UÑA ( EL ESCALERÓN, LA RAYA Y LAS CATEDRALES )

- Una de la rutas más bonitas de la Serrania de Cuenca, en pleno otoño, con los colores de los árboles está espectucular, y no defraudar a nadie. A esto se suma el paso por la raya y el paso por las catedrales y le dan un toque aventurero a la ruta magnifico.
- Para ello salimos del pueblo de Uña (junto al Centro de Interpretación ), o estacionando el vehiculo en la entrada al pueblo en la plaza, donde hay un panel informativo de la ruta a realizar el p.r. CU 37, de 9 kms de recorrido, aunque en este caso la vamos a alargar hasta las catedrales.
- Salimos siguiendo la carretera asfaltada bordeando la laguna y pasando primero por el mirador de la laguna, poco después nos desviamos un poco para visionar la ermita de la Virgen del Espinar, en un hueco de la roca, volvemos al camino principal, y llegamos a los paredones del Escalerón, donde subimos por bonita senda entre grandes monolitos de piedra a la parte alta de dichos paredones.
- Una vez arriba, seguimos por buen camino y llegamos al mirador del Refrentón, con unas vistas del pueblo y la laguna preciosos. Una vez descansados un poco, proseguimos la marcha hasta el mirador del Puntal de la Tola, precioso enclave encima de las cornisas, bien para descansar o comer un bocadillo. Desde aqui, otro mirador mas adelante, el del Rincón de Uña, nos recibe en el camino, haciendo fotos por todos lados del entorno.
- Y ya llegamos al desvio que nos baja a la entrada de la Raya, bajando primero por senda estrecha a desembocar a la cornisa o raya, mas abajo, la cual merece la pena recorrerla hasta el final, y sin prisas, donde a mitad de la misma el sendero del p.r. 37., señalizado se desvia para bajar al pueblo que vemos siempre junto a la laguna.
- En nuestro caso volvemos a subir por el sendero estrecho hasta la bajada inicial a la raya y continuamos por el camino, acompañados siempre por el vuelo de los buitres.
- Pasamos junto al puntal de S. Roque, otro otero muy bonito del lugar, y llegamos finalmente al paso de las catedrales, entre grandes piedras, bajando entre ellas, como un pequeño laberinto entre esos grandes bloques, donde en la parte final nos encontramos con un par de escaleras hechas de madera, que bajando con un poco de precaución y cautela, no deben de suponer grandes dificultades (los que no esten muy sueltos o un poco de vértigo pueden encontrar algo mas de dificultad ).
- Una vez visitado bien estos bloques, salimos y llegamos a la pista, donde la seguimos y alcanzamos el canal de la Toba, que llega hasta el pueblo, bordeamos de nuevo la laguna llegando al punto de inicio de la ruta.
- Si es posible, es muy aconsejable realizarla en otoño, los colores son espectaculares.