Trevélez-Mulhacen por Siete Lagunas-vuelta por Alto del Chorrillo.2018-08-05 15:30:06
near Trevélez, Andalucía (España)
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Itinerary description
Lo más para cualquier senderista, subir al Mulhacén acampando una noche en Las Siete Lagunas. ¡Tremenda aventura!
Cuando el esfuerzo al límite se compensa con un paisaje bestial y la sencillez de la naturaleza en estado puro.
Una ruta que se endurece desde el kilómetro cero hasta la llegada sin apenas descansos, pasamos de los 1.462 metros de altitud a los 3.478 en tan sólo 12 kilómetros. El desnivel es constante y a veces demoledor. No recomendado para personas que no estén muy bien preparadas.
Datos Técnicos.-
A parte de los que salen en el propio programa Wikiloc, aportamos los
tomados en el Garmin.
Distancia.- 24,5 Km
Tiempo en Movimiento.- 8:25:36
Tiempo transcurrido.- 1 día, 6 horas, 39 minutos
Velocidad promedio en movimiento.- 3 Km/h
Velocidad Máxima.- 8 km/h
Altura Mínima.- 1.462 metros
Altura Máxima.- 3.478 metros
Ascenso.- 2.015 metros
Descenso.- 1.724 metros
Hemos Planificado:
Salir temprano desde Trevélez, montar la tienda de campaña en "Siete Lagunas", aprovechamos la Festividad de La Virgen de Las Nieves para acampar en las cercanías de las lagunas y borreguiles, ojo, no montar la tienda sobre la vegetación endémica. Levantarnos al amanecer, tomar un contundente desayuno para ascender al Mulhacén. Disfrutar de la Romería y del ambiente tan fabuloso que se genera con los aldeanos de todas las poblaciones cercanas, la mayoría de ellos a caballo, otros a pie, claro los que todavía pueden. Descender por el sendero que viene desde Capileira, y en el cruce de los tres caminos, o sea, en el Alto del Chorrillo tomar el sendero hacia Trevélez.
Recorrido.-
Tras aparcar el coche en la Plaza del Medio, junto a una fuente y a la sombra de unos frondosos árboles, con la iglesia a nuestra derecha ascendemos por las calles de Trevelez, pasamos junto al ayuntamiento, antes hemos pasado junto a un lavadero en un perfecto estado, rincones de este precioso pueblo nos hacen retener el paso, aunque por qué no decirlo, los desniveles de las calles no dejan a nuestro cuerpo, aún frío, moverse a mayor ritmo. Junto al ayuntamiento, en la esquina de una casa, hay un indicador del inicio de la ruta a Siete Lagunas. Ya en las afueras del pueblo un panel informativo nos pone a pie del sendero. Una señora, mayor, nos deja un tanto acomplejados, subiendo el tremendo desnivel con una canasta llena con la compra, camina como si tal cosa, la saludamos y nos desea fuerzas para afrontar el reto que iniciamos.
El camino en estos inicios nos va regalando el sonido y la presencia del agua que corre por el cauce junto a la tapia, a nuestra derecha se nos va presentando el valle que forma el río Trevélez. Llegamos al Mirador del Río Trevélez, decidimos tomar un pequeño descanso y unos frutos secos, unas preciosas vista nos dan ánimos para seguir, los primeros caballos se dejan ver, son los paisanos del pueblo que inician su camino.
Seguimos subiendo, pues no vamos a dejar de hacerlo, llegamos a la Acequia Gorda, un arroyo de agua nos acompaña unos metros, este tramo nos deja respirar bastante. Nos adentramos en la zona de los pinos, quizás la más dura en desnivel, y también porque el aire, que nos venía aliviando, desaparece. Llegamos al refugio y La Campiñuela, donde podemos ver una antigua era de piedra, donde trillaban los cereales, así que deducimos que esta zona fue tierra de labor en su día, tremenda vida a esta altitud. Andamos un poco hasta llegar a pie de las chorreras, donde paramos a repostar agua en un manantial, el agua emana de las piedras, fría y exquisita. Comemos algo más contundente, sin abusar, pues queda lo más duro, aunque también lo más bonito. El paisaje es bestial. Las aguas de las chorreras semejan hilos de plata que bordan el verde tapiz del valle.
Retomamos el camino, en seguida nos topamos con la presencia del Río Culo de Perro, es una postal, sus aguas cristalinas saltando sobre las rocas, el cauce es abundante, por lo que el sonido es mágico, la primera cascada nos hace parar un buen rato, para deleitarnos, ascender a las rocas para ver su tremenda caída. Al fondo se ven las cascadas, las que suponemos se forman con la fuga del agua de las lagunas. Seguimos encontrando caballerías, familias, amigos que esconden el sacrificio bajo la felicidad de la romería.
