202. Vega del Ubierna y Sierra de Monteacedo
near San Martín de Ubierna, Castilla y León (España)
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Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 39 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 238 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Es ésta una ruta sin complicaciones; placentera. Tampoco hay complejidades para llegar a ella, a menos que vengas de los confines de la galaxia (…hacerlo desde más allá…, ‘¡ya sería tener ganas!’).
Puedes empezar en el pueblo de Ubierna o en San Martín de Ubierna, (casi) indistintamente. Y puedes recorrerla en cualquier dirección, (casi) indistintamente. Pero, ¡ay esos diminutos ‘casis’! Se te pueden atragantar, sopesando pros y contras.
Si vienes por el sur, lo lógico sería empezar en Ubierna. Está 2 km más cerca y con acceso más directo. Por el norte, al revés. A continuación hay que decidir el sentido del recorrido: ¿el de las agujas del reloj?
Generalmente, es mejor coger los tramos con más pendiente al inicio, cuando estás más descansado y hace más fresco. Si así lo decides, apenas pongas los pies en el suelo de Ubierna, empezarás a subir las rampas más exigentes.
…A menos que vengas con el calentamiento hecho ‘de casa’, puede darte un patatús (exagerando). Enseguida afrontarías casi medio km con el 20% de inclinación; así, de sopetón.
“Bueno, pues entonces vamos en la dirección opuesta. Así calentamos durante un par de kilómetros por llano de Ubierna hasta San Martín, y luego subimos desde allí, por el otro lado”.
“Ya, pero así pierdes las otras ventajas: lo más duro, primero”. “Además, las bajadas con mucha pendiente resultan especialmente incómodas, aparte de propensas a resbalones”.
Para añadir aún ‘más leña al fuego’, justo ese recorrido desde Ubierna a San Martín, y con ese rumbo, ya lo habíamos hecho un año antes. “Habrá que variar algo…; …al menos, hacerlo a la inversa, ¿no?”.
Con estos nimios devaneos mentales de escaso fuste, aún conduciendo de camino al inicio, no me extraña que pasara lo que pasó: un despiste (mío) poco antes de empezar (ver Anécdota). Trastocó totalmente los planes lógicos….
LA RUTA
Empezamos, ‘después de todo’ (lo anterior), en San Martín de Ubierna, a pesar de hallarse más alejado. Por causa de un extravío mental (Anécdota). Éste, sin embargo, posiblemente escondía alguna razón oculta a la conciencia. Vamos, otro ‘sin-queriendo’.
De San Martín a Ubierna vamos por una pista asfaltada, llamada ‘Camino de San Martín’, de servicio local. Es como una calle de 1,5 km, pero en plena naturaleza, a través de la vega del río Ubierna. Todas (calle y vega) en exclusiva para nosotros.
Saliendo de Ubierna (km 2,1), iniciamos el ascenso al monte. Primero, más manso; luego, claramente empinado (del km 3,2 al 3,6 hay 80 m de desnivel); después, se suaviza de nuevo. Siempre por un sendero marcado y, finalmente, fácil camino.
En el km 4,3, un desvío a la derecha nos lleva al punto geodésico del Monteacedo, junto a algunas ruinas de difícil identificación. Es posible subir al pináculo trepando por unos peldaños. Hay vistas panorámicas por encima del tupido bosque de encinas.
Volvemos (poco más de 100 m) y retomamos el camino principal (km 4,7). Lo abandonaremos enseguida (km 5,3) por la derecha, para irnos al borde de los acantilados y tener bonitas perspectivas del valle del Ubierna (km 5,4).
Desde allí podemos continuar cerca del borde cuanto queramos (terreno algo agreste) o volver al camino. Elegimos la primera opción (hasta el km 6,8), por zona paramera, abierta, ahora pletórica de aulagas y gamones floridos.
Llegamos a una dehesa de encinas (km 8 a 9,4), ya en descenso. Sólo nos queda dejarnos guiar por el camino hasta el llano y el punto de inicio de la ruta en San Martín de Ubierna.
Posibles Dificultades:
Tal vez, como gracieta inocente, podríamos decir que la mayor dificultad de la ruta son los 8 o 9 escalones (barras metálicas) para subir (4,5 metros) al hito geodésico de Monteacedo (si quieres). Para hacerlo, hay que agarrarse y apoyarse con firmeza.
