Vuelta al Puig de Randa.

Ruta en la que además de ermitas, he podido descubrir algunos tesoros que desconocía de esta montaña. También he tenido que dejar para otro día una caminata difícil por esta montaña, para cuando pueda ir acompañado, pero eso ya será otra historia.

Un buen lugar para partir es el aparcamiento gratuito que existe frente a la iglesia, dedicada al beato Ramón Llull y a la Inmaculada Concepción. En esta pedanía de Algaida, el Archiduque contabilizó 412 habitantes y 53 casas. En 2008 eran 108 almas.

Subimos hacia la calle Sa Font donde veremos los lavaderos, con el agua que le llega desde la fuente de Randa, 48 metros más arriba y subterránea a través de un "qanat" árabe. Junto a ellos hay un antiguo abrevadero. Este pequeño tramo se encuentra empedrado y todo el conjunto resulta muy rústico, como de otro tiempo. También en el veremos la Cruz de Randa o des Coremer (predicador de la cuaresma), del siglo XVI, según el periódico Ultima Hora de fecha 29/06/1999. En otros textos la fecha es de 1846.

Cogemos unos metros el asfalto de la carretera y enseguida salimos de ella por la calle Des Puig. Junto a la puerta de Can Pou comienza el camino empedrado y llegados al asfalto lo atravesamos hacia el sendero con escalones de piedra que vemos enfrente. Debemos de cruzar unas barreras metálicas que vemos por el camino de tierra. La senda durante todo el recorrido es bien clara.

Un cruce a la izquierda y en fuerte subida nos lleva a una pared rocosa, que no presenta mucha dificultad para superarla. Aún nos quedan tres tramos parecidos a éste pero mucho más sencillos de sortear. Ya arriba las vistas sobre el Mitgorn, la bahía de Palma y parte del Plà y la Tramuntana son magníficas.

El llegar al Puig de Son Reus, 488 msnm, sin vértice geodésico, es más por decir que estuve alli que por sus vistas, pués con la vegetación tiene poco que ofrecer.

Ahora el camino nos lleva hacia las canteras de Coconar de donde se sacaban bordillos para las aceras, empedrados de portazas y rulos para trillar o "carretons de batre". Por allí encontré alguna pieza inacababa. También queda alguna barraca utilizada por los trabajadores. Las vistas desde esta vertiente también son muy buenas. Ya cerca vemos la Peña Falconera, donde se situa el oratorio de Sant Honorat, fundado por Arnau Desbrull en 1394, en el término de Algaida, y debajo la balma o cueva d'Aresta que desde el siglo XVI está ocupado por la ermita de Nuestra Señora de Gracia en el término de Llucmajor. Su templo actual fue construido entre 1770 y 1820.

El acceso a Gracia actualmente se encuentra cerrado debido a los trabajos de mejora que se llevan a cabo. De regreso a la carretera, antes del portillo de Gracia con dos columnas coronadas por bolas, cogemos los atajos de la derecha y llegamos a Sant Honorat. Un lugar muy relajante y espiritual, con muy buenas vistas incluida Cabrera. Su iglesia se terminó en 1661. Salimos por el asfalto en bajada; el camino de tierra de la derecha no lleva a ninguna parte.

En el cruce con la carretera giramos a la derecha y vamos en busca de más atajos para llegar a las antenas, donde se encuentra el cartel de altitud del puig: 534 metros. En la entrada al Santuario de Cura hay una gran explanada alrededor de la que se articula casi todo el complejo espiritual: la iglesia, el museo, jardines, celdas para los Franciscanos; y al fondo el restaurante y un mirador con excelentes vistas.

A la salida del santuario hay una indicación para llegar a la cueva donde cuenta la leyenda que durmió y pasó temporadas de retiro el beato Ramón Llull, pero su acceso está cerrado por una puerta metálica con candado. A unos 10 metros de ésta se ve algo de la cueva, de pequeñísimas dimensiones. Antiguamente era más grande pero en siglo XVIII fue parcialmente destruida por un desprendimiento.

Regresamos al radar más grande y habiéndolo sobrepasado unos metros giramos a la izquierda por un sendero no muy claro que rápidamente se hace reconocible. Una señal de color verde y blanca que señala la "Ruta Cicloturística" nos ayuda a encontrar el inicio. Es el camino del Buen Pastor, precioso. En bajada, a nuestra derecha, se ven dos de las posesiones más emblemáticas de Algaida, la de Albenya y la de Castellitx, en donde existe una de las primeras iglesias de repoblamiento de la isla, ya reseñada en la bula papal de Inocencio IV de 1248. Después de pasar bajo las Peñas des Colomer se llega a las cuevas del polvorín, excavadas durante la II Guerra Mundial y que los lugareños las conocen como los refugios. En forma de "L" tienen otras siete cavidades a su izquierda y la salida se puede realizar por cualquiera de las dos bocas del fondo, pués el camino converge en un mismo punto.

En el camino de bajada hay un tramo muy corto donde conviene ir pendiente a los resbalones. A nuestra izquierda tenemos los restos de las canteras d'Albenya. Al llegar a la carretera circulamos por ella hasta una puerta de hierro, abierta, que es la que da acceso al camino de las pedreras del Coconar, senda que también nos lleva a Gracia. Entre encinas altas bajamos por la torrentera de Coconar para en pocos minutos llegar a la entrada de Randa, lugar ya documentado en el Libro del Reparto de Mallorca en 1232.

Recomendable un frontal o linterna, aparte de la del móvil para disfrutar del polvorín.