Xixona-El Salt-Serra dels Almaens-Riu de la Torre

APROXIMACION: Desde Elche 55 km. aprox. Tomar la A-70 hasta la salida 1 Sant Joan/Mutxamel/Xixona y buscar a continuación la CV-800, que seguiremos poco más de 20 km. hasta rebasar la fábrica de Turrones El Artesano. Tomamos entonces una bifurcación a la dcha. en dcción a la Ptda. del Espartal (¡Ojo! esta es la segunda entrada a polígonos industriales, antes hay otra, no confundirse) durante unos 0,5 km., en que rebasamos las naves de Procter&Gamble (P&G-Ausonia) y giramos a la izda por un camino asfaltado (con un gran poste de tendido eléctrico). Seguimos este estrecho camino asfaltado durante 2 km., con unas cuantas curvas a dcha. e izda. y habremos llegado al Salt.
Distancia: 12,3 km.
Ascenso acumulado: S/BaseCamp: 576 m. S/Wikiloc: 431 m Altura máxima: 695 m.
Tiempo en movimiento: 04,00 h.
DESCRIPCION: Ruta realizada en 05-12-2019 con mi amigo Paco Moreno. Volvemos al Salt de Xixona, tras varios días de lluvia, para ver si la cascada del Salt era visible. Lamentablemente no ha sido así. Seguiremos un recorrido algo diferente al que hicimos anteriormente, finalizando el regreso por el cauce del Río de La Torre.. Esta es una zona habitual para la práctica de senderismo y existen varias alternativas entre las que elegir. El día ha sido claro y sin viento, aunque al final de la jornada han aparecido gruesos nubarrones negros, con amenaza de lluvia.
ITINERARIO: En primer lugar nos acercamos al Toll del Salt, situado a escasos metros de donde hemos aparcado. Bajamos al cauce por unas escalinatas protegidas por barandillas de madera. El Salt, como su nombre indica, es un salto de agua de unos 20 m. de altura, que suele manar en ocasiones. Aunque por la climatología no haya caudal suficiente para surja esta pequeña cascada, siempre podremos deleitarnos con las cantarinas filtraciones de agua entre la roca, provenientes del Río de La Torre, conformando una preciosa poza rodeada de vegetación y asemejando un pequeño oasis entre la sierra desértica que lo rodea. Hoy ha sido esto lo que hemos encontrado.
Salimos del cauce del Salt deshaciendo el camino por el que habíamos venido, pero antes de llegar al punto en que hemos aparcado, giramos por un camino a derecha/izda e iniciamos lo que será puramente la ruta, siguiendo el sentido inverso al de las agujas del reloj. Desde el mismo inicio, atacamos con fuerza la subida hasta el V.G. de la cima dels Almaens. Nos esperan unos 2,5 km. con una pendiente media del 13%, que se empalaga en algunos tramos más fuertes.
Tan pronto rebasamos el Mas del Salt, nos vamos a ir encaramando por una senda montañera a esta dura sierra, que iremos ascendiendo sin prácticamente resguardo alguno del sol en esta primera parte del recorrido, aunque todavía no aprieta. La senda acaba incorporándose a un camino, que tomamos a la izda., amplio pero muy pedregoso. Los pinos, a la umbría de la sierra, empiezan a hacer acto de presencia.
Un poco más adelante, tomaremos una senda empinada, de bajada y subida, para llegarnos hasta la cima de la sierra dels Almaens. En este corto trayecto nos cruzamos a muy corta distancia con un rebaño de cabras montesas, de las que no hemos podido determinar exactamente su especie, por su velocidad en desaparecer por la ladera de la sierra. En el alto las vistas son espectaculares; de oeste a este, la Carrasqueta, Cuartel, Migjorn, Alicante, Mutxamel, San Juan, con el mar al fondo, el Cabeçó d’Or, la serra de la Grana, y al norte el Montagut con els Plans detrás.
Tras coronar el V.G., iniciamos un corto descenso con varias tachuelas entre medias, siguiendo la misma tónica de paisaje. No será hasta los 5 km. aprox. desde el inicio, que atravesaremos una pequeña pinada por un camino bastante pisable.
A continuación, tras dejar a la izda una caseta de cazadores, nos adentramos en la bonita Sendera de Racó del Rei, flanqueada por un gran número de preciosos cipreses, que nos situarán en el Maset de Sala primero, rodeado de campos de labor, prácticamente abandonados como el propio más, y un poco más adelante, el restaurado Mas dels Almaens, al que en su verja han rebautizado como FincaJB.
Continuamos la bajada con la misma tónica hasta que a la altura de un caserío (a unos 10,2 km. de la salida o a 2,1 km. de finalizar), viremos a la izda junto a una casa, para acceder al cauce del barranco, por un camino desdibujado que nos hace ir prácticamente campo a través durante unos 50 m.
Hasta aquí hemos tenido una muy plácida caminata, pero, ya en el cauce del barranco, vamos siguiendo su cauce por un sendero, a veces casi cegado por la maleza o roturado, en el que podemos observar cómo, en sus meandros, se aprovecharon las tierras de aluvión de las aguas para plantar olivos y almendros fundamentalmente.
Este barranco nos lleva al cauce del Río de La Torre, al que nos incorporamos en un punto en el encontraremos un viejo viaducto y alguna canalización en desuso, salvándolos por su derecha para descender al cauce del río. Aquí empiezan las dificultades. El suelo es irregular, con tierra y rocas hoy especialmente húmedas por las lluvias de ayer y, aunque no reviste una gran dificultad técnica, tendremos que transitarlo con mucho cuidado. Salvo en algunos pequeños tramos, no existe un sendero definido, por lo que transitaremos por el cauce saltando entre rocas y pozas de agua. Encontraremos un par de puntos más conflictivos con pequeñas destrepadas, que hay que realizar con mucho cuidado, en que el río se encajona, formando estrechas gargantas entre altas paredes y albergando cuevas en su parte alta. Esta será la tónica hasta llegar a un alto azud de cemento, construido para retener las avenidas del río. Sobrepasaremos la pared esta presa por su parte izda, por una empinada senda y, de nuevo en el cauce, por una cómoda pista, dejando a la izda otro azud, este de pequeñas dimensiones, llegaremos en 0,5 km. al final de la etapa.
Una buena parte del recorrido se hace a la umbría de la sierra y, además de los clásicos pinos, podremos reconocer una gran cantidad del típico matorral mediterráneo, como romero, brezo, esparto, jara blanca, enebro, etc.
A pesar de no ser una ruta muy larga y con un comedido ascenso acumulado, por las dificultades comentadas en transitar la última parte de la ruta, a través del barranco y cauce del Río de la Torre, debemos calificarla como de “Difícil”, pues exige una buena preparación física y una cierta experiencia y habilidad en senderismo. Salvando lo anterior, la ruta puede recomendarse sin ninguna duda, por la belleza de los parajes que se atraviesan.