Vuelta por los altos del valle de Caderechas desde Rucandio

Inicio y final: Rucandio (Burgos)
Distancia: 20 kilómetros
Desnivel positivo: 890 metros
Tipo de caminos: Amplias pistas, senderos y sendas de montaña, terreno técnico rocoso y caminos en buen estado. Algún tramo con arbustos bajos y por terreno abierto. Un tramo muy pequeño por senda cerrada, sorteando la vegetación por un camino a media ladera.

Ruta de vistas espectaculares que recorre todos los altos del escondido valle de Caderechas. Partiendo desde Rucandio, atravesando el pueblo en dirección a la Iglesia de Santa María Magdalena, pronto tomamos un amplio camino que en constante subida nos lleva hasta el Portillo de Rucandio. Este primer tramo va entre bosques, hasta llegar al portillo, punto donde salimos a zona descubierta, y encontramos una senda que nos irá llevando por todo el cordal. Continuamos por esta senda en dirección al portillo de Escóbados, pasando por numerosos puestos de caza de paloma. Una vez que estamos en la parte superior de esta zona, seguiremos el cordal por una senda que nos lleva cercanos al filo, pudiendo disfrutar de las vistas de nuestro entorno, siguiendo sin ningún tipo de dificultad hasta el Portillo de Pesadas.

Desde el Portillo de Pesadas seguimos recorriendo todo el cordal, hasta que llegamos al tranquilo paraje de la Ermita de Santa Marina, un lugar muy buen cuidado en el que encontramos una gran cruz junto a un banco. Este entorno invita a descansar y disfrutar de la tranquilidad que tenemos en el entorno que nos rodea. Una vez que hemos descansado y disfrutado de las vistas, continuamos con el camino y empezamos a seguir una senda que está marcado con puntos azules, haciendo que esta parte del recorrido sea muy ameno y fácil de seguir.

Los puntos azules nos llevan a pasar algún que otro portillo y continuar recorriendo este cordal. Llegados a un punto, abandonamos el cordal para meternos en un bosque en el que empezamos a encontrar marcas rojas, punto en el que esta parte del recorrido enlaza con la conocida Ruta de los Duendes de Herrera de Valdivielso. Pronto en la empinada y "técnica" bajada encontramos una de las zonas más bonitas, es un bosque en el que los árboles tienen alrededor del tronco elementos de ganchillo, haciendo más “especial” este paisaje. Poco después encontramos las mariquitas, setas y demás habitantes de esta ruta tan característica. (Se puede encontrar el enlace a esta ruta pinchando en Ver Más).

Pronto llegamos al pueblo de Herrera de Valdivielso, que atravesaremos para cruzar la carretera y tomar un amplio camino en el interior de bosque que nos lleva a las inmediaciones del pueblo de Ojeda, en el que nosotros no llegamos a entrar y tomamos un amplio camino en el que encontramos marca de GR. Continuamos por este amplio camino hasta que tomamos una pequeña senda que nos lleva por un camino algo cerrado a un amplio camino que parece ser un antiguo cortafuegos, por el tipo de terreno en el que nos encontramos.

A partir de aquí empieza el tramo más "complicado" e incómodo de la ruta. Una pequeña parte por la que tenemos que ir a media ladera para llegar a un camino más amplio pero incómodo, ya que recuerda al tipo de vegetación de un cortafuegos. Llegaremos a una senda empinada de bajada que nos llevará a una zona de frutales en la que encontramos el camino que a través de manzanos nos lleva de vuelta al pueblo de Rucandio.

Debido a este último tramo incómodo y a la distancia y desnivel de la ruta, catalogamos esta ruta como difícil, ya que para algunas personas el tipo de terreno de esta última parte puede resultar algo molesto. Sin duda una ruta recomendable, debido a las vistas y terreno por el que transitamos en casi la totalidad de la ruta (a excepción de esta última parte).