Ahora sí que estamos en lo más duro, el ascenso junto a la gran cascada, el camino, o, sendero desaparece, ascendemos como y por donde podemos. Al final llegamos al plano, Laguna Hondera nos da la bienvenida. Parece que hemos llegado al paraíso dibujado por Del Bosco, el agua cristalina circundada por un precioso musgo verde, los caballos, las vacas pastando, la gente andando de aquí para allá, montando sus pequeñas tiendas de campaña. Dejamos esta laguna para acampar en la siguiente, y una vez acampado y comido, dar unos paseos por el resto de lagunas.
Las lagunas no están cerca unas de otras, son como terrazas en desniveles continuos. Estamos cansados y se hace duro andar de una a otra, pero la necesidad de verlo todo nos anima, nos queda luz solar para recrearnos. Nuestro deseo de bañarnos en una laguna no lo hacemos realidad por el respeto a las normas de protección al medio ambiente reguladas en toda Sierra Nevada, aunque sí nos quedamos con envidia y celos de hacerlo. Tras un tonificante y agradecido refrescado de manos y cara decidimos hacer vida social e ir donde más población hay. También para controlar de donde podemos tomar el agua más potable posible. Que por cierto, el agua aquí no está fría para beber, está congelada, o sea, exquisita para el verano.
Pasamos la noche escuchando relinchar los caballos sueltos que andorrean a sus anchas por los prados. El amanecer es reconfortante, precioso. Tras un buen desayuno fuerte para gastar en las tremendas rampas que nos queda por andar. Los paisanos de esta zona son, en su gran mayoría, muy serviciales y nos cuentan y aclaran cuantas cosas sepan.
Llegamos al cruce con el camino que asciende desde el Alto del Chorrillo, es un hilo interminable de gente y caballos que ascienden hasta el Mulhacén. Aquí en este punto se nos muestra el Veleta con su laguna de la Caldera a sus pies, preciosa vista. Hemos llegado al pico del Mulhacén, el cansancio ha desaparecido, la adrenalina de estar aquí nos realza la forma física y la mental, la felicidad es total. Mucha gente, más de la que podía imaginar arropan el hito del punto más alto de la península, hacemos la cola para hecernos una foto. La imagen de la" Virgen de Las Nieves" hoy se siente centro de la atención, el regocijo de las gentes se respira. Una vez que podemos subir al hito, tras la foto, nuestra vista se pierde vertiginosamente hacia la laguna de La Mosca, un profundo precipicio, y allí al fondo la laguna, preciosa imagen.
Tras tomar un poco de fruta y bizcocho, nos dejamos caer andando por la ruta por donde vienen los senderistas, que han subido en vehículos hasta el Alto del Chorrilo, unas dos horas andando aproximadamente hasta el pico de mulhacén. No hay perdida, seguimos el camino, justo a la altura del cruce de los tres caminos, vemos a unos jinetes desviarse hacia la izquierda, los seguimos pues la dirección que toman parece un atajo, así fue, llegamos al sendero marcado de "Trevelez", junto a un nevero, donde cogimos el duro sendero hasta el pueblo. Se hace agotador andar viendo el pueblo constantemente, con la sensación de que nunca vayamos a llegar, cada paso corto y sufrido retiene el deseo del caminar fluido, el desnivel es bestial. Por cierto desde que se deja "Siete Lagunas" no hay donde repostar agua hasta estas pequeños chorrillos, como se les denomina por aquí.
Llegamos al pueblo, un buen lavado y refrigerado en la fuente de la plaza, y nos dirigimos hacia un restaurante a tomar una rica y merecida comida.
Ha sido un verdadero placer.
Nos vemos en la próxima ruta.
¡A disfrutar!
Quiero agradecer a mi hijo Mario y a su amigo Alex haber podido hacer esta tremenda aventura con ellos, pues ellos y sus amigos la han realizado en varias ocasiones, y esta me la han dedicado. ¡Gracias!
Diego Salas Quirante, 4 y 5 de Agosto de 2018
Cuando el esfuerzo al límite se compensa con un paisaje bestial y la sencillez de la naturaleza en estado puro.
Una ruta que se endurece desde el kilómetro cero hasta la llegada sin apenas descansos, pasamos de los 1.462 metros de altitud a los 3.478 en tan sólo 12 kilómetros. El desnivel es constante y a veces demoledor. No recomendado para personas que no estén muy bien preparadas.
Datos Técnicos.-
A parte de los que salen en el propio programa Wikiloc, aportamos los
tomados en el Garmin.
