Otra vez al Fondeadero, por los bajos 61,6 Km
near Ingeniero Otamendi, Buenos Aires (Argentina)
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Trail photos
Itinerary description
Travesía de un día y medio de duración. Le pusimos moderado porque presenta algunas dificultades para orientarse y un poco de navegación en aguas abiertas, que exige algo más de pericia en el dominio del kayak. El recorrido tiene la última parte del primer día, desde el Canal Mitre, recreada manualmente. Elegimos El Fondeadero como lugar para acampar. Está limpio, prolijo, linda playa para desembarcar y una proveeduría muy bien provista. El precio es lo que corresponde por unos metros cuadrados para armar la carpa y un baño decente. No tan bueno, es que hay que llevar un trecho las cosas desde la orilla para acampar y que el restaurante, que tiene muy buena fama, estaba cerrado por ser baja temporada.
Zarpamos 9:30 aguas abajo por el Paraná de Las Palmas desde Escobar, el viento soplaba del SSE a unos 30Km/h lo que hacía que el oleaje arreciara contar la margen izquierda del río. Nos mantuvimos contra la derecha esquivando naufragios y barcazas. Próximos al canal Arias el viento viró algo más al SE y se hizo más intenso. Decidimos cambiar de planes y entrar por el Arroyo Durazno, más reparado. El cruce lo hicimos algo perpendicular tratando de evitar un carguero de los grandes, que hacía maniobras para fondear.
Ingresamos al Canal De La Serna con una fuerte corriente en contra, pero agradeciendo el reparo. Luego de esquivar los preparativos para una competencia de motonáutica tomamos el arroyo Durazno. Justo en la esquina, el recreo “La Navarra” y enfrente el almacén “El Ceibo” son dos buenos lugares para aprovisionarse.
El Durazno lo hemos remontado decenas de veces y es interesante ver como cambia la perspectiva al hacerlo aguas abajo. Aunque esta vez lo de “aguas abajo” es relativo, con el SE estaba creciendo lindo y tuvimos que enfrentar la corriente de todos modos. El Durazno está bien poblado de casas de fin de semana, con sus jardines, flores (ya empezaron las azaleas), montes de frutales y alguna cortina de cipreses para la foto (no en invierno). La última recta antes del Paycarabí es ancha y deshabitada, uno de los pocos lugares dónde se puede apreciar la vegetación originaria de las islas. También es el mejor lugar para observar aves que no aprecian Sauces, Alamos ni Casuarinas.
La próxima sección, entre el Paycarabí y el Capitancito, es la que más me gusta del Durazno, deshabitada mucha vegetación, incluso camalotales y muy poco tránsito.
A partir del Capitancito el Durazno vuelve a ser un arroyo más civilizado, con casas, montes de Alamos y tránsito de lanchas, incluso las de pasajeros. Una curva y contra curva angosta y sale para un lado el Estudiante y para el otro el Aguaje del Durazno. El aguaje es un arroyo ancho que cada vez se extiende más hacia el río De La Plata a medida que las islas avanzan. En una época vivían por ahí algunos malloneros que se le animaban a las mareas, buenos proveedores de pescado fresco. Ahora parece que es el lugar predilecto para casas de fin de semana, no muy ostentosas, pero prácticas para disfrutar de un lugar sin igual.
Seguimos corriente en contra y ahora apenas pasando la boca del Caracoles ingresamos en un pasaje angosto que nos lleva a El Sueco. El viento se calmó por completo, el agua está alta y el paisaje es una pintura. Son cerca de la una y nos adentramos en el arroyo buscando un lugar para almorzar, cuesta porque las orillas son bajas, pero siempre algo aparece. Hace un poco de frío, unos 10°C, nada que una sopa caliente, un buen fuego y un capuchino no puedan contrarrestar. Las lagunas del costado del arroyo están pobladas de patos, Caraus y Chajás que se hacen notar en el silencio de la tarde. Hasta que aparece una lancha a toda velocidad, ninguno esperaba encontrar al otro. Y aunque frenaron de golpe, la ola nos tapó el fueguito y tuvimos que zarpar. Llega la primera bifurcación, el brazo de la izquierda es más ancho y mi intuición dice que más hacia la izquierda debería salir primero al Sueco. La espumita de la lancha indica que fueron por la derecha… lindo el arroyito, lo difícil que fue dar la vuelta con el Yamana.
Yo tenía en mente navegar por atrás de isla Lucha, lo difícil fue convencer a mi co-equiper que pensaba llegar antes y tomarse una chocolatada en el mulle. El poco viento y el hecho de que no era mucho más largo el camino fueron buenos argumentos, igual me arriesgaba a dormir afuera. Con el agua alta y apenas un poco de oleaje, en hora y media estábamos viendo el cruce de cables del Surubí. Tardamos un rato en cruzar por el intenso tránsito en el canal Mitre, entre otros dejamos pasar al carguero de bandera italiana que vimos fondear unas horas antes en el Paraná. Todavía de día, pero una cerrazón acortaba la visibilidad y hacía parecer más tarde de lo que era.
Entramos al Surubí que se hace más angosto hasta llegar a un canal ancho que nos deja en el Honda atravesando un juncal. Casi milagrosamente, el sol se asomó varias veces en el trayecto, iluminando las islas. Con las últimas luces del día llegamos al Fondeadero, la playa estaba tapada de agua. Nos encontramos con un par de kayakistas que usaban el lugar de escala entre Martín García y Tigre.
