Veredas de la Bastida, del Llano de los Mesoneros y la Cigarra (por el vértice geodésico de la Cigarra)
near Cigarra, Andalucía (España)
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Itinerary description
Ruta siguiendo algunas vías pecuarias de nuestra sierra, que comienzo en la urbanización El Páramo, justo por el límite de los términos de Córdoba y Almodovar. Para llegar hasta aquí sigo la A-431 y poco después de atravesar Villarrubia giro a la derecha por la urbanización de Cuevas Bajas; en un kilómetro vuelvo a tomar a la derecha por la calle Cuevas Bajas y recorro algo más de 2 kilómetros, aparcando en la última calle a la izquierda antes del puente sobre el arroyo Guadarromán.
Inicio la ruta cruzando el puente, pasado el cual hay que atravesar un olivar rodeado por una alta alambrada que tenía una cancela que podía abrirse, por lo menos hace un par de años; ahora está cerrada con candado, pero afortunadamente unos metros antes de la puerta hay un hueco en la malla por el que se puede pasar sin mayor dificultad. Luego, a través de un túnel en la vegetación, cruzo un arroyuelo que muere en el Guadarromán y después un puentecito sobre el Canal del Guadalmellato, justo antes de encontrarme una puerta con un portillo lateral que permite el paso a la finca Las Cuevas Nuevas. A lo largo de la ruta hay varias cancelas que pueden abrirse (y deben cerrarse) o bien tienen un portillo al lado; sólo para subir al vértice geodésico de la Cigarra hay que salvar una alambrada.
A medida que subo por la Vereda de la Bastida, primero por una senda que luego se ensancha, tengo unas magníficas vistas de la campiña cordobesa y de Almodóvar del Río (con su emblemático castillo). Voy caminando entre ganado vacuno, llegando a un hermoso espacio abierto donde en lo alto y a la izquierda queda la antigua Casa del Guarda (hacia la derecha se puede ver a lo lejos la Casa de la Bastida). Continúo a mi izquierda, dejando a un lado la casa y tomando un camino que baja hacia la confluencia de los arroyos Matalagartos y Guadarromán, en un bello y tranquilo paraje. Vadeo fácilmente el Guadarromán y subo por la Vereda del Llano de los Mesoneros (que aquí coincide con el Camino de la Dehesilla), llegando a una cancela: a partir de aquí dejo los terrenos de La Bastida para continuar por La Dehesilla, en dirección a la Casa de San Luis, disfrutando de un soberbio paisaje de dehesa en esta primavera anticipada.
Pasada la Casa de San Luis, sin entrar en la finca Villalobillos, dejo la Vereda del Llano de los Mesoneros y sigo a mi izquierda junto al muro, abriendo otro portillo antes de cruzar nuevamente el Guadarromán; luego el sendero sube entre alambradas hasta que arriba aparece el antiguo muro de piedra que delimita Villalobillos. Entre esta tapia y el cortijo de la Cigarra Alta va discurriendo la
Vereda de la Cigarra (no deslindada), por un cómodo camino hasta llegar a las casas de la Cigarra Baja; continúo a la izquierda por pista asfaltada apenas 100 metros, encontrando la alambrada abierta, y subo un poco para llegar al cortafuegos que asciende al vértice geodésico de la Cigarra, pero topo de nuevo con la alambrada. Hay un punto en que la malla está ligeramente levantada y puede pasarse reptando bajo la misma, eso sí, siempre que se esté delgado y pegándose como una lapa al suelo (con precaución de no engancharse). Una vez al otro lado, subo por el cortafuegos hasta el vértice geodésico (nuevamente hay una alambrada pero está tumbada): aquí, entre gamones, hay otra magnífica panorámica de Almodóvar y de la Vega de Córdoba.
Bajo un trecho por el cortafuego, dejándolo luego para continuar monte a través sin camino definido, hacia Cuevas Bajas. Conviene no bajar mucho hacia el barranco, mejor ir por la cuerda, pues luego hay que descender hasta el Guadarromán por la ladera derecha. Ésta es la parte más dificultosa de la ruta (uno de los motivos por los que la he catalogado de difícil, además del paso bajo la alambrada y sobre el Canal del Guadalmellato en algún punto estrecho, ya al final del recorrido).
Llego por fin al arroyo, también en un bonito paraje, y lo sigo tras vadearlo hasta llegar al Canal. Caminando sobre sus muros y luego junto a ellos, pronto llego a la calle Guadarromán de la urbanización de El Páramo, a escasos metros del inicio de la ruta.