Distancia.- 24,5 Km
Tiempo en Movimiento.- 8:25:36
Tiempo transcurrido.- 1 día, 6 horas, 39 minutos
Velocidad promedio en movimiento.- 3 Km/h
Velocidad Máxima.- 8 km/h
Altura Mínima.- 1.462 metros
Altura Máxima.- 3.478 metros
Ascenso.- 2.015 metros
Descenso.- 1.724 metros
Hemos Planificado:
Salir temprano desde Trevélez, montar la tienda de campaña en "Siete Lagunas", aprovechamos la Festividad de La Virgen de Las Nieves para acampar en las cercanías de las lagunas y borreguiles, ojo, no montar la tienda sobre la vegetación endémica. Levantarnos al amanecer, tomar un contundente desayuno para ascender al Mulhacén. Disfrutar de la Romería y del ambiente tan fabuloso que se genera con los aldeanos de todas las poblaciones cercanas, la mayoría de ellos a caballo, otros a pie, claro los que todavía pueden. Descender por el sendero que viene desde Capileira, y en el cruce de los tres caminos, o sea, en el Alto del Chorrillo tomar el sendero hacia Trevélez.
Recorrido.-
Tras aparcar el coche en la Plaza del Medio, junto a una fuente y a la sombra de unos frondosos árboles, con la iglesia a nuestra derecha ascendemos por las calles de Trevelez, pasamos junto al ayuntamiento, antes hemos pasado junto a un lavadero en un perfecto estado, rincones de este precioso pueblo nos hacen retener el paso, aunque por qué no decirlo, los desniveles de las calles no dejan a nuestro cuerpo, aún frío, moverse a mayor ritmo. Junto al ayuntamiento, en la esquina de una casa, hay un indicador del inicio de la ruta a Siete Lagunas. Ya en las afueras del pueblo un panel informativo nos pone a pie del sendero. Una señora, mayor, nos deja un tanto acomplejados, subiendo el tremendo desnivel con una canasta llena con la compra, camina como si tal cosa, la saludamos y nos desea fuerzas para afrontar el reto que iniciamos.
El camino en estos inicios nos va regalando el sonido y la presencia del agua que corre por el cauce junto a la tapia, a nuestra derecha se nos va presentando el valle que forma el río Trevélez. Llegamos al Mirador del Río Trevélez, decidimos tomar un pequeño descanso y unos frutos secos, unas preciosas vista nos dan ánimos para seguir, los primeros caballos se dejan ver, son los paisanos del pueblo que inician su camino.
Seguimos subiendo, pues no vamos a dejar de hacerlo, llegamos a la Acequia Gorda, un arroyo de agua nos acompaña unos metros, este tramo nos deja respirar bastante. Nos adentramos en la zona de los pinos, quizás la más dura en desnivel, y también porque el aire, que nos venía aliviando, desaparece. Llegamos al refugio y La Campiñuela, donde podemos ver una antigua era de piedra, donde trillaban los cereales, así que deducimos que esta zona fue tierra de labor en su día, tremenda vida a esta altitud. Andamos un poco hasta llegar a pie de las chorreras, donde paramos a repostar agua en un manantial, el agua emana de las piedras, fría y exquisita. Comemos algo más contundente, sin abusar, pues queda lo más duro, aunque también lo más bonito. El paisaje es bestial. Las aguas de las chorreras semejan hilos de plata que bordan el verde tapiz del valle.
Retomamos el camino, en seguida nos topamos con la presencia del Río Culo de Perro, es una postal, sus aguas cristalinas saltando sobre las rocas, el cauce es abundante, por lo que el sonido es mágico, la primera cascada nos hace parar un buen rato, para deleitarnos, ascender a las rocas para ver su tremenda caída. Al fondo se ven las cascadas, las que suponemos se forman con la fuga del agua de las lagunas. Seguimos encontrando caballerías, familias, amigos que esconden el sacrificio bajo la felicidad de la romería.
Ahora sí que estamos en lo más duro, el ascenso junto a la gran cascada, el camino, o, sendero desaparece, ascendemos como y por donde podemos. Al final llegamos al plano, Laguna Hondera nos da la bienvenida. Parece que hemos llegado al paraíso dibujado por Del Bosco, el agua cristalina circundada por un precioso musgo verde, los caballos, las vacas pastando, la gente andando de aquí para allá, montando sus pequeñas tiendas de campaña. Dejamos esta laguna para acampar en la siguiente, y una vez acampado y comido, dar unos paseos por el resto de lagunas.