Cenamos en el abside de la carpa con mucho frío y llovizna y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente Zarpamos 7:30 todo río arriba por el Honda y el Paraná, el río había bajado y seguía bajando. Cielo nublado, poco viento del NE y bastante correntada. Pegados a la orilla avanzamos hasta el Canal Arias donde paramos a tomar algo caliente y comer un poco. A las 12:30 estábamos llegando al Puerto Escobar.
Zarpamos 9:30 aguas abajo por el Paraná de Las Palmas desde Escobar, el viento soplaba del SSE a unos 30Km/h lo que hacía que el oleaje arreciara contar la margen izquierda del río. Nos mantuvimos contra la derecha esquivando naufragios y barcazas. Próximos al canal Arias el viento viró algo más al SE y se hizo más intenso. Decidimos cambiar de planes y entrar por el Arroyo Durazno, más reparado. El cruce lo hicimos algo perpendicular tratando de evitar un carguero de los grandes, que hacía maniobras para fondear.
Ingresamos al Canal De La Serna con una fuerte corriente en contra, pero agradeciendo el reparo. Luego de esquivar los preparativos para una competencia de motonáutica tomamos el arroyo Durazno. Justo en la esquina, el recreo “La Navarra” y enfrente el almacén “El Ceibo” son dos buenos lugares para aprovisionarse.
El Durazno lo hemos remontado decenas de veces y es interesante ver como cambia la perspectiva al hacerlo aguas abajo. Aunque esta vez lo de “aguas abajo” es relativo, con el SE estaba creciendo lindo y tuvimos que enfrentar la corriente de todos modos. El Durazno está bien poblado de casas de fin de semana, con sus jardines, flores (ya empezaron las azaleas), montes de frutales y alguna cortina de cipreses para la foto (no en invierno). La última recta antes del Paycarabí es ancha y deshabitada, uno de los pocos lugares dónde se puede apreciar la vegetación originaria de las islas. También es el mejor lugar para observar aves que no aprecian Sauces, Alamos ni Casuarinas.
La próxima sección, entre el Paycarabí y el Capitancito, es la que más me gusta del Durazno, deshabitada mucha vegetación, incluso camalotales y muy poco tránsito.
A partir del Capitancito el Durazno vuelve a ser un arroyo más civilizado, con casas, montes de Alamos y tránsito de lanchas, incluso las de pasajeros. Una curva y contra curva angosta y sale para un lado el Estudiante y para el otro el Aguaje del Durazno. El aguaje es un arroyo ancho que cada vez se extiende más hacia el río De La Plata a medida que las islas avanzan. En una época vivían por ahí algunos malloneros que se le animaban a las mareas, buenos proveedores de pescado fresco. Ahora parece que es el lugar predilecto para casas de fin de semana, no muy ostentosas, pero prácticas para disfrutar de un lugar sin igual.
Seguimos corriente en contra y ahora apenas pasando la boca del Caracoles ingresamos en un pasaje angosto que nos lleva a El Sueco. El viento se calmó por completo, el agua está alta y el paisaje es una pintura. Son cerca de la una y nos adentramos en el arroyo buscando un lugar para almorzar, cuesta porque las orillas son bajas, pero siempre algo aparece. Hace un poco de frío, unos 10°C, nada que una sopa caliente, un buen fuego y un capuchino no puedan contrarrestar. Las lagunas del costado del arroyo están pobladas de patos, Caraus y Chajás que se hacen notar en el silencio de la tarde. Hasta que aparece una lancha a toda velocidad, ninguno esperaba encontrar al otro. Y aunque frenaron de golpe, la ola nos tapó el fueguito y tuvimos que zarpar. Llega la primera bifurcación, el brazo de la izquierda es más ancho y mi intuición dice que más hacia la izquierda debería salir primero al Sueco. La espumita de la lancha indica que fueron por la derecha… lindo el arroyito, lo difícil que fue dar la vuelta con el Yamana.
Yo tenía en mente navegar por atrás de isla Lucha, lo difícil fue convencer a mi co-equiper que pensaba llegar antes y tomarse una chocolatada en el mulle. El poco viento y el hecho de que no era mucho más largo el camino fueron buenos argumentos, igual me arriesgaba a dormir afuera. Con el agua alta y apenas un poco de oleaje, en hora y media estábamos viendo el cruce de cables del Surubí. Tardamos un rato en cruzar por el intenso tránsito en el canal Mitre, entre otros dejamos pasar al carguero de bandera italiana que vimos fondear unas horas antes en el Paraná. Todavía de día, pero una cerrazón acortaba la visibilidad y hacía parecer más tarde de lo que era.
Entramos al Surubí que se hace más angosto hasta llegar a un canal ancho que nos deja en el Honda atravesando un juncal. Casi milagrosamente, el sol se asomó varias veces en el trayecto, iluminando las islas. Con las últimas luces del día llegamos al Fondeadero, la playa estaba tapada de agua. Nos encontramos con un par de kayakistas que usaban el lugar de escala entre Martín García y Tigre.
Cenamos en el abside de la carpa con mucho frío y llovizna y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente Zarpamos 7:30 todo río arriba por el Honda y el Paraná, el río había bajado y seguía bajando. Cielo nublado, poco viento del NE y bastante correntada. Pegados a la orilla avanzamos hasta el Canal Arias donde paramos a tomar algo caliente y comer un poco. A las 12:30 estábamos llegando al Puerto Escobar.
Waypoints
Intersection
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Bifurcacion
Esta claro que hay que tomar a la derecha
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Boca Caracoles
Boca Caracoles
Intersection
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A la Derecha
A la Derecha
Campsite
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Fondeadero
Fondeadero
Comments (1)
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Muy bueno