Inicio la ruta cruzando el puente, pasado el cual hay que atravesar un olivar rodeado por una alta alambrada que tenía una cancela que podía abrirse, por lo menos hace un par de años; ahora está cerrada con candado, pero afortunadamente unos metros antes de la puerta hay un hueco en la malla por el que se puede pasar sin mayor dificultad. Luego, a través de un túnel en la vegetación, cruzo un arroyuelo que muere en el Guadarromán y después un puentecito sobre el Canal del Guadalmellato, justo antes de encontrarme una puerta con un portillo lateral que permite el paso a la finca Las Cuevas Nuevas. A lo largo de la ruta hay varias cancelas que pueden abrirse (y deben cerrarse) o bien tienen un portillo al lado; sólo para subir al vértice geodésico de la Cigarra hay que salvar una alambrada.
A medida que subo por la Vereda de la Bastida, primero por una senda que luego se ensancha, tengo unas magníficas vistas de la campiña cordobesa y de Almodóvar del Río (con su emblemático castillo). Voy caminando entre ganado vacuno, llegando a un hermoso espacio abierto donde en lo alto y a la izquierda queda la antigua Casa del Guarda (hacia la derecha se puede ver a lo lejos la Casa de la Bastida). Continúo a mi izquierda, dejando a un lado la casa y tomando un camino que baja hacia la confluencia de los arroyos Matalagartos y Guadarromán, en un bello y tranquilo paraje. Vadeo fácilmente el Guadarromán y subo por la Vereda del Llano de los Mesoneros (que aquí coincide con el Camino de la Dehesilla), llegando a una cancela: a partir de aquí dejo los terrenos de La Bastida para continuar por La Dehesilla, en dirección a la Casa de San Luis, disfrutando de un soberbio paisaje de dehesa en esta primavera anticipada.
Pasada la Casa de San Luis, sin entrar en la finca Villalobillos, dejo la Vereda del Llano de los Mesoneros y sigo a mi izquierda junto al muro, abriendo otro portillo antes de cruzar nuevamente el Guadarromán; luego el sendero sube entre alambradas hasta que arriba aparece el antiguo muro de piedra que delimita Villalobillos. Entre esta tapia y el cortijo de la Cigarra Alta va discurriendo la
Vereda de la Cigarra (no deslindada), por un cómodo camino hasta llegar a las casas de la Cigarra Baja; continúo a la izquierda por pista asfaltada apenas 100 metros, encontrando la alambrada abierta, y subo un poco para llegar al cortafuegos que asciende al vértice geodésico de la Cigarra, pero topo de nuevo con la alambrada. Hay un punto en que la malla está ligeramente levantada y puede pasarse reptando bajo la misma, eso sí, siempre que se esté delgado y pegándose como una lapa al suelo (con precaución de no engancharse). Una vez al otro lado, subo por el cortafuegos hasta el vértice geodésico (nuevamente hay una alambrada pero está tumbada): aquí, entre gamones, hay otra magnífica panorámica de Almodóvar y de la Vega de Córdoba.
Bajo un trecho por el cortafuego, dejándolo luego para continuar monte a través sin camino definido, hacia Cuevas Bajas. Conviene no bajar mucho hacia el barranco, mejor ir por la cuerda, pues luego hay que descender hasta el Guadarromán por la ladera derecha. Ésta es la parte más dificultosa de la ruta (uno de los motivos por los que la he catalogado de difícil, además del paso bajo la alambrada y sobre el Canal del Guadalmellato en algún punto estrecho, ya al final del recorrido).
Llego por fin al arroyo, también en un bonito paraje, y lo sigo tras vadearlo hasta llegar al Canal. Caminando sobre sus muros y luego junto a ellos, pronto llego a la calle Guadarromán de la urbanización de El Páramo, a escasos metros del inicio de la ruta.
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Comments (2)
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Preciosa ruta entre encinares, gamones y vacas pajunas que miran con cara de pocos amigos, como siempre explicada de una forma magistral . Hay que planificar pronto la subida al Bermejo por la cara norte, estamos ya en la época. Hoy era una gozada ver amanecer viendo el Rallye en la curva la gasolinera de Trassierra bajo un concierto de trinos de pinzones, trepadores azules, chochines, torcecuellos, los últimos mochuelos que ya terminaban su jornada nocturna, verdecillos, verderones y muchos más pájaros. A ver si hay suerte y llueve algo la semana que viene.
Esta primavera, para mayo, Paco!!!