El recorrido, con escaso desnivel y longitud, sólo tiene 400 metros de pendiente exigente (del km 3,2 al 3,6), por un sendero en buen estado. Luego, caminar por el pedregoso páramo cerca de los acantilados no es cómodo, pero puedes reducir ese tramo (km 5,8 a 6,8).
La orientación no es difícil. Todo resulta bastante evidente. Si acaso, entre los km 7,1 y 8,5, hay varias opciones de caminos y senderos entre las cuales elegir.
DESTACADO
Seleccionaré algunos retazos que resaltan a lo largo del trayecto. Hay que reconocer que varios aspectos de la ruta se benefician de la luz y los tintes primaverales. Dicho sea sin afán de mermarle méritos a la propia ruta.
(1) El Paseo por la Vega del Ubierna:
El comienzo es espléndido: estimula y relaja. El sol abrillantaba los sembrados en la campiña, ya crecidos; daba relieve a las laderas y roquedos que enmarcan el valle; y sacaba los colores a las ‘malas hierbas’. El río Ubierna se mecía acunado por una apiñada arboleda.
Luego, desde arriba, en los cantiles del Monteacedo que miran al valle, vuelven las sensaciones de calma y euforia. Allí, sobrevolando el valle de lado, a vista de pájaro, y con las endorfinas acumuladas tras el esfuerzo del ascenso, los efectos se intensifican.
Prodigiosa medicina natural. Saludable y eficaz terapia para casi todos los males del alma (y algunos del cuerpo, probablemente).
(2) Ubierna y San Martín:
A San Martín se le considera un barrio de Ubierna, con el mismo rango. Ubierna tiene solera, con origen en el siglo IX. Fue fundada por uno de los primeros condes castellanos, Diego Porcelos; también fundador de la ciudad de Burgos. Conserva restos de un castillo.
Dimos un breve paseo por ambos pueblos. Ya los conocíamos de una ruta anterior: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ubierna-104196423 . También habíamos hecho una excursión por el desfiladero del río Rucios (desde San Martín), no registrada en Wikiloc.
(3) El Monte y el Páramo:
La pequeña sierra del Monteacedo encandila desde que abrimos su ‘puerta’, abajo: un pequeño desfiladero rocoso y herboso. Lo que allí le cuesta al cuerpo alzarse queda compensado por la espontánea elevación del alma, que tira de aquél hacia arriba.
Ya encima, los caminos con espacios abiertos se combinan con bosque cerrado de encinas. Luego viene el páramo, ahora pleno de vida vegetal (vimos también un conejo) y color (poblado de gamones, aulagas, etc., etc.). Y, en su borde, las vistas panorámicas….
No era cómodo caminar por allí, junto a los acantilados, por el irregular suelo, pero continuamos un largo trecho. Tanto que olvidamos a un lado la necrópolis de Los Pilones; o, más bien, su ubicación, porque, al parecer, nada hay a la vista del profano.
ANÉCDOTA
Abrevio, que tampoco es tan enjundiosa la experiencia de hoy. Ni interesa a nadie (¿a nadie?), a menos que se vea en las mismas circunstancias….
Todavía conduciendo, un poco antes de llegar, un cartel de tráfico en la N-627 indicaba el desvío a Ubierna. Hay que salirse de la carretera por la derecha, para seguidamente girar a la izquierda y cruzarla. Un minúsculo ‘lío’, si no estás a lo que debes.
Doy el intermitente derecho unos 100 m antes: ‘clec, clec’…, ‘clec, clec’. Hablando o pensando en otra cosa (los devaneos del Preámbulo sobre pros y contras de la mejor opción para el inicio y el sentido de la marcha) se me fue ‘el santo al cielo’.
‘Clec, clec’…, ‘clec, clec’… (300 m después). Salgo del enmimismamiento. Algo no iba bien. Seguía conduciendo recto; el intermitente insistía: ‘derecha, derecha’. “¡Me pasé! Pues nada, se acabó el enredo: empezaremos 2 km más allá, en San Martín de Ubierna”.
Tengo para mí que el inconsciente me echó un mano. Que, en el fondo, yo quería empezar desde allí: Así tendría dos km de precalentamiento por llano antes de afrontar la parte ‘más dura’ (que luego no fue tanto) de la ruta.