Las lagunas no están cerca unas de otras, son como terrazas en desniveles continuos. Estamos cansados y se hace duro andar de una a otra, pero la necesidad de verlo todo nos anima, nos queda luz solar para recrearnos. Nuestro deseo de bañarnos en una laguna no lo hacemos realidad por el respeto a las normas de protección al medio ambiente reguladas en toda Sierra Nevada, aunque sí nos quedamos con envidia y celos de hacerlo. Tras un tonificante y agradecido refrescado de manos y cara decidimos hacer vida social e ir donde más población hay. También para controlar de donde podemos tomar el agua más potable posible. Que por cierto, el agua aquí no está fría para beber, está congelada, o sea, exquisita para el verano.
Pasamos la noche escuchando relinchar los caballos sueltos que andorrean a sus anchas por los prados. El amanecer es reconfortante, precioso. Tras un buen desayuno fuerte para gastar en las tremendas rampas que nos queda por andar. Los paisanos de esta zona son, en su gran mayoría, muy serviciales y nos cuentan y aclaran cuantas cosas sepan.
Llegamos al cruce con el camino que asciende desde el Alto del Chorrillo, es un hilo interminable de gente y caballos que ascienden hasta el Mulhacén. Aquí en este punto se nos muestra el Veleta con su laguna de la Caldera a sus pies, preciosa vista. Hemos llegado al pico del Mulhacén, el cansancio ha desaparecido, la adrenalina de estar aquí nos realza la forma física y la mental, la felicidad es total. Mucha gente, más de la que podía imaginar arropan el hito del punto más alto de la península, hacemos la cola para hecernos una foto. La imagen de la" Virgen de Las Nieves" hoy se siente centro de la atención, el regocijo de las gentes se respira. Una vez que podemos subir al hito, tras la foto, nuestra vista se pierde vertiginosamente hacia la laguna de La Mosca, un profundo precipicio, y allí al fondo la laguna, preciosa imagen.
Tras tomar un poco de fruta y bizcocho, nos dejamos caer andando por la ruta por donde vienen los senderistas, que han subido en vehículos hasta el Alto del Chorrilo, unas dos horas andando aproximadamente hasta el pico de mulhacén. No hay perdida, seguimos el camino, justo a la altura del cruce de los tres caminos, vemos a unos jinetes desviarse hacia la izquierda, los seguimos pues la dirección que toman parece un atajo, así fue, llegamos al sendero marcado de "Trevelez", junto a un nevero, donde cogimos el duro sendero hasta el pueblo. Se hace agotador andar viendo el pueblo constantemente, con la sensación de que nunca vayamos a llegar, cada paso corto y sufrido retiene el deseo del caminar fluido, el desnivel es bestial. Por cierto desde que se deja "Siete Lagunas" no hay donde repostar agua hasta estas pequeños chorrillos, como se les denomina por aquí.
Llegamos al pueblo, un buen lavado y refrigerado en la fuente de la plaza, y nos dirigimos hacia un restaurante a tomar una rica y merecida comida.
Ha sido un verdadero placer.
Nos vemos en la próxima ruta.
¡A disfrutar!
Quiero agradecer a mi hijo Mario y a su amigo Alex haber podido hacer esta tremenda aventura con ellos, pues ellos y sus amigos la han realizado en varias ocasiones, y esta me la han dedicado. ¡Gracias!
Diego Salas Quirante, 4 y 5 de Agosto de 2018
Waypoints
Comments (10)
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Nuestro deseo de bañarnos en una laguna lo hacemos realidad en la tercera laguna, su profundidad asusta, pero es la ideal. Tras un tonificante y agradecido baño...
Está prohibido bañarse en las lagunas. Como montañero tienes el deber de respetar el medioambiente!
Muchas gracias por la información. Queda anotado y aprendido. Creo que es bueno compartir e informar, así haremos más sostenible nuestro entorno. Al igual que he dejado constancia de no acampar en zona de borreguiles, zona de vegetación endémica de la Sierra, dato que quiero hacer constancia, dejo aclarado e informado que el baño en toda Sierra Nevada en Lagunas y Arroyos y Pozas está totalmente prohibido.
¡Mil Gracias!
Una experiencia inolvidable, recomendable al cien por cien para toda aquella persona bien preparada.
Una de las rutas más exigentes y con mejores panorámicas de toda la sierra.
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Grandísima experiencia.
La versatilidad de esta ruta es que se puede subir y bajar por el mismo sitio, a la vez que ofrece una vuelta cerrada para los días no muy calurosos.
Llevas razón Mario, esta ruta en días de calor extremo es mejor volver por el mismo recorrido con más sombra y , sobre todo, acompañado de agua del deshielo.
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Ruta preciosa empezando de mañana desde Trevélez, con las primeras luces se aprecian muy bien todos los colores. La hice en el día, saliendo sobre las 7.30h. Encontré el sendero bien señalizado en toda la ruta, bien con marcas blