Villafranca de la Sierra: al Cerro de la Cumbre por la mata de Navalvillar

Estamos en un periodo de calor histórico y buscamos con ahínco un destino fresco para nuestra marcha semanal. Nos aventuramos por una zona donde nunca lo habíamos hecho antes y de la que no encontramos ninguna referencia en Wikiloc. Con mapas y fotografía aérea, acertamos a diseñar una marcha que cumple los dos requisitos indispensables: ladera umbría y cubierta de bosque. El diseño ha sido un éxito; la realización, en cambio, imperfecta.

Como no conocemos la zona, preguntamos a un ganadero si hallaremos vallas en nuestro camino. Nos dice que sí, pero todas ellas con portillas que deberemos dejar cerradas. Nos aconseja, además, no aventurarnos fuera de los caminos. Tras un tramo de praderas agostadas donde el sol ya anticipa el calor del mediodía, entramos enseguida en la mata de Navalvillar. El camino sube pausadamente entre bosque de roble que a cierta altura cambia a pino; pero son pinos altos y atractivos, no como los de aquellas horribles repoblaciones de los tiempos del ICONA. Bajo sombra fresca ascendemos suavemente a la cumbre del Cerro de la Cumbre. Nos tememos que avanzar por ella sea penoso pero no es así: el camino culebrea entre pinos a izquierda y derecha prestos a protegernos; de la umbría sube una deliciosa brisa fresca. Además las vistas, cuándo a un lado y cuándo al otro, son excelentes. Nos sobrevuelan parapentes pero no llegamos a descubrir su lugar de despegue.

Tras recorrer el alto, el camino enlaza “automáticamente” con la pista de descenso. Poco después cometeremos un grave error. Observamos otra pista unos metros más abajo, pensamos que es la misma nuestra que zigzaguea y tomamos un sendero de ganado como atajo (waypoint 5). Así llegamos a otra pista (waypoint 6) que no es la misma sino otra más antigua y más atractiva y que baja rauda; nos sentimos felices. Pero poco después desaparece (o la perdemos, waypoint 7) y nos metemos en dificultades. El terreno es muy empinado, cubierto de pinocha resbalosa y también mucha leña seca; por un lado hay rocas abruptas y por otro, plantas pinchosas; nos acordamos del consejo del ganadero. Nos lleva un rato alcanzar la buena pista (que llevábamos grabada en el GPS, waypoint 8) y como ésta va en desmonte, tenemos la dificultad última de hacer una caída controlada para ganarla.

Más adelante llegamos a una bifurcación y en vez de tomar el camino más corto optamos por llegarnos a conocer La Ribera y ver si el río nos permite bañarnos. En esta zona el sol ya atiza sobre la umbría, nos maltrata con sus radiaciones y nos bombardea con neutrones; pero basta con cobijarnos bajo robles o pinos para sentir el alivio del aire fresco que todavía surge de las entrañas del bosque. El río Corneja no nos invita al baño y continuamos paralelos a él hasta el punto de partida donde astutamente habíamos dejado el coche a cobijo de una encina.

El recorrido total ha sido de 14,8 km y el desnivel acumulado, de 617 m. Las fotos y sus comentarios tratan de ayudar en la comprensión de esta marcha. Es muy apropiada para tiempo caluroso y mejor no salirse de los cómodos caminos.