Valle de Basa, Camino de Sanz, alrededor de la sierra de Portiello, Barranco Ballarán, Barranco San Antón y Barranco Senarol

Bonita ruta de toda una jornada. Desde Yebra de Basa se remonta el Valle de Basa hasta San Julián de Basa, en este trayecto se contemplan campos, bosque de ribera y la siempre presente Sierra de Portiello, cerca de San Julián se cruza el río (hay que descalzarse y tener cuidado con el caudal) y se asciende por el Barranco de Ballarán hasta llegar a los restos del antiguo monasterio de Santa María de Ballarán (se cuenta que aquí estuvo el Santo Grial) hoy en día es la ermita de Santa María de Ballarán, se sigue ruta y se cruza varias veces el barranco que en ocasiones tiene pasarelas, este tramo es muy rico en vegetación de umbría, con hayas, arces, tilos y abedules, se toma un desvío que asciende hacia el collado entre el Portiello y la Punta As Gorgas, en un duro ascenso se llega al collado, se continúa por la senda con impresionantes vistas del valle de Basa, los Pirineos y la misma Sierra de Portiello, en este tramo la presencia de pinetes royos, alguna zarza, artos y erizones en la senda retrasan el avance aunque no acaban de impedirlo. Se busca cruzar el barranco As Gorgas en dirección A Fabosa, el siguiente barranco. As Gorgas en su parte alta presenta un gran cuezo en pendiente, pasado un tramo se alcanza la pequeña Plana Muriello, bajo la cresta de A Murialla, seguidamente se llega a la parte más aérea del barranco de A Fabosa que se descuelga en gran pendiente hacia su destino natural donde desemboca, el barranco de San Antón. Se inicia un descenso pronunciado por un bosque precioso de hayas, escarrones (arces) y pinos royos, finalmente la senda que antaño fue trocha se torna en pista forestal en su parte baja, más allá se debe cruzar el cauce del barranco de San Antón y a unos minutos se llega al Refugio forestal de San Antón, de allí se asciende hasta A Ralla, gran murallón rocoso, por una pista algo pronunciada, una vez alcanzado el cuello se coge el camino que cruza un curioso bosque de escarrones, álamos, pinos royos, mostajos y alguna haya, también encontramos acebo y al ir descendiendo aparecen más bojes, erizones y cajicos. Se llega al barranco Senarol y se cruza. Se debe de vigilar no saltarse el desvío a Allué que aparecerá a nuestra derecha. De camino se contempla el curioso salto Senarol, que ofrece una bonita estampa ideal para realizar un descanso, y también se disfruta de vistas increíbles del Portiello. Más allá en un ligero contrafuerte aparecen los restos de la caseta de López. En ligero descenso la ruta prosigue hasta el pintoresco pueblo de Allué, con iglesia románica. Yo crucé el río a pie, pero se puede hacer por el puente que hay algo más abajo, se sigue paralelo a la carretera por una senda de Ribera hasta llegar a la villa de Yebra de Basa.