigente, la bajada a Candeleda da comienzo. Y es ahí donde disfrutamos pensando en que no encontraremos más subidas (ya tuvimos bastantes jejeje).

La meta este año cambió de lugar siendo más céntrica y la cual aplaudimos.

¡Un 10 por la organización! Aparcamientos señalizados, avituallamientos geniales donde no faltaba de nada, tanto dulce como salado, así como fruta fresca. Como mejora para otros años: el lavadero de bicis podría estar más cerca.