Vuelta por El Salto 80 Km

Saliendo desde Baigorria repetimos la vuelta por El Salto, unos 80 km de navegación bastante fácil, aunque con un par de cruces al canal y algunos desafíos para orientarse.
Para empezar, hay que hacer lo más llevaderos los primeros 20 Km aguas arriba por el Paraná hasta San Lorenzo. Lo primero que hicimos fue descender unos metros y tomar por el canal que atraviesa la isla, corre bastante menos y está al reparo del viento. Cruzamos el Brazo destilería y nos pegamos a la costa entrerriana, aprovechando los remansos. Apenas ingresamos al brazo Los meones aparecen pobladores en la orilla y antes de llegar a la primera curva sale los Meones Chicos. Una curiosidad son las casas flotantes que cada vez hay mas amarradas en la orilla. El primer desafío fue no pasar la entrada de la primera laguna sobre la izquierda. A través de la laguna se accede a un atajo. Además que corre menos, hay buen lugar para acampar y el paisaje es increible.
Mas o menos una hora río arriba, casi pasando la segunda isla esta la boca de El Salto, es ancha y hay una casa así que no hay posibilidades de error. Entrando hay excelentes lugares para acampar y bancos de pura arena en varios recodos. En una recta larga, El Salto sale a la derecha más angosto y es muy probable, de no estar atentos, que sigamos de largo. En la esquina hay una casa con Casuarinas.
Los primeros 20 km el arroyo es sinuoso y muy arbolado, ahora corre fuerte a favor. Más adelante las arboledas comienzan a escasear, pero encontramos un Timbó muy apropiado para guarecernos de los 30° y almorzar. Los Espinillos nos proporcionaron buena leña para asar la carne. Arrancamos avanzada la tarde para salir livianos y evitar el calor de mediodía. El arroyo se hace angosto y corre fuerte bordeado de camalotales en largas rectas. La vegetación es escasa, pajonales y un bordo de timbúes que separan el cauce de las lagunas alargadas. En cada cambio de dirección del arroyo desagua alguna laguna y el agua transparente y oscura se mezcla con el arroyo turbio.
En estos lugares no hay arboles ni tierra firme, pajonales, juncales y camalotes.
Luego de una larga recta en dirección al sur comenzó a caer la noche y realmente se complico porque no hay ningún lugar alto para desembarcar. Recién los primeros aparecen al acercarnos a la ruta. Por suerte encontramos un excelente lugar descampado y alto al lado de un corral.
El tercer día comenzó a las 7 y al llegar al canal de servicio pasó un camalote a toda velocidad. La última vez que lo hicimos el canal estaba cerrado por un terraplén y ahora lo han abierto. Esto hace que corra fuerte en contra, que los pozos de préstamo que tenían agua transparente ahora estén turbios, que el nivel de agua se haya elevado tapando todos los sauzales en los que acampamos la vuelta anterior y que el transito de lanchas pase de nada a bastante.
Nos llevó un rato remontar el canal hasta que llegamos al desvío donde es uno de los pocos lugares que se puede acampar, aunque no hay arboles. De ahí cruzamos el último pozo de préstamo que comunica con el Paranacito. La remontada del Paranacito fue la ultima prueba pleno sol arriba de 30° y una correntada implacable.
Después de pasarlo cruzamos por abajo de la isla remontamos el canal y en un rato estábamos en la playa de La Reserva