Valle de Hecho - Aguas Tuertas - Dólmenes Atxar de Aguas Tuertas y El Salto - collado y lago de Arlet

Ruta desde la pista de Guarrinza a Aguas Tuertas, collado de Arlet y Lac d'Arlet, regreso por el mismo recorrido pasando por los dólmenes de Aguas Tuertas y de El Salto.

Este último año se ha asfaltado el camino llamado "de Guarrinza", que es la pista forestal que sigue a continuación del Camping Selva de Oza, valle de Hecho. Una obra fantástica en especial porque este valle es muy grande, y en verano son muchos los vehículos que pasan por aquí destrozando el polvoriento camino.

La pista parte desde el camping y se adentra en la Selva de Oza, bosque mixto del que sale pronto, a la altura de los estacionamientos autorizados de Guarrinza - La Mina (km. 1,7).
A continuación el valle vira suavemente a la derecha y la pista asfaltada, algo más alejada del río Aragón Subordán, va ascendiendo por la margen izquierda orográfica, hasta un tercer estacionamiento (km. 3,6) donde finaliza el tramo asfaltado.

A partir de este lugar el camino ha sido arreglado con una capa de grava apisonada, lo cual facilita muchísimo el tránsito de los coches hasta el último punto, el estacionamiento autorizado del barranco Barcal (km 6,6) donde es conveniente llegar pronto ya que solamente caben unos 10 coches.

Estacionamos el vehículo y cruzamos inmediatamente el barranco con un importante caudal, recordemos que estamos en deshielo así que mejor hacerlo por el pequeño puente peatonal. Unas señales indican que, aunque la pista sigue, sólo está permitido el acceso a vehículos autorizados.

Avanzamos por el camino ganando desnivel suavemente hasta donde el valle se cierra, un par de saltos de agua de buena altura embellecen un valle que a esta altitud solo tiene pastos y algunos arboles sueltos. Para superar esta aparente muralla la pista traza grandes lazadas de manera que en la primera curva ya podemos salirnos por los señalizados atajos.

Siguiendo el sendero de Gran Recorrido GR-11 superaremos en unos minutos la empinada ladera alcanzando un colladito donde se sitúa el refugio forestal de Aguas Tuertas, utilizado por los pastores pero que afortunadamente se encuentra abierto (libre).

Desde este punto solamente tenemos que descender por la parte izquierda y en un par de minutos llegamos al bonito dólmen del Atxar de Aguas Tuertas, un valle completamente llano donde el río serpentea dibujando en las praderas un paisaje espectacular y único.

Una vez nos hemos hecho la obligatoria foto con el dólmen, podremos seguir nuestra marcha. El valle tiene un sinfín de senderos, se puede hacer la circular por estas increíbles praderas o seguir el valle hacia el fondo pudiendo ascender a lugares tan hermosos como es el ibón de Estanés o los picos de Acué, Secús, Portaza, etc.

En esta actividad sin embargo, desde el dólmen cruzamos el rio (obligatorio descalzarse por este punto) y una vez en la margen derecha orográfica avanzaremos un poco por la base de la ladera, ya que la pradera se encuentra encharcada. Al poco cruzamos el barranco de Acué y enseguida enlazaremos con un sendero, al principio cuesta de encontrar pero cuando comenzamos el ascenso enseguida se ve la traza muy pisada.

Esta senda gana desnivel rápidamente, solo hay algunos mojones hasta ganar los primeros 200 m. de desnivel donde la senda cruza el barranco de Acué virando al norte.

A partir de este punto seguiremos a media ladera, hay una traza más abajo que llanea un rato que no parece tan adecuada salvo para hacerlo en invernal.

La ladera es muy muy inclinada, quizá 45º, pero la senda es bastante suave ya que traza una gran diagonal en la que no existe otra dificultad que la de estar atentos ya que es un sendero estrecho. Cuando por fin nos situamos bajo el collado de Arlet, solo tenemso que describir unas pocas lazadas cortas y habremos conseguido llegar al Col d'Arlet (collado) pasando por una curiosa brecha.

Inmensas vistas a todas partes, este lugar es muy muy bonito.

Para llegar al refugio de Arlet y su lago homónimo, sólo tenemos que darnos un paseo por las suaves praderas de la cara norte, que ya terminan de perder los neveros y se van cubriendo de flores.
Al norte y muy próximo al collado se encuentra el pico Aillary, completamente de color rojo excepto una franja de roca blancuzca espectacular, fruto del pasado vulcanológico de esta zona.

Paisaje excepcional hacia los valles de la vertiente norte, color verde oscuro bajo las extensas praderas. Se respira paz y tranquilidad, apenas vemos un pequeño grupo de senderistas descansando junto a las aguas del lago de Arlet.

Para volver a nuestro punto de origen, ascenderemos de nuevo hasta el collado y por la misma senda que traza la gran diagonal bajaremos hasta Aguas Tuertas, este descenso es mucho más agradable, intuitivo y fácil de lo que parecía en la subida.

Una vez en Aguas Tuertas, se puede cruzar la gran pradera repletísima de flores por en medio. Dado que estamos por encima del barranco de Acué, hay algo menos de caudal y con suerte no necesitaremos descalzarnos si no queremos. Una vez atravesada la encharcada o blanda pradera, hallaremos un buen sendero que por la margen izquierda seguiremos hacia el collado y refugio de Aguas Tuertas, haciendo mil fotos.

Una vez recuperamos la pista podremos visitar el dolmen de El Salto, situado en medio de un enorme túmulo de piedras visible desde el camino forestal. Aunque esté medio enterrado, es perfectamente visible la losa superior, de un llamativo conglomerado rojizo. También se intuyen las paredes laterales bajo las piedras.

Finalmente llegamos al coche, junto al barranco Barcal. Siempre me gusta darme un chapuzón en las aguas y bajar fresquito al hotel o a casa.

Es llamativo ver cómo algunas personas inician a estas horas la andada, bajo un implacable sol que no sé cómo no les da una insolación. Ni una miserable gorra llevan algunos, encima han salido desde la pista asfaltada, sin una sola sombra.