Ventorrillo - Braña de Cubanón - Sierra de Barcena - Río Irbienza (Cantabria)

Desde un punto de aparcamiento cerca de Ventorrillo y junto a la N-611, antes saturada de tráfico y ahora vacía, iniciamos y terminamos esta marcha circular. Pronto, inmediatamente de salir de la carretera comenzamos a subir, ya no pararíamos durante 2 horas en que ascendemos 534 m de desnivel, hasta los 1.082 m, con 4 kmt de recorrido. Hermosas vistas al valle de Bárcenas Pié de Concha entre piornos y bosque de acebos y hayas hasta los 952 m después de superar la Braña de Cubanón. El alto de la Sierra de Bárcena es abierto, limpio de arbolado, amplias vistas se ofrecen, el día es hermoso de luz y temperatura, el Pico de Jano se ve a la izda. otros senderistas se dirigen a él y las siluetas de otros se vislumbran arriba. Pero nosotros vamos para abajo, desde la Peña el Lanchero comenzamos a descender, casi tocamos el embalse de Mediajo pero no le vemos. Antes de entrar en otro hermoso bosque de hayas, durante unos 700 m bajamos por un piornal, quemado.
A los 5,200 kmt entramos en el bosque, es la mitad de la ruta. Descendemos sobre un suelo de hojas secas de las hayas, largos y paralelos árboles pelados son nuestra preciosa escenografía, colores grises y marrones, solo los colores de nuestra ropa rompe esa uniformidad, las hojas muertas recuperan la voz. Como un ejército de guerrilleros, parecemos maquis bajando por el bosque, anárquicamente, sin sendas fijas, el objetivo es bajar y tener cuidado, el tupido manto de hojas tapan piedras o agujeros que podrían chafarnos la marcha. El rio se escucha, sus aguas braman al chocar con las piedras, su voz es más próxima cada paso descendente que damos. Son las 13,45 h, cuatro horas de camino, 690 m de altura, encontramos los primeros saltos de agua, un arroyo que descendía de la Sierra de Bárcena y quería encontrarse con las aguas del Irbienza y jugar con más amigos entre rocas, árboles y raíces. Al rio le vemos abajo, cada metro, cada paso más cerca.. hasta que llegamos a él. No hay puente, la anchura es respetable, buscamos el agua más baja. Conocíamos esta circunstancia por lo que el guía había preparado bolsas de basura entre las que envolvimos nuestros pies y botas, así evitamos descalzarnos. Otros buscaron otros pasos estrechos donde poder pasar dando saltos entre rocas. Fueron unos momentos emocionantes y diferentes. Los momentos continuaron siendo diferentes al pasar por el puente de piedra que ahora sí había para volver a pasar a la orilla inicial por la que veníamos. Las piedras mojadas son las mejores aliadas de los accidentes, y así ocurrió con dos compañeros, una fue al agua y otro cayó recibiendo un fuerte golpe que hizo sospechar de rotura de costilla. Es la montaña, la confianza en que nunca pasa nada, hasta que pasa!. A las 15,15 h llegamos al aparcamiento donde nos espera el Bus. Regresamos a Palencia para atender los cuidados médicos de los "heridos".
Ha sido un buen día en una buena y recomendable ruta.
Atención a quien quiera seguir esta ruta, no olvide que hay que cruzar el río y que las guas en la montaña, su nivel, cambian cada día. Y para cruzarlo... descalzarse o.... bolsas de basura, jeje.