Vuelta Anguilas - Piraña - Correa 27,7 Km

Salida corta desde Tigre. Salimos bien temprano del Hispano por el Luján abajo. Como hace frío (unos 7°C) el río está desierto. Pleno sol entramos al Vinculación y nos metemos por el Anguilas. De ahí al San Antonio lindo con los Sauces empezando a brotar a fines del invierno. Desde la boca del Anguilas se ve aguas abajo la entrada del Báltico, puro juncal de ambas orillas, en pocos minutos se sale a río abierto donde hay que quedarse recostado contra el Juncal a la izquierda. El problema es que no hay agua, buscamos un poco de agua y se ve la boca del primer arroyo y más adelante hay que seguir contra los juncos para encontrar el Piraña que está muy escondido.
El Piraña es un lujo, hay varias aves y en un juncal encontramos una Garza Mora entretenida pescando, que nos dejó arrimarnos a unos 10m, algo que muy rara vez sucede. Para seguir con un días de hallazgos de aves, encontramos un Corbatita Dominó comiendo semillas de Junco y es la primera vez que vimos esta especie en el Delta. Conversamos con un islero un rato a ver si se podía salir por el Piraña, pero está cerrado, quizás con el kayak y el agua alta... pero no era el día.
Volvimos atrás hasta el arroyito que sale de nuevo al San Antonio y paramos a almorzar en una costa accesible.
Remontamos el San Antonio hasta el Urión y hubo que cruzar al comienzo de la invasión náutica. La sacamos barata, me imagino que más entrado el verano se debe poner lindo para cruzar.
Seguimos remontando por la márgen derecha del San Antonio pegado al juncal. Hay que estar atentos porque entrada del Correa es un pasillo entre el juncal como referencias están: un cruce de cables y es antes de la boca del Dorado.
El Correa es hermoso, al principio hay una casa y un sauce enorme sobre el arroyo entreverado con Glicinas, que están empezando a florecer. Me cruzo con un par de kayakistas a contramano, el arroyo se va haciendo cada vez más playo hasta que no pasa de 20 cm. Otro show de aves, hay varios Martín Pescador que se pelean por comerse los pobres peces que quedaron a descubierto con la bajante.
Seguimos un rato cambia la corriente y otra vez se pone mas hondo, hay jazmines, rosales, pinos enormes y de pronto llegamos a un empalme con una cortina de Cipreses donde hay que tomar hacia atrás.
Acá antes de llegar al Pajarito, el Correa está muy poblado, incluso hay un amarradero medio abandonado y un restaurante. El Pajarito es un descontrol de lanchas, me clavo en un juncal para ponerme el cubre y salgo al Vinculación. Ya parece Córdoba a las seis y media. Por suerte la curva esta plagada de palos y arboles que rompen las olas, llego a la boca del Gutierrez y hay un remero esperando para cruzar, tiene para rato. Vengo atrás de un canoero que le mete pala y pala, de golpe en el con tremenda bajante y aparecen 3 Jet ski. El segundo lo empapó al canoero completo, por suerte ahora hacía más calor, unos 13... De vuelta tranquilo se llega al Abra Vieja y ahí le meto río arriba por el Luján.
Peludeando entre las olas, los barcos hundidos, el humo de los motores de dos tiempos, la basura que trae el Reconquista, en un ceibito enfrente del Parque de la Costa, hay un Federal, para cerrar el día de hallazgos avícolas de lujo. De ahí a la rampa del Hispano es un paseo.