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 39 (para Senderismo): dificultad 'Fácil' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 238 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
Es ésta una ruta sin complicaciones; placentera. Tampoco hay complejidades para llegar a ella, a menos que vengas de los confines de la galaxia (…hacerlo desde más allá…, ‘¡ya sería tener ganas!’).
Puedes empezar en el pueblo de Ubierna o en San Martín de Ubierna, (casi) indistintamente. Y puedes recorrerla en cualquier dirección, (casi) indistintamente. Pero, ¡ay esos diminutos ‘casis’! Se te pueden atragantar, sopesando pros y contras.
Si vienes por el sur, lo lógico sería empezar en Ubierna. Está 2 km más cerca y con acceso más directo. Por el norte, al revés. A continuación hay que decidir el sentido del recorrido: ¿el de las agujas del reloj?
Generalmente, es mejor coger los tramos con más pendiente al inicio, cuando estás más descansado y hace más fresco. Si así lo decides, apenas pongas los pies en el suelo de Ubierna, empezarás a subir las rampas más exigentes.
…A menos que vengas con el calentamiento hecho ‘de casa’, puede darte un patatús (exagerando). Enseguida afrontarías casi medio km con el 20% de inclinación; así, de sopetón.
“Bueno, pues entonces vamos en la dirección opuesta. Así calentamos durante un par de kilómetros por llano de Ubierna hasta San Martín, y luego subimos desde allí, por el otro lado”.
“Ya, pero así pierdes las otras ventajas: lo más duro, primero”. “Además, las bajadas con mucha pendiente resultan especialmente incómodas, aparte de propensas a resbalones”.
Para añadir aún ‘más leña al fuego’, justo ese recorrido desde Ubierna a San Martín, y con ese rumbo, ya lo habíamos hecho un año antes. “Habrá que variar algo…; …al menos, hacerlo a la inversa, ¿no?”.
Con estos nimios devaneos mentales de escaso fuste, aún conduciendo de camino al inicio, no me extraña que pasara lo que pasó: un despiste (mío) poco antes de empezar (ver Anécdota). Trastocó totalmente los planes lógicos….
LA RUTA
Empezamos, ‘después de todo’ (lo anterior), en San Martín de Ubierna, a pesar de hallarse más alejado. Por causa de un extravío mental (Anécdota). Éste, sin embargo, posiblemente escondía alguna razón oculta a la conciencia. Vamos, otro ‘sin-queriendo’.
De San Martín a Ubierna vamos por una pista asfaltada, llamada ‘Camino de San Martín’, de servicio local. Es como una calle de 1,5 km, pero en plena naturaleza, a través de la vega del río Ubierna. Todas (calle y vega) en exclusiva para nosotros.
Saliendo de Ubierna (km 2,1), iniciamos el ascenso al monte. Primero, más manso; luego, claramente empinado (del km 3,2 al 3,6 hay 80 m de desnivel); después, se suaviza de nuevo. Siempre por un sendero marcado y, finalmente, fácil camino.
En el km 4,3, un desvío a la derecha nos lleva al punto geodésico del Monteacedo, junto a algunas ruinas de difícil identificación. Es posible subir al pináculo trepando por unos peldaños. Hay vistas panorámicas por encima del tupido bosque de encinas.
Volvemos (poco más de 100 m) y retomamos el camino principal (km 4,7). Lo abandonaremos enseguida (km 5,3) por la derecha, para irnos al borde de los acantilados y tener bonitas perspectivas del valle del Ubierna (km 5,4).
Desde allí podemos continuar cerca del borde cuanto queramos (terreno algo agreste) o volver al camino. Elegimos la primera opción (hasta el km 6,8), por zona paramera, abierta, ahora pletórica de aulagas y gamones floridos.
Llegamos a una dehesa de encinas (km 8 a 9,4), ya en descenso. Sólo nos queda dejarnos guiar por el camino hasta el llano y el punto de inicio de la ruta en San Martín de Ubierna.
Posibles Dificultades:
Tal vez, como gracieta inocente, podríamos decir que la mayor dificultad de la ruta son los 8 o 9 escalones (barras metálicas) para subir (4,5 metros) al hito geodésico de Monteacedo (si quieres). Para hacerlo, hay que agarrarse y apoyarse con firmeza.
El recorrido, con escaso desnivel y longitud, sólo tiene 400 metros de pendiente exigente (del km 3,2 al 3,6), por un sendero en buen estado. Luego, caminar por el pedregoso páramo cerca de los acantilados no es cómodo, pero puedes reducir ese tramo (km 5,8 a 6,8).
La orientación no es difícil. Todo resulta bastante evidente. Si acaso, entre los km 7,1 y 8,5, hay varias opciones de caminos y senderos entre las cuales elegir.
DESTACADO
Seleccionaré algunos retazos que resaltan a lo largo del trayecto. Hay que reconocer que varios aspectos de la ruta se benefician de la luz y los tintes primaverales. Dicho sea sin afán de mermarle méritos a la propia ruta.
(1) El Paseo por la Vega del Ubierna:
El comienzo es espléndido: estimula y relaja. El sol abrillantaba los sembrados en la campiña, ya crecidos; daba relieve a las laderas y roquedos que enmarcan el valle; y sacaba los colores a las ‘malas hierbas’. El río Ubierna se mecía acunado por una apiñada arboleda.
Luego, desde arriba, en los cantiles del Monteacedo que miran al valle, vuelven las sensaciones de calma y euforia. Allí, sobrevolando el valle de lado, a vista de pájaro, y con las endorfinas acumuladas tras el esfuerzo del ascenso, los efectos se intensifican.
Prodigiosa medicina natural. Saludable y eficaz terapia para casi todos los males del alma (y algunos del cuerpo, probablemente).
(2) Ubierna y San Martín:
A San Martín se le considera un barrio de Ubierna, con el mismo rango. Ubierna tiene solera, con origen en el siglo IX. Fue fundada por uno de los primeros condes castellanos, Diego Porcelos; también fundador de la ciudad de Burgos. Conserva restos de un castillo.
Dimos un breve paseo por ambos pueblos. Ya los conocíamos de una ruta anterior: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ubierna-104196423 . También habíamos hecho una excursión por el desfiladero del río Rucios (desde San Martín), no registrada en Wikiloc.
(3) El Monte y el Páramo:
La pequeña sierra del Monteacedo encandila desde que abrimos su ‘puerta’, abajo: un pequeño desfiladero rocoso y herboso. Lo que allí le cuesta al cuerpo alzarse queda compensado por la espontánea elevación del alma, que tira de aquél hacia arriba.
Ya encima, los caminos con espacios abiertos se combinan con bosque cerrado de encinas. Luego viene el páramo, ahora pleno de vida vegetal (vimos también un conejo) y color (poblado de gamones, aulagas, etc., etc.). Y, en su borde, las vistas panorámicas….
No era cómodo caminar por allí, junto a los acantilados, por el irregular suelo, pero continuamos un largo trecho. Tanto que olvidamos a un lado la necrópolis de Los Pilones; o, más bien, su ubicación, porque, al parecer, nada hay a la vista del profano.
ANÉCDOTA
Abrevio, que tampoco es tan enjundiosa la experiencia de hoy. Ni interesa a nadie (¿a nadie?), a menos que se vea en las mismas circunstancias….
Todavía conduciendo, un poco antes de llegar, un cartel de tráfico en la N-627 indicaba el desvío a Ubierna. Hay que salirse de la carretera por la derecha, para seguidamente girar a la izquierda y cruzarla. Un minúsculo ‘lío’, si no estás a lo que debes.
Doy el intermitente derecho unos 100 m antes: ‘clec, clec’…, ‘clec, clec’. Hablando o pensando en otra cosa (los devaneos del Preámbulo sobre pros y contras de la mejor opción para el inicio y el sentido de la marcha) se me fue ‘el santo al cielo’.
‘Clec, clec’…, ‘clec, clec’… (300 m después). Salgo del enmimismamiento. Algo no iba bien. Seguía conduciendo recto; el intermitente insistía: ‘derecha, derecha’. “¡Me pasé! Pues nada, se acabó el enredo: empezaremos 2 km más allá, en San Martín de Ubierna”.
Tengo para mí que el inconsciente me echó un mano. Que, en el fondo, yo quería empezar desde allí: Así tendría dos km de precalentamiento por llano antes de afrontar la parte ‘más dura’ (que luego no fue tanto) de la ruta.
Waypoints
Panorama
2,901 ft
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