Zenzano y las Peñas de leza, desde Lagunilla de Jubera
near Lagunilla del Jubera, La Rioja (España)
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Itinerary description
ZENZANO Y PEÑAS DE LEZA DESDE LAGUNILLA DE JUBERA
Recomendaciones;
No ir por el arroyo Bahún al principio de la ruta y No pisar la cima del Peña Lezas
Ahora os explico por qué.
Bilbao, a trece de Junio de 2015.
Hoy nos hemos acercado hasta Lagunilla de Jubera.
La excursión planteada es subir al Zenzano y a las Peñas del Leza haciendo una circular por las dos vertientes.
Para ello aparcamos en las inmediaciones de la Ermita de Villavieja. Para llegar aquí hemos llegado cruzando por la parte baja del pueblo.
Esta zona en la que estamos, es donde primitivamente se asentó el pueblo de Lagunilla, es decir desde aquí hacia el interior del cañón que forma el arroyo Bahun y por sus laderas. Un poco más arriba existía una laguna que no se secaba ni siquiera en verano, pero según dicen las crónicas, en el siglo XIX hubieron varios movimientos de tierra que provocaron caídas de terreno e incluso uno de esos movimientos produjo la rotura de la laguna, y la consiguiente riada se llevo algunas casas y eso obligo a trasladar el pueblo a su situación actual.
Bueno nosotros pal monte. Salimos de la ermita y paseando por terreno delimitado por el camino de la ruta de las Ermitas llegamos a la zona de El Arca, con fuente de aguas frías y cristalinas y su lavadero.
Rodeando la roca seguimos por un camino, tras pasar una puerta, que va pegado al arroyo hasta un pabellón ganadero, y aquí cometimos un serio error; os explico. Nosotros continuamos por el arroyo, siguiendo un track que traíamos y poco a poco se va cerrando el cañón, es cada vez más estrecho y difícil de progresar, así que en un momento dado, como nuestro predecesor, tuvimos que plantearnos subir por donde pudiéramos a la pista que va desde Ribafrecha a Sedano. Esta subida no es que sea dura - que lo es - sino que NO hay camino, se sube por un pinar sucio, en pronunciada pendiente, lleno de jaros y echando pestes, contra las p… mosquitas, a alguien le silbaron los oídos? No en serio la culpa fue mía y de nadie mas.
Cuando llegue a la pista respiré, bebí un buen trago y reseteé mi mala leche. Nadie tiene la culpa de que yo solito me meta en líos.
Así que si alguien va a hacer esta ruta ¡OJITO! No os metáis por el cauce del arroyo, es mejor subir a la pista, que une Ribafrecha con Zenzano, por donde yo bajé luego, es decir siguiendo la ruta de las ermitas por el camino de Zenzano.
Ahora ya podemos seguir con la ruta planteada por una muy buena pista.
La pista por la que vamos a veces incluso desciende un poco y nos va acercando a la zona de la tejera, al de kilometro y poco nos encontramos con una desviación hacia la izquierda y abajo, que no hemos de coger, salvo que quieras ir hacia Bucesta o Santa Cecilia, nuestro camino sigue por la derecha y en seguida comienza a ascender cómodamente por una serie de revueltas que ni las de Alpe d`huez.
Si queréis podéis atajarlas, nosotros preferimos recorrer toda la pista. Un par de kilómetros más y llegamos a Zenzano, merece la pena visitarlo y ver cómo van recuperando algunas de sus casas.
Es una alegría ver como pueblos que habían sido abandonados comienzan a tener quien los haga vivir.
Si os acercáis hasta el collado que veis a vuestra izquierda, según subís, por donde está la Ermita de San Cristóbal podréis apreciar la gran Hoya de la Covaza, dicen que se uso de redil para las ovejas.
Nosotros no vamos a llegar hasta allí, antes cogemos la desviación hacia el collado cimero, la verdad es que la subida es muy fácil y en seguida alcanzamos el collado y decidimos ir a pisar primero la cima de las Peñas de Leza.
Segundo error.
Os cuento. Efectivamente decidimos ir primero a las Peñas de Leza, para ello viendo la valla que va por el cordal decidimos seguir pegaditos a ella, en un momento dado se cruza con otra valla y como no vemos bien por donde cruzar, la seguimos aun a sabiendas de que nos separa de nuestro objetivo, pero como en el GPS se ve una pista y el track va por ella decidimos ir en su búsqueda. La encontramos y la seguimos. Más adelante la dejamos para subir a la cima. Cuando llegamos a lo más alto vemos que no estamos en la cima. La cima queda en otro resalte más al norte.
Tiramos de zoom en el GPS para ver por donde fue el Track y lo seguimos.
En qué hora se nos ocurrió. De verdad NO os lo recomiendo. Considero que no merece la pena a no ser que lleves machetes, motosierras o algo parecido.
