Villafranca de Córdoba: Vereda de la Higueruela. Vereda de la Barca. Central Hidroeléctrica El Salto (circular)

Curiosa circular de campiña y vega que parte desde la glorieta de entrada a Villafranca, enfilando la carretera a Adamuz, antigua Vereda de Montilla a Villafranca. Pronto nos encontramos con la joya del pueblo: el antiguo Puente de los Remedios. Este puente se conserva peatonal, con la carretera actual paralela. En él se observan rastros de metrallazos de la guerra. Al pasar el puente entramos en un pequeño parque que el ayuntamiento intentó llamar Fuente del Río (por la Fuente de Valdecorchos), pero que los lugareños llaman Puente Río.

Al salir del parque, en la glorieta, elegimos la carretera de la antigua estación con tráfico muy ocasional. ¡¡¡OJO!!!Unos metros después tenemos que cruzar las vías del tren. No son vías de alta velocidad y hay muy buena visibilidad, pero siempre hay que tener cuidado. La otra opción es, desde la glorieta, seguir el puente que salta la autovía y andar unos metros por el arcen de la antigua N-IV, que también hay que cruzar, justo antes de coger la Vereda de la Higueruela, llamada así por la Fuente de la Higueruela, que la marca, como no podía ser de otra manera una enorme higuera que rompe el monótono paisaje de campiña y olivar. En este lugar, hay una pequeña alcubilla con agua. Antes de llegar a la fuente, desde el camino también se puede observar la Torre de la Junca, una antigua torre de telégrafos junto a la que hay el vértice del Alcaparral. Ambos están en propiedad privada, pero parece que los propietarios son amables si se les pide paso para ver ambos, o al menos eso parece indicarse en el enlace que adjunto.

No obstante, yo seguí camino para, después de pasar la mencionada Fuente de la Higueruela, torcer a la izquierda por el Arroyo de las Piedras y más concretamente por la Vereda de Montilla a El Carpio. En ella nos encontramos un curioso parque abandonado, junto a una lagunilla posiblemente ornamental, también seca y dejada. La vereda se pierde un poco antes de conectar con la N-IV que hay que seguir por el arcen unos metros hasta conectar con el puente que salva la vía férrea de antes, esta vez lo hicimos bien. Poco después cogemos la pista asfaltada que lleva a la Ermita de San Pedro y a las Grúas del Carpio, una antigua y espectacular noria que ahora es propiedad de la Casa de Alba, en claro estado de abandono a pesar de los intentos del ayuntamiento con la colocación de algunos bancos y una placa en homenaje a Góngora.

Seguimos por la Vereda de la Barca o, mejor dicho, su actual trazado que se desvía del original para salvar la mastodóntica planta termosolar. Esta vereda es muy bella porque discurre paralela al Guadalquivir y permite observar y disfrutar su bosque de ribera. Pronto empieza a verse al fondo la la Central Hidroeléctrica El Salto, declarada Bien de Interés Cultural y monumento en 2003, y que aprovecha la velocidad de las aguas producida por la presa del mismo nombre, poco más de un km río arriba. Poco después de este punto la vereda empieza a perderse, supongo que porque después de llegar a la Casa de la Barca (que yo no encontré, si es que todavía existe, que lo dudo), el camino acaba. ¡¡¡OJO!!! A partir de aquí no queda más remedio que ir por lindes, cauces y olivares durante un buen rato hasta llegar a la vía de servicio paralela a la autovía. Este tramo, que a mí me resultó divertido, puede que no guste mucho a senderistas más cómodos. Ya en la vía de servicio, solo tiene interés una preciosa alameda que en los mapas se denomina La Isla y que no es más que un meandro abandonado del Guadalquivir. La pista asfaltada desemboca en la glorieta del Puente Río y, de ahí, solo queda andar un km hasta el punto de partida de esta ruta circular.