Vegueta del Caracol, Cortijos Cabañas Viejas - Hornillo, Acequia La Mata, Cabecera del San Juan, Vegueta del Caracol.

Entre dos luces, preludio de un nuevo día, desde la Vegueta del Caracol, y por la archiconocida Vereda de La Estrella damos inicio a este recorrido, que no por conocido, deja ser sumamente atractivo e impactante por los cortados volados y expuestos por los que vamos a pasar. En concreto en los localizados en la antigua Acequia de La Mata.

La Vereda de La Estrella, es la vía de entrada a la zona oculta de Sierra Nevada por el Valle que forma el Río Genil, la cual "acompaña" gran parte de este en su margen lateral izquierdo y por la cual acceder a las grandes Cimas de la vertiente norte. Es la puerta de entrada a los Reyes de Sierra Nevada. La Alcazaba y el Mulhacén.

Por Vereda podemos optar a distintas variantes en función del recorrido que pretendamos realizar. Hoy, el plan es, Cortijos de Cabañas Viejas y Hornillo, Acequia de La Mata, Tajos del Campanario.

La Vereda de La Estrella, está muy marcada y seguirla no entraña ningún problema. Una vez hemos remontado el tramo que nos lleva al Castaño del Abuelo, a nuestra derecha sale un sendero, el cual obviamos (este, es el Sulayr, y asciende a la Hortichuela) y una vez superado el Abuelo llegamos al desvío del Sendero a Cabañas Viejas a nuestra derecha, el cual tomaremos.

Este Sendero es un continuo zigzagueo en ascenso hasta coronar en la era, en la parte baja de las tierras de labor del Cortijo.

El Cortijo de Cabañas Viejas, está rehabilitado perfectamente, siendo un excelente refugio de media montaña.

Tras visitar este, y ganado altura, continuamos camino hacia el Cortijo del Hornillo por medio de un gran Robledal. El Hornillo, es posiblemente el lugar más maravilloso e idílico de esta parte de Sierra Nevada. La rehabilitación total que la Dirección del Parque Nacional llevó a cabo, fue magnífica. Se rehabilitó Cortijo, Cuadras, y naves de aperos con sus correspondientes literas de madera para el vivaqueo. Esto que es excelente y bueno, también trae su parte mala. ¿cómo es posible eso?... Hay grupos que de montañeros, o amantes de la montaña, tienen poco. Se aposentan como si aquello fuese una casa rural, o su "cortijo". Basura, latas, cartones de tetrabrik, botellas de vidrio y de plástico. Algunos pensarán que por la noche, pasan los recogedores de residuos urbanos, ¡¡vamos, que el basurero va ha recoger la basura de ellos!! y lo peor: hoguera de fuego en un lugar no habilitado para ello para hacer comida, y no estar pendiente de ella. (de la hoguera, claro está) Eso es algo totalmente prohibido. No concibo comportamientos de esa índole.

Volviendo al Hornillo, no podemos obviar el emplazamiento donde se ubica. Un balcón hacia el Valle del Genil. Los Presidiarios, Barracón del Calvario (La Cucaracha), las caras nortes del Mulhacén, Alcazaba, Loma de Los Cuartos, Loma del Calvario, Mojón Alto, El Cuervo, Vacares y Loma del Lanchar, que son espectaculares. No nos equivocamos si catalogamos este emplazamiento como uno de los mejores miradores naturales de Sierra Nevada.

En el Hornillo, con cierto "cabreo" por lo que veo, un suave refrigerio para afrontar la parte más dura de esta travesía de media - alta montaña.

El Hornillo se queda tras los pasos y cerca de la Charca, descendemos brevemente hasta tomar el cauce de la antigua Acequia de La Mata, el cual seguiremos hasta su toma del Río Guarnón.

Desconozco el origen de la Acequia, pero no descarto que sea árabe, pues Guejar Sierra fue un emplazamiento Musulmán desde el 711, hasta el 1500, y al igual que estos "domaron" las altas lomas de La Alpujarra, no descarto que en estas, también lo hicieran.

