VISTABELLA-PENYAGOLOSA (con desvío a Portellàs)

El recorrido no tiene ninguna dificultad, pero es largo.

Se sale del pueblo hacia el cementerio y se coge la GR7 aunque en algunos momentos se sigue con cierta dificultad porque las marcas rojas y blancas están muy borradas. Al llegar a la carretera hay que cruzar ésta y tomar una pista que sale hacia la derecha. En una señal de tráfico al comienzo de la pista están las marcas rojas y blancas apenas reconocibles. Es la GR7 nueva. Tras caminar aprox. 35’ abandonamos la GR7 nueva y nos incorporamos a la GR7 vieja porque es algo más corta.

Poco antes de la ermita San Joan se toma una pista que sale a la izquierda, perfectamente señalizada. Después de pasar por El Corralillo (zona de aparcamiento donde se puede llegar en coche) el camino se va estrechando y se convierte en un sendero que, en el último tramo hacia la cima, asciende en zig-zag haciendo la subida muy cómoda. Penyagolosa tiene dos cimas.

En lugar de bajar directamente, nos desviamos durante 10’ hacia el Portellàs (hay una señal de madera indicando el sendero) para ver las inmensas paredes verticales que tiene esta montaña en la otra vertiente. La vista del Penyagolosa desde este punto es impresionante. Merece la pena.

Retomamos el sendero que va a la ermita San Joan y allí volvemos por el mismo camino de ida hasta que a los aprox. 40’ se deja el sendero de ida a la izquierda y siguiendo recto se vuelve por la GR vieja, que llega hasta Vistabella. El recorrido es muy bonito.

En las cercanías del pueblo, en lugar de ir derechos hacia el cementerio hacemos una pequeña variante cogiendo el sendero de la derecha para bordear “El Calvario” y llegar, finalmente, al punto de partida.