No hay camino, el desnivel es importante pero el tramo es corto, el boj es más alto que yo, bastante más, está tapadísimo, hay jaros, argomas, pinos caídos, pinchos. Seguro que por aquí no ha venido nadie en los últimos años.
Por fin llegamos a la cima, sin vistas por el bosque y bajamos un poco para poder, ahora sí, apreciar el cañón del Leza, lastima de niebla.
La vuelta al cordal es peor aún, en lugar de volver por nuestros pasos, seguimos el track por una especie de sendero que enseguida desaparece y nos mete en un berenjenal aun mayor. Echando pestes, y acordándome de alguno, avanzamos con penurias hasta una valla por la que subimos al collado.
Califico la zona como grado “Jabalí superior graduado cum laude”
El resto del día, eso sí, es un agradable paseo.
Por pista llegamos a la cima del Zenzano, la valla se pasa bien y descansamos un rato sentados en el vértice geodésico apreciando las vistas. Menuda llanura.
El buzón representa una prensa de uva y se conserva en buen estado.
Para volver decidimos retornar al collado donde se cruzan las pistas.
Amenaza lluvia tormentosa, según decían los de Aemet, y en verdad las nubes tienen una pinta…
Con lo mojado que estoy de la aventura anterior como que me importa poco que llueva, pero durante media hora bajando por la pista nos cayó una guapa tromba, de agua eso sí, que no llegó a ser granizo.
En algunos momentos nos llamo la atención que la pista presentaba distintos colores, y es que pudimos apreciar las distintas formaciones rocosas de esta ladera del Zenzano, a veces parecía cemento, otras Yeso, otras arcilla.
Vamos bajando poco a poco hasta llegar al viejo camino de Hoya Honda, que lo tomamos en dirección al pueblo, hasta que nos cruzamos con la ruta de las Ermitas, con cartel explicativo del camino del Zenzano, y por el bajamos hacia el arroyo bahún, por el camino nos honraron con su presencia dos ciervas con sus cervatos que nos dejaron verlas un rato mientras saltaban alejándose.
Ya solo nos queda llegar a la Ermita y tomarnos un merecido descanso, quitarnos las botas, la ropa mojada y mientras damos cuenta de los bocatas contemplar el paisaje y oír los jilgueros.
Hasta otra nos vemos en el monte.
Recomendaciones;
No ir por el arroyo Bahún al principio de la ruta y No pisar la cima del Peña Lezas
Ahora os explico por qué.
Bilbao, a trece de Junio de 2015.
Hoy nos hemos acercado hasta Lagunilla de Jubera.
La excursión planteada es subir al Zenzano y a las Peñas del Leza haciendo una circular por las dos vertientes.
Para ello aparcamos en las inmediaciones de la Ermita de Villavieja. Para llegar aquí hemos llegado cruzando por la parte baja del pueblo.
Esta zona en la que estamos, es donde primitivamente se asentó el pueblo de Lagunilla, es decir desde aquí hacia el interior del cañón que forma el arroyo Bahun y por sus laderas. Un poco más arriba existía una laguna que no se secaba ni siquiera en verano, pero según dicen las crónicas, en el siglo XIX hubieron varios movimientos de tierra que provocaron caídas de terreno e incluso uno de esos movimientos produjo la rotura de la laguna, y la consiguiente riada se llevo algunas casas y eso obligo a trasladar el pueblo a su situación actual.
Bueno nosotros pal monte. Salimos de la ermita y paseando por terreno delimitado por el camino de la ruta de las Ermitas llegamos a la zona de El Arca, con fuente de aguas frías y cristalinas y su lavadero.
Rodeando la roca seguimos por un camino, tras pasar una puerta, que va pegado al arroyo hasta un pabellón ganadero, y aquí cometimos un serio error; os explico. Nosotros continuamos por el arroyo, siguiendo un track que traíamos y poco a poco se va cerrando el cañón, es cada vez más estrecho y difícil de progresar, así que en un momento dado, como nuestro predecesor, tuvimos que plantearnos subir por donde pudiéramos a la pista que va desde Ribafrecha a Sedano. Esta subida no es que sea dura - que lo es - sino que NO hay camino, se sube por un pinar sucio, en pronunciada pendiente, lleno de jaros y echando pestes, contra las p… mosquitas, a alguien le silbaron los oídos? No en serio la culpa fue mía y de nadie mas.
Cuando llegue a la pista respiré, bebí un buen trago y reseteé mi mala leche. Nadie tiene la culpa de que yo solito me meta en líos.
Así que si alguien va a hacer esta ruta ¡OJITO! No os metáis por el cauce del arroyo, es mejor subir a la pista, que une Ribafrecha con Zenzano, por donde yo bajé luego, es decir siguiendo la ruta de las ermitas por el camino de Zenzano.
Ahora ya podemos seguir con la ruta planteada por una muy buena pista.
La pista por la que vamos a veces incluso desciende un poco y nos va acercando a la zona de la tejera, al de kilometro y poco nos encontramos con una desviación hacia la izquierda y abajo, que no hemos de coger, salvo que quieras ir hacia Bucesta o Santa Cecilia, nuestro camino sigue por la derecha y en seguida comienza a ascender cómodamente por una serie de revueltas que ni las de Alpe d`huez.
Si queréis podéis atajarlas, nosotros preferimos recorrer toda la pista. Un par de kilómetros más y llegamos a Zenzano, merece la pena visitarlo y ver cómo van recuperando algunas de sus casas.
Es una alegría ver como pueblos que habían sido abandonados comienzan a tener quien los haga vivir.
Si os acercáis hasta el collado que veis a vuestra izquierda, según subís, por donde está la Ermita de San Cristóbal podréis apreciar la gran Hoya de la Covaza, dicen que se uso de redil para las ovejas.
Nosotros no vamos a llegar hasta allí, antes cogemos la desviación hacia el collado cimero, la verdad es que la subida es muy fácil y en seguida alcanzamos el collado y decidimos ir a pisar primero la cima de las Peñas de Leza.
Segundo error.
Os cuento. Efectivamente decidimos ir primero a las Peñas de Leza, para ello viendo la valla que va por el cordal decidimos seguir pegaditos a ella, en un momento dado se cruza con otra valla y como no vemos bien por donde cruzar, la seguimos aun a sabiendas de que nos separa de nuestro objetivo, pero como en el GPS se ve una pista y el track va por ella decidimos ir en su búsqueda. La encontramos y la seguimos. Más adelante la dejamos para subir a la cima. Cuando llegamos a lo más alto vemos que no estamos en la cima. La cima queda en otro resalte más al norte.
Tiramos de zoom en el GPS para ver por donde fue el Track y lo seguimos.
En qué hora se nos ocurrió. De verdad NO os lo recomiendo. Considero que no merece la pena a no ser que lleves machetes, motosierras o algo parecido.
No hay camino, el desnivel es importante pero el tramo es corto, el boj es más alto que yo, bastante más, está tapadísimo, hay jaros, argomas, pinos caídos, pinchos. Seguro que por aquí no ha venido nadie en los últimos años.
Por fin llegamos a la cima, sin vistas por el bosque y bajamos un poco para poder, ahora sí, apreciar el cañón del Leza, lastima de niebla.
La vuelta al cordal es peor aún, en lugar de volver por nuestros pasos, seguimos el track por una especie de sendero que enseguida desaparece y nos mete en un berenjenal aun mayor. Echando pestes, y acordándome de alguno, avanzamos con penurias hasta una valla por la que subimos al collado.
Califico la zona como grado “Jabalí superior graduado cum laude”
El resto del día, eso sí, es un agradable paseo.
Por pista llegamos a la cima del Zenzano, la valla se pasa bien y descansamos un rato sentados en el vértice geodésico apreciando las vistas. Menuda llanura.
El buzón representa una prensa de uva y se conserva en buen estado.
Para volver decidimos retornar al collado donde se cruzan las pistas.
Amenaza lluvia tormentosa, según decían los de Aemet, y en verdad las nubes tienen una pinta…
Con lo mojado que estoy de la aventura anterior como que me importa poco que llueva, pero durante media hora bajando por la pista nos cayó una guapa tromba, de agua eso sí, que no llegó a ser granizo.
En algunos momentos nos llamo la atención que la pista presentaba distintos colores, y es que pudimos apreciar las distintas formaciones rocosas de esta ladera del Zenzano, a veces parecía cemento, otras Yeso, otras arcilla.
Vamos bajando poco a poco hasta llegar al viejo camino de Hoya Honda, que lo tomamos en dirección al pueblo, hasta que nos cruzamos con la ruta de las Ermitas, con cartel explicativo del camino del Zenzano, y por el bajamos hacia el arroyo bahún, por el camino nos honraron con su presencia dos ciervas con sus cervatos que nos dejaron verlas un rato mientras saltaban alejándose.
Ya solo nos queda llegar a la Ermita y tomarnos un merecido descanso, quitarnos las botas, la ropa mojada y mientras damos cuenta de los bocatas contemplar el paisaje y oír los jilgueros.
Hasta otra nos vemos en el monte.
Waypoints
Waypoint
3,338 ft
Despoblado Villanueva de San Prudencio
Despoblado_Vil
Religious site
3,484 ft
Ermita San Cristobal
Ermita_San_Cri
Waypoint
3,572 ft
Hoya de la Covaza
Hoya_de_la_Cov
Waypoint
3,210 ft
Hoya la Cueva
Hoya_la_Cueva
Waypoint
3,591 ft
Hoya Redondilla
Hoya_Redondill
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