Un millón de Pasos Para Celebrar, Laguna Grande de la Sierra Nevada del Cocuy, Güicán y Chita. Abril de 2022

Luego de una durísima travesía en bicicleta, la noche anterior, en donde nunca antes había pedaleado a tales alturas, emprendía con mi guía Carlos, una de las caminatas más espectaculares de toda mi vida, en donde atravesando bosques de imponentes frailejones, hermosas praderas con venados cola blanca, montañas que restaban el aliento de sorpresa e inmensidad, campos con aves cantoras que saludaban al paso firme y decidido y la música del viento y de los ríos cristalinos, dábamos pasos en los fuertes ascensos que cada vez nos acercaban más a la gran laguna grande de la sierra, cuyos matices verdosos y marrones, cortaban el paisaje lunar y al fondo el blanco puro del manto nevado de la gran sierra.

Allí, contemplando el presente desde las alturas, sólo podría pensar en ese poema de Cerati, Lago en el Cielo y al instante ella se hace más visible de lo que ya estaba en todo aquel duro camino de un millón de pasos, que servían para de una buena vez, amputarme los despojos de fatigas y odios pasados, que no permitían vivir. Al estar frente al enorme manto blanco glacial, solo pude esbozar un, "estás" y con la licencia del agua bebida, las fuerzas contraídas por una buena pasta hecha en alturas y los relatos del intérprete ecológico, mi amigo Carlos, comprendí que sin importar qué, había que seguir en la más feliz soledad, sin impulsar a nadie a que camine conmigo, a menos que ese alguien lo desee y me de el gusto de compartir todo esto que se siente al vislumbrar los paisajes y caminos; agradecer, había que aceptar y luchar al unísono para poder estar aquí. Entre azules y blancos cristalinos frente a mi minúscula persona, agradezco a la montaña por darme la licencia de llegar hasta aquí, a lo más alto como nunca antes y marcar este como un verdadero comienzo, de más ímpetu, de más alcance, de más agradecer por vivir con la intensidad merecida, con la fuerza necesaria y justa; aceptar.

El inicio de un millón de pasos, siempre será tan solo uno, aunque ya es hora de caminar distinto.