VILLADEPALOS (puente colgante) - Castrelín - PEÓN - VALIÑA - castaño monumental - pico de la Dehesa (Couto 767m). Ruta TOP
near Peón de Abajo, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Ruta TOP realizada hoy por Andarines de Arcos, 26-11-2023.
Me acompaña está vez Carlos Vázquez en una mañana gélida.
Recorrido por senderos increíbles, con salida desde el Campo de fútbol del Club deportivo Berciano de Villadepalos. Cruzamos el puente colgante sobre el Sil, e iniciamos la caminata a través de espectaculares senderos, primero ribereños, luego transcurren entre frondosas dehesas de encinas, jaras, madroños y escobas. Sendas marcadas y trazadas con curiosos nombres, caminos antiguos que unen los pueblos de Peón y Valiña. Pasamos por el Castrelín de San Juan de Paluezas, el monumental castaño de Valiña (enorme) y subimos al pico de la Dehesa 767m, donde está el vértice geodésico (Couto). Un precioso mirador natural. Bajada muy técnica y peligrosa.
Ruta muy recomendable, sendas impresionantes. Repetiremos pronto.
Necesario seguir el track, debido al gran número de sendas de características similares.
EL PUENTE DE LA BARCA (Villadepalos)
Aguas abajo, en la localidad de Villadepalos, también perteneciente al municipio de Carracedelo, otro puente colgante, de construcción mucho más reciente, se balancea sobre la corriente del Sil en homenaje a una senda de importante relevancia histórica que unía la zona de Las Médulas con la planicie del Bierzo. Sobre la pasarela colgante, Luciano Ares, extrabajador de la cementera Cosmos de Toral de los Vados e impulsor a través de la asociación cultural Vaga Lume de la construcción del conocido como puente de la barca, explica que el descubrimiento de unos documentos que acreditaban la existencia de otro puente en la misma zona durante los años de la República fue el desencadenante que desbloqueó un proyecto que durmió en un cajón durante siete años.
«Este era el camino más corto desde las minas de oro de Las Médulas hacia la ciudad romana de Bergidum Flavium, en la zona donde hoy está Cacabelos», comenta Luciano, que añade que actualmente sigue siendo la salida más directa hacia la Cabrera y las tierras de la provincia de Zamora. «La historia del puente está relacionada con las sendas», explica el impulsor de una pasarela cuya historia se remonta en el tiempo 18 años atrás. «Desde la asociación propusimos que se construyera un puente que durase para siempre, ya que en años anteriores habíamos levantado de forma rústica otras pasarelas río arriba pero siempre se las llevaban las riadas», recuerda Luciano. Los modelos a imitar eran los vecinos puentes colgantes de Valiña y de Villaverde y el pleno del consistorio aprobó por unanimidad el proyecto.
Sin embargo y pese al apoyo de los vecinos, «desde que se hizo la instancia hasta que se construyó el puente pasaron siete años» ya que la Confederación Hidrográfica, por aquel entonces del Norte, exigía la presentación de un proyecto de obra cuyo coste no podía asumir la asociación cultural. Fue entonces cuando un golpe de suerte desbloqueó la situación: un vecino y cazador de la zona puso a los impulsores del proyecto sobre la pista de un antiguo puente construido en ese mismo punto por unos particulares, que cobraban a los peatones por usar la pasarela. El vecino conservaba además los planos originales del puente, fechados en 1.934, que habían llegado a sus manos a través de un antiguo alcalde.
Una vez examinados los planos y ya sobre el terreno, los responsables de la asociación cultural localizaron un pequeño resto de la estructura del antiguo puente. «Fue lo que nos salvó, esto cambiaba la historia, porque había un precedente, una referencia», explica Luciano. El proyecto mutó entonces hacia el terreno de la restauración de la antigua pasarela, en lugar de la construcción de una nueva. El consistorio de Carracedelo recogió entonces el testigo de la asociación y financió con 80.000 euros la obra del puente, llevada a cabo por el ingeniero Ventura Granja, residente en Valiña y, por lo tanto, ligado a la historia de los puentes colgantes. Los contactos de Luciano en la cementera facilitaron la llegada de los cables que sostienen la estructura, que provenían de los puentes grúa de la empresa.
Para Luciano, la existencia de la antigua pasarela «demostraba que teníamos derecho a tener nuestro puente». «Del otro lado del río está el monte que tenemos para el pueblo, toda la leña venía de ahí, y durante gran parte del año no podíamos pasar, ya que el río era insalvable», argumenta y recuerda que en la zona «hubo otro puente colgante que comunicaba La Vega con Peón, pero hace casi 40 años que se lo llevó el río».
El nombre de puente de la barca, con el que se bautizó la estructura tras su inauguración en el año 2005, hace referencia a la existencia años atrás y en el mismo punto del río de un paso con barcazas. «Por esta vaguada venía la gente que iba a la popular feria ganadera de Cacabelos del 2 de mayo desde los pueblos de la Cabrera y un barquero los cruzaba de lado a lado», recuerda Luciano. «Hubo una barca tan grande que incluso pasaban el ganado en ella», explica, y recuerda como, siendo un niño, alguna vez salía a «cometer alguna travesura» en un bote que no estuviera bien amarrado.
A día de hoy, la última de esas barcas que navegó entre las dos orillas se mantiene como parte del paisaje de la zona de baño que se ha creado alrededor de la pasarela. «Durante el verano es el sitio más visitado de todo el pueblo», presume Luciano. Él mismo ha utilizado la cubierta del bote para dibujar en ella las sendas de montaña que conectan con Carucedo, Las Médulas y el cercano poblado fortificado de El Castrelín.
