UPPER RUSSIAN LAKES TRAIL - COOPER LAKE - CHUGACH NATIONAL FOREST - KENAI - ALASKA

Marcha realizada el domingo 19 de julio de 2015
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
Vamos por la 1 desde Anchorage (capital de Alaska) hacia Homer, nuestro primer destino. Queremos coger una pequeña embarcación que nos hará un recorrido para visitar el primero de los glaciares de nuestra visita a Alaska. El barco está estropeado, y según funcionan estas cosas aquí, ya damos por descontado que no tendrán otro de repuesto; y por ello decidimos aprovechar el día haciendo un par de marchas por el Chugach National Forest de la península de Kenai, a la que todos los veranos acuden miles de americanos para pescar el salmón en sus impresionantes ríos: Kenai, Russian River, etc. Esta primera ruta aparece en los letreros informativos como “Russian Lake trail” porque une el lago Cooper con el lago Russian. Si tuviéramos más tiempo la haríamos completa, empleando para ello el día entero, pero tan sólo queremos hacernos una idea del recorrido, puesto que nos queda otra zona de camino a Homer, que también queremos patear. Para llegar hasta el inicio de esta camina, hemos dejado la carretera a Homer y cogido una pista que al poco se convierte en tierra y que habrá que seguir durante casi once millas, para llegar a un pequeño aparcamiento a la izquierda. La pista, en realidad tan sólo continúa unas tres o cuatro millas más, antes de finalizar. Unos pocos metros más allá del aparcamiento y de la pista que hemos traído hay un letrero informativo, con todas las cosas que hay que hacer, incluida la posibilidad de encontrarse con un oso, lo que con el paso de los días vemos más probable de lo que pensábamos en un principio, y de ahí que acabemos comprando el famoso y potente spray de gas pimienta que mucha gente lleva. Aunque no merezca mayor comentario, puesto que desde nuestra mentalidad no sabríamos explicarlo y menos justificarlo, también apuntar que a otros tantos nos los hemos encontrado con su correspondiente revólver al cinto. El camino, que no pasa de ser poco más que un sendero, toma inmediatamente rumbo suroeste, para irse acercando poco a poco hasta el Cooper Lake. Transcurre todo el tiempo por una espesa vegetación, formada por la confluencia de la tundra y de la taiga, como hemos visto en buena parte de Alaska. Durante los cinco kilómetros de recorrido, el desnivel hasta llegar al punto de retorno es negativo, ya que se tiende a bajar más que a subir, pasando por una serie de lagunitas, que en los mapas americanos figuran con la cantidad de acres que tienen. A los dos kilómetros y medio de marcha, y por nuestra derecha ya se empieza a ver el lago Cooper. Nos encontramos una pareja mayor muy agradable, como la mayoría de habitantes de aquí, que con sus bicis de montaña que regresan del Russian Lake. Nos cuentan que son de aquí cerca, y nos llama la atención que junto con una pequeña cámara de grabación, lleva el spray de gas pimienta. La verdad es que para hacer el recorrido entre ambos lagos, la mejor opción es la bicicleta, puesto que la distancia entre ambos es de más de 17 ó 18 kilómetros. El camino no tiene pérdida posible, y aunque no es muy ancho, sin embargo está bastante pisado. A destacar que en este tramo de hoy no hemos visto osos, pero sí nos han resultado más agresivos y peligrosos los mosquitos que tanto en esta como en otras zonas húmedas de Alaska atacan sin piedad a todo aquello que se puede “chupar”. Este agradable paseo, que nos empieza a dar una visión de lo que nos espera, se hace en poco más de hora y media, salvo que se tenga tiempo y se quiera completar el recorrido entre ambos lagos, lo que nos pareció muy interesante de hacer.