Xorret de Cati. Pic del Frare por el Rincón Brusco y el Despeñador por la 'grieta'.

La ruta de hoy tiene su inicio muy cerca del Refugio y el Portell de Catí, en la ctra CV-817 (localizado este punto entre las localidades de Castalla y Petrer).

En el recorrido de hoy vamos a visitar primero el conjunto rocoso (Rincón brusco), que se haya a los pies del Alt del Molló, y que está formado por oquedades, canalillas y pasillos rocosos que jalonan las altas paredes de esta parte de la sierra del Frare. Posteriormente descenderemos para ir en busca del ascenso al Despeñador por la "grieta", bueno, son dos, unas más amplia y otra más angosta y costosa de superar.

Empezaremos nuestro camino recorriendo la pista que pasa por el Refugio de Catí, y posteriormente por una senda no homologada. Subiremos un tramo hasta ver los hitos que nos indican que estamos en el buen camino.
Llegaremos a una repisa que discurre a nuestra izquierda y que se haya bajo los paredones (las panorámicas son espectaculares), aunque hay espacio suficiente, hay que ir con cuidado. Giraremos a la derecha al llegar a la base de la pared y entraremos en el Rincón Brusco; aquí es donde encontraremos las canalillas y/o pasillos rocosos hasta llegar a un bosquecillo de carrascas (tramo de ida y vuelta) que tendremos que atravesar para llegar al Pic del Frare, no sin antes atravesar otro pasillo rocoso y realizar una trepada sencilla que nos llevará al Pic donde las vistas vuelven a ser espectaculares.

El descenso lo haremos pegados a la pared por una senda algo rota en la que habrá que extremar las precauciones. Al final de la misma pasaremos junto a la vía ferrata y al poco al enlace del PR.

Después de varias intersecciones entre sendas y caminos nos plantaremos en los hitos que nos marcan la subida al Despeñador, en nada nos plantaremos a los pies de la primera grieta, tiene buenos agarres, un tronco retorcido que complica algo el ascenso pero es de lo más divertido de la ruta. Una vez pasada esta, tendremos delante de nosotros la segunda, aquí la cosa cambia un poco, la estrechez predomina, no se puede girar uno y también hay que prestar atención a los agarres.
Una vez superada nos dirigiremos a nuestra derecha para visitar el VG del Despeñador, y otear las montañas que nos rodean. Magníficas panorámicas las que se obtienen, la Sierra del Cid, el Maigmó, etc.

El regreso hemos optado por utilizar la senda de bajada clásica del PR, y que tras unas cuantas bifurcaciones otra vez nos llevará al punto de inicio en la carretera.


Ha sido una ruta espectacular, muy entretenida, interesante, y técnica por momentos, así que la recomiendo a personas con experiencia en la montaña y en los pasos anteriormente mencionados. De ahí el catalogarla como difícil, para que nadie se pueda llevar ninguna sorpresa desagradable. Recomendable el uso del GPS