La Acequia, desde su toma en el Río Guarnón, hasta los Prados del Hornillo, tiene aproximadamente tres kilómetros y medio. La finalidad era regar las labores del Hornillo, Cazoletas, Cabañas Viejas y Las Pozas. Su construcción tuvo que ser ardua y laboriosa por los tramos de los tajos volados por los cuales hubo que tallar la roca para abrir curso al agua, y hasta hace aproximadamente unos quince-veinte años estuvo llevando el líquido elemento.

Desde el Organismo Autónomo Parques Nacionales, Parque Nacional de Sierra Nevada, hace años se llevó a cabo diferentes trabajos de recuperación de la red de acequias tradicionales de la Dehesa de San Juan, Loma del Muerto, Hoyo Puente, Haza Mesa, Cabañas Viejas, Hornillo, Lagarto o La Mata.

Desgraciadamente por efectos de los aludes y derrumbes provocados por estos, la recuperación no fue total, siendo la de La Mata, en la que más se trabajó, y la que más presupuesto necesitó. Esta acequia, con algunos tramos tallados en roca, y "volados" a lo largo de su recorrido, ha sufrido grandes desprendimientos, los cuales evitan que la fuente de vida que es el agua, llegue a su destino. Además de lo mencionado, en la zona hay gran cantidad de ganado vacuno, el cual termina destrozando la zona donde ramonea.

Por diversas causas, la Acequia pasó al olvido, y lo que antes era un curso hídrico, ahora, es un sendero.

En las zonas "voladas", para facilitar y asegurar el paso, se dotó de anclajes de sujeción con cadena, cuerdas y cables de acero. Pero está visto que hay vándalos y terroristas medioambientales en todas partes. Las cadenas, que eran las más seguras, ya no están. Quedan unos cables de acero y cuerdas de escalada que sufren la erosión de la climatología. Estas Solas no se han soltado de sus anclajes. (las cadenas)

Sobre la Acequia de La Mata, tengo que decir, que veo como la denominan "VEREDA LOCA". No sé de dónde sale ese nombre. Si es invención por el recorrido de la acequia.... lo han visto en algún mapa... (yo desde luego no) o alguien la ha rebautizado así. Cuando hablo con hombres mayores de Guejar Sierra, pastores que estaban desde niños por esos barrancos con sus ovejas, cabras y vacas, coinciden en ACEQUIA DE LA MATA.

Bien es verdad, que los lugareños conocen los lugares por nombres que no los reconocen el Instituto Geográfico Nacional, ni aparecen como tales.

Hace años, tuve la suerte de conocer esta Acequia, tal como era...llena de agua, con un caudal que rebosaba sus bordes. Un caudal de vida corriendo por esta Loma. Los tramos que hoy están asegurados (medianamente) y otros expuestos, los pasamos arrastrandonos por el mismo cauce y sobre la misma Acequia, calados hasta los huesos. No había otra forma.

Dejamos la Acequia, y solo queda subir el Barranco del Guarnón en constante ascenso paralelos al Río, el cual conforme ascendemos, va teniendo menos caudal. Algo obvio por las fechas en que estamos.

Superadas las Trancadas del Guarnón, nos dirigimos a la base de los Tajos del Campanario, en busca del Veredón inferior. La primera impresión que percibimos al contemplar los Tajos, es que por ahí, no hay forma de pasar, pero una vez en la senda que asciende por la pared, esta se va acomodando a los salientes del Tajo, hasta culminar en su máxima altura, en la cabecera del Barranco del Río San Juan.

Las panorámicas que podemos contemplar, son muy sugestivas. Tras el deleite de la contemplación de estas, solo queda bajar por los grandes prados de borreguiles, hacia el Río San Juan y abandonar este por la Acequia de Haza Mesa, continuando por su curso hasta el mirador de Haza Mesa, en la parte inferior del Puntal de la Cazoleta, o Morra de Haza Mesa, y al Cortijo (ruinas) de Hoyo Puente, desde el cual, continuar por el Robledal de la Dehesa del San Juan hasta la antigua cantera de Serpentina. Una vez en esta pasaremos el Río San Juan y por la antigua vereda del San Juan, bajar a la Vegueta del Caracol.