DESEMBOCADURA DEL RÍO MANDEO

Ruta que parte de la playa de Aldea de Pedrido, en el concello de Bergondo. Ya intenté hacer esta ruta hace unos meses, saliendo desde la ría, en la playa de Regueiro, pero existe un tren de olas en la desembocadura del Mandeo, que me hizo desistir.
Así que esta vez salí desde la playa que se sitúa entre los dos puentes, el de la carretera nacional y el de la AP9.
La cuenca hidrológica del río Mandeo se extiende por diez ayuntamientos de la provincia de A Coruña: Aranga, Bergondo, Betanzos, Cesuras, Coirós, Curtis, Irixoa, Oza dos Ríos, Paderne y Sobrado.
En el primer tramo, nos encontramos las marismas de Betanzos, que se extienden desde la desembocadura de los ríos Mandeo y Mero hasta el puente del Pedrido, conformando un amplio humedal con abundantes zonas de lodo que se inundan al subir y bajar las mareas. Por eso hay que tener cuidado y no aventurarse por los canales sin conocer como está la marea. A la ida estaba alta y se pudo navegar casi en línea recta en algunos sitios. Sin embargo a la vuelta, con la marea baja, fui por el canal que marcan las boyas rojas y verdes.
Con extensas llanuras de juncos, este humedal posee un alto valor ecológico ya que es el lugar escogido por numerosas aves migratorias para descansar durante los largos recorridos. Constituye, así, un hábitat de vital importancia para aves palustres, que lo utilizan como refugio en sus desplazamientos. En las xunqueiras abundan los zarapitos, correlimos, chorlitos y agujas, garzas, agachadizas y anátidas.
Una vez pasada la marisma, llegamos a la ciudad de Betanzos. Allí tenemos que pasar tres puentes, el del ferrocarril primero, uno peatonal y otro de circulación de coches.
Y después entramos en la fraga que rodea al Mandeo, en la parte más espectacular de toda la ruta. Es una zona mágica, rodeada de bosques y aves acuáticas. Llegué hasta la primera pesquera y allí empecé la vuelta.
Al pasar por Betanzos, investigué un poco el otro ramal de agua que hay, pero sólo se puede navegar hasta pasar el primer puente, porque tiene muy poco calado.
La vuelta con marea baja al punto de partido siguiendo las boyas.