Me acompaña está vez Carlos Vázquez en una mañana gélida.
Recorrido por senderos increíbles, con salida desde el Campo de fútbol del Club deportivo Berciano de Villadepalos. Cruzamos el puente colgante sobre el Sil, e iniciamos la caminata a través de espectaculares senderos, primero ribereños, luego transcurren entre frondosas dehesas de encinas, jaras, madroños y escobas. Sendas marcadas y trazadas con curiosos nombres, caminos antiguos que unen los pueblos de Peón y Valiña. Pasamos por el Castrelín de San Juan de Paluezas, el monumental castaño de Valiña (enorme) y subimos al pico de la Dehesa 767m, donde está el vértice geodésico (Couto). Un precioso mirador natural. Bajada muy técnica y peligrosa.
Ruta muy recomendable, sendas impresionantes. Repetiremos pronto.
Necesario seguir el track, debido al gran número de sendas de características similares.
EL PUENTE DE LA BARCA (Villadepalos)
Aguas abajo, en la localidad de Villadepalos, también perteneciente al municipio de Carracedelo, otro puente colgante, de construcción mucho más reciente, se balancea sobre la corriente del Sil en homenaje a una senda de importante relevancia histórica que unía la zona de Las Médulas con la planicie del Bierzo. Sobre la pasarela colgante, Luciano Ares, extrabajador de la cementera Cosmos de Toral de los Vados e impulsor a través de la asociación cultural Vaga Lume de la construcción del conocido como puente de la barca, explica que el descubrimiento de unos documentos que acreditaban la existencia de otro puente en la misma zona durante los años de la República fue el desencadenante que desbloqueó un proyecto que durmió en un cajón durante siete años.
«Este era el camino más corto desde las minas de oro de Las Médulas hacia la ciudad romana de Bergidum Flavium, en la zona donde hoy está Cacabelos», comenta Luciano, que añade que actualmente sigue siendo la salida más directa hacia la Cabrera y las tierras de la provincia de Zamora. «La historia del puente está relacionada con las sendas», explica el impulsor de una pasarela cuya historia se remonta en el tiempo 18 años atrás. «Desde la asociación propusimos que se construyera un puente que durase para siempre, ya que en años anteriores habíamos levantado de forma rústica otras pasarelas río arriba pero siempre se las llevaban las riadas», recuerda Luciano. Los modelos a imitar eran los vecinos puentes colgantes de Valiña y de Villaverde y el pleno del consistorio aprobó por unanimidad el proyecto.
Sin embargo y pese al apoyo de los vecinos, «desde que se hizo la instancia hasta que se construyó el puente pasaron siete años» ya que la Confederación Hidrográfica, por aquel entonces del Norte, exigía la presentación de un proyecto de obra cuyo coste no podía asumir la asociación cultural. Fue entonces cuando un golpe de suerte desbloqueó la situación: un vecino y cazador de la zona puso a los impulsores del proyecto sobre la pista de un antiguo puente construido en ese mismo punto por unos particulares, que cobraban a los peatones por usar la pasarela. El vecino conservaba además los planos originales del puente, fechados en 1.934, que habían llegado a sus manos a través de un antiguo alcalde.
Una vez examinados los planos y ya sobre el terreno, los responsables de la asociación cultural localizaron un pequeño resto de la estructura del antiguo puente. «Fue lo que nos salvó, esto cambiaba la historia, porque había un precedente, una referencia», explica Luciano. El proyecto mutó entonces hacia el terreno de la restauración de la antigua pasarela, en lugar de la construcción de una nueva. El consistorio de Carracedelo recogió entonces el testigo de la asociación y financió con 80.000 euros la obra del puente, llevada a cabo por el ingeniero Ventura Granja, residente en Valiña y, por lo tanto, ligado a la historia de los puentes colgantes. Los contactos de Luciano en la cementera facilitaron la llegada de los cables que sostienen la estructura, que provenían de los puentes grúa de la empresa.
Para Luciano, la existencia de la antigua pasarela «demostraba que teníamos derecho a tener nuestro puente». «Del otro lado del río está el monte que tenemos para el pueblo, toda la leña venía de ahí, y durante gran parte del año no podíamos pasar, ya que el río era insalvable», argumenta y recuerda que en la zona «hubo otro puente colgante que comunicaba La Vega con Peón, pero hace casi 40 años que se lo llevó el río».
El nombre de puente de la barca, con el que se bautizó la estructura tras su inauguración en el año 2005, hace referencia a la existencia años atrás y en el mismo punto del río de un paso con barcazas. «Por esta vaguada venía la gente que iba a la popular feria ganadera de Cacabelos del 2 de mayo desde los pueblos de la Cabrera y un barquero los cruzaba de lado a lado», recuerda Luciano. «Hubo una barca tan grande que incluso pasaban el ganado en ella», explica, y recuerda como, siendo un niño, alguna vez salía a «cometer alguna travesura» en un bote que no estuviera bien amarrado.
A día de hoy, la última de esas barcas que navegó entre las dos orillas se mantiene como parte del paisaje de la zona de baño que se ha creado alrededor de la pasarela. «Durante el verano es el sitio más visitado de todo el pueblo», presume Luciano. Él mismo ha utilizado la cubierta del bote para dibujar en ella las sendas de montaña que conectan con Carucedo, Las Médulas y el cercano poblado fortificado de El Castrelín.
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