Valle Grande a Los Catalanes

Ruta circular por Tajeas y galerías, buenas vistas, y una subida y bajada caótica a lo sálvese quién pueda.

Lo catalogo de difícil porque hay zonas que pueden dar vértigo a quien no esté habituado, pero no es duro.

La distancia y desnivel acumulado están artefactados por ser un camino pegado a una ladera a media altura dentro de un barranco. El GPS coge mal los satélites estima posiciones con error circular, e infla ambos valores. Por Garmin sale menos.


Desde un güachinche de moda algo cochambroso, subimos hasta un cercado, y lo cogemos por la derecha (norte/oeste). Primer error, por ahí no hay camino que hayamos visto, al final nos vemos obligados a saltar la valla y hacer alpinismo.
Prueba de lo inadecuado del caminito es que nos encontramos con el cadáver de una cabra recién despeñada (la primera en la frente).

Tras alguna "vicisitudes" llegamos a una tajea, que seguimos a la izquierda/Este, con unas vistas espectaculares y no apta para gente con vértigo. Incluso hay zonas con línea de vida en la pared, aunque en realidad si no eres impresionable, no hace falta.

Atravesamos varios túneles, alguno largo con necesidad de linterna, y pasamos a través de ellos al siguiente barranco. Por ahí continuamos, cambiando de ladera del barranco a traves del viaducto de una tajea (para gente con instinto de supervivencia conservada, mejor coger el camino largo alrededor del barranco).

Al llegar a la intersección, cogemos a la derecha/oeste y subimos por un camino empedrado que lleva hasta la cumbre, con vistas al barranco de Luis y pico del Inglés, un poco más allá al de Tahodio, y al fondo Sta Cruz.
En la cumbre tomamos el sendero a la derecha, que primero es plano y luego desciende hasta Los Catalanes. Evitar la carretera es más largo y con vueltas
.
En Los Catalanes hay un bar con latas bien frescas y helados. Iglesia con bancos donde descansar y tomar algo.

De ahí bajamos hasta tomar la tajea, que es la misma de la ida pero cogida al oeste de la ladera.
La seguimos, de nuevo con cortados, con vistas espectaculares, un paso por un desfiladero de piedras con una vista hacia atrás de película,.y seguimos hasta volver al punto de inicio de la tajea.

Para evitar repetir el error del camino de ida (subida por el lado oeste del vallado), está vez no nos vamos por ahí y bajamos un poco más adelante hacia el lado este del vallado, que desde arriba queda a la derecha.

Pues peor. Bajada a lo "p'haberse matao", agarrándose a lo que se pueda, por medio de chumberas y terreno inestable, hasta llegar a la parte baja del vallado. Acabamos con más pinchos que Espinete (los milenials es normal que no entendáis esto último).

¿Donde está el camino correcto de subida/bajada? Ni idea. Por donde los hicimos nosotros, seguro que no. Así que dos opciones menos.

A pesar de los infructuosos intentos de suicidio en la subida y bajada, es una espectacular pateada, recomendable para quien conserve más espíritu de aventura que de supervivencia.