Valdelateja (Valle de Sedano): ermita de Santa Centola y Santa Elena, monte Pedro Campo y San Felices de Rudrón

Ruta circular que empezamos en Valdelateja, desde donde nos dirigimos a la ermita de Santa Centola y Santa Elena, para seguir posteriormente el camino que se dirige a San Felices de Rudrón, añadimos el ascenso al monte Pedro Campo (1.062 m), y retomamos el camino a San Felices para finalizar donde habíamos iniciamos este recorrido.

Descripción del nuestro itinerario:
Comenzamos a caminar desde el cómodo aparcamiento que hay a la entrada del pueblo, donde hemos dejado los vehículos, atravesamos el Rudrón por el puente que une los dos barrios de Valdelateja para tomar el agradable sendero de ascenso a la ermita que está señalizado. En la subida al cerro, donde está ubicado el santuario, pasamos por las ruinas del pueblo abandonado de Siero, en el que aparecen los muros de algunas casas caídas y de la Iglesia, en la que han restaurado y recuperado una parte a la que han añadido techumbre. La espectacular atalaya del cerro donde se construyó esta interesante ermita visigótica del siglo VII, recientemente restaurada, nos permite contemplar el Valle del Rudrón y el pueblo de Valdelateja.
Descendemos hasta el cruce que se dirige a San Felices por un camino muy agradable de transitar que asciende al páramo y desde el que podemos disfrutar de unas vistas privilegiadas de estos paisajes de impresionante belleza. En su recorrido entre fincas sembradas de colza nos acerca a los acantilados a cuyo borde nos acercamos para contemplar estas maravillas de la naturaleza. Caminamos tan entusiasmados que dejamos atrás el inicio de la ascensión a la cima del monte Pedro Campo y cuando nos percatamos de ello retrocedemos para hacer esta subida (un km más de caminata). La iniciamos en el bosque de pinos y avanzamos por donde podemos porque no hay ni senderos ni caminos reconocibles. Debió haberlos en el pasado pero en la actualidad están invadidos por la vegetación, destacando las aulagas que incomodan un poco el avance. Llegamos hasta el cortafuegos de este bosque, y subimos directamente por él hacia la cima. Además de ser bastante pendiente, este cortafuegos ya no cumple su función porque tiene tanta vegetación como el propio bosque y dificulta la ascensión, convirtiéndola en exigente y algo dura, aunque es corta.

RECOMENDAMOS que la subida se haga por donde nosotros descendimos, porque es más tendida la pendiente y hay mucha menos vegetación e incluso un desdibujado camino. También se puede evitar subir al Pedro Campo y hacer un recorrido más corto y bastante más fácil.

A nosotros finalmente nos compensó este esfuerzo porque disfrutamos de las espectaculares vistas que nos ofreció en un día despejado y muy claro. Desde la cima se pueden distinguir las cumbres de la montaña palentina, como el Curavacas y el Espegüete, el macizo de los Picos de Europa, los molinos de La Lora, la Peña Amaya, etc. y ver de cerca el vuelo majestuoso de los buitres leonados, además de los imponentes cañones del Ebro y el Rudrón. Aprovechamos este magnífico escenario para reponer fuerzas, contemplando este excepcional paisaje.
Descendemos por una mejor alternativa que la que elegimos para subir, y que recomendamos para hacer en ambos sentidos, y una vez en el camino carretero de descenso, con maravillosas vistas, llegamos a un área recreativa al lado de San Felices de Rudrón, preparada para el baño y aprovechada por el más valiente de nosotros. Nos confirmó que el agua estaba extremamente fría. Hacemos una visita a este cuidado y coqueto pueblo y nos tomamos unas cervezas en el bar al lado del rio.
Volvemos a la margen derecha del Rudrón para llegar a Valdelateja. El sendero que transcurre pegado al rio o muy cerca es maravilloso, pasa por una agradable área recreativa, y permite unas vistas de los farallones rocosos, del vuelo de los buitres leonados y del rio y sus cascadas de impresionante belleza.
Ya muy cerca del pueblo podemos ver al otro lado del rio el balneario, que después de una restauración y unos años de funcionamiento volvió a cerrar.
Desde mi punto de vista, este recorrido no tiene nada que envidiar al clásico, el PR BU 1, que salía de Valdelateja, avanzaba por las márgenes del Rudrón y del Ebro hasta Pesquera, ascendía al páramo hasta Cortiguera para volver al pueblo de partida o a la inversa. Desde que se cayó el puente peatonal que cruzaba el Ebro han sustituido el recorrido por otro más corto que no pasa ni por Pesquera ni por Cortiguera, aunque solo hay que prolongarlo un poco para llegar a este último pueblo. Este que propongo es además mucho menos frecuentado, el clásico era ya una romería y así es ahora su sustitución. De hecho no nos encontramos a nadie que estuviera haciendo el recorrido siendo sábado y un día de un buen tiempo excepcional. Por lo que lo considero altamente recomendable.
Todo este entorno, enclavado en la zona central del Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, es un auténtico regalo para los sentidos, de gran riqueza biológica y paisajística y que debemos proteger y disfrutar con respeto.

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