Yesos de Cárcar y su interpretación geológica con el G. de Geología

Nos acercamos hasta Cárcar para estudiar su patrimonio geológico con el G. de Geología, acompañados por dos expertos en Geología. Comenzamos esta ruta íntegramente geológica en la plaza de los Fueros de Cárcar, desde donde nos dirigimos al "balcón" de la ribera, nuestro primer punto de interés, una atalaya situada a 420 m de altitud y a 110 m de desnivel sobre el río Ega, para contemplar la cuenca del Valle del Ebro en todo su conjunto. Nos explican la formación de los yesos y otros materiales como intercalados como las arcillas y limos y su plegamiento hace 30 Ma en esta cuenca endorreica, como una gran "bañera", sin salida al mar. A continuación nos explican que la torre de la iglesia está inclinada, de una forma muy parecida, aunque mucho menos evidente que la Torre de Pisa. Esto se debe a que todo esta asentada sobre un macizo yesífero, incluido todo el pueblo de Cárcar. Los yesos sobre los que se asienta el pueblo incluido la iglesia, son material formados por sulfato cálcico dihidratado (yeso) y relativamente blandos, que tienen cierta movilidad, de ahí la inclinación, igual sucede en el caso de Pisa al estar también situada sobre un sustrato de yesos. En Bolonia hay muchos casos de torres sobre sustratos yesiferos inclinadas y algunas se caían, entonces las desmochaban para que el centro de gravedad entrara en su sitio y la torre ya no se cayera. De aquí continuamos por un camino hasta nuestra segunda parada, para contemplar un afloramiento de yesos que destacan por su color blanquecino, se rayan con la uña y de aspecto fibroso (yeso fibroso). Esto yesos se formaron durante el Oligoceno, última época del Paleógeno, que a su vez es una etapa de la Era Cenozoica (ver escala de tiempo geológico), una época corta pero muy destructiva que casi acaba con los mamíferos y tremendamente fría, donde se originó la Antártida. En la siguiente parada vemos otro afloramiento de yesos más antiguo que el anterior. Hay en particular un estrato de yesos que se denominan enterolíticos, porque se encuentran fuertemente plegados, y que en realidad son de anhidrita, es decir, un mineral igual que el yeso pero sin hidratar, y cuando se hidrataron aumentaron su volumen y no les quedo otra que plegarse formando esta típica forma que nos recuerda a un intestino. Continuamos el camino hasta llegar a la tercera parada, una zona donde se ve claramente un evidente deslizamiento de bloques de yesos y otros materiales que se han desprendido y han formado cuevas, no de disolución, sino por derrumbe. De aquí en adelante nos dirigiremos a los demás lugares de interés geológico (LIG) en coche. En primer lugar a una zona de simas de gran profundidad, aunque en superficie no lo parezca, y que de nuevo no son de disolución sin de fractura. Esta "línea de simas" sigue un trazado zigzageante, cruzando un camino de grava, hasta llegar a un curioso lugar donde hay dos bancos de madera para contemplar el paisaje. Uno de los lados está unos centímetros más bajo que el otro, se trata del bloque que tarde o temprano terminara desprendiéndose y caerá hacia el río Ega, entre otros factores debido a que el curso natural del río fue desviado por cuestiones de regadío, y en la actualidad está haciendo una oquedad en la base de este gran bloque yesifero, que a modo de "cucharon" terminará por caer. Obviamente con el caerán los dos bancos de madera, que de haber sido puestos unos metros mas adelante no desaparecerían por situarse en el bloque que permanecerá fijo. Según cálculos precisos usando tecnología de sonar y radar parece que el movimiento de este bloque es de alrededor de 1 cm/año. De aquí nos dirigimos al siguiente punto de interés geológico donde podemos observar una falla inversa a pequeña escala, formada por estratos de arcillas y yesos, donde se puede apreciar perfectamente el labio levantado y el labio hundido por efecto de fuerzas compresivas. Finalmente nos dirigimos al último punto para visualizar un deslizamiento de considerable magnitud provocado por el encajamiento del río Ega que va descalzando sobre unos estratos inclinados de yesos y encima unos materiales de color naranja encima de ellos, que son arenas y limos horizontales de modo que hay una discordancia angular. Los materiales loess transportados por el viento se depositaron según métodos de datación de unos 8000 años, es decir, muy modernos, del Holoceno. Los loess son materiales muy singulares que se ven en muy pocos sitios, porque el viento es capaz de transportar materiales con tamaño de material muy pequeño, de tipo limo, que únicamente se dan en los desiertos actuales, sin embargo los grandes depósitos de loess están en la gran llanura de China y en la Península Ibérica en muy pocos sitios, especialmente en Cárcar. Damos por finalizada la ruta en la que hemos viajado en el tiempo unos 30 Ma.