NOROESTE MÍTICO. CASTROHINOJO DE CABRERA. RAMIRO Y ÁNGEL

Me dirijo, saliendo desde la tierrina y pasando por La Plaza Mayor bañezana, hacia "la comarca del olvido" acompañado de las acrobacias aéreas y el canto incontenido de los vencejos.
Me acerco a Cabrera y los conceptos cambian pues la idea de casa se convierte en la idea de hombre y me lleva a imaginar que esa arquitectura que conforma esta comarca son grupos de personas que se apoyan los unos sobre los otros para no caerse. El viaje en moto a la «comarca del olvido» es siempre un viaje iniciático, una búsqueda de lo primigenio a través de lo primitivo; y entiéndase primitivo como aquello que no se origina de otra cosa. Por eso Cabrera nos remite a los orígenes más profundos y arraigados de la conciencia humana, a nuestra raíz.
Hoy llego a Castrohinojo, un pueblo cabreirés, con la incertidumbre de lo desconocido pero allí "me aslata" Ramiro que, con ganas de conversación, me presenta a su hermano Ángel, dos almas gemelas, y nada más verme me invitan a su casa, me sacan una cerveza y me ofrecen jamón y chorizo de Tarabico, según Ramiro, el mejor!!. Me apoyo en una piedra y Ramiro me dice con cara de pillo: "anda con cuidado que esa es la Piedra de la fecundidad". En un primer momento pensé que me estaba gastando una broma pero luego descubrí que por aquí, por el NOROESTE MÍTICO hay piedras sagradas a las que se le atribuyen poderes o cualidades extrañas como, en este caso, la de la fecundidad. Me despido de los dos hermanos y, como no podía ser de otra manera, me invitan a la fiesta del pueblo el 24 de Junio y el 16 de Agosto, cosas de la gente de bien...
Cojo carretera dirección Nogar desde Quintanilla de Losada y me adentro en un valle en el que asoman, a las espaldas de la ladera y como en un relato costumbrista, los pajares de Nogar, sigo avanzando y me paro para ver, casi coronando el Alto de Peña Aguda, una de las muchas canalizaciones romanas que llevaban agua hacia las Médulas. "La comarca del olvido" desnuda, famélica, en huesos deja entrever un patrimonio natural y cultural apenas conocido.
Piedra, humo, lajas, leito, pizarra, poyo, estiércol, pajar, horno, candil, cumbre, soplillo, corredor, brasa, hilandera, paja o teito son símbolos ancestrales que nos recuerdan que La Cabrera es un museo etnográfico al aire libre y que su historia es una historia de resignación, de vidas humildes en cuerpos enjutos, de manos rasgadas por la labor y arrugas que hablan de la vida en rostros quemados por la luz. Y todavía hay quien que viaja a Thailandia para empaparse de «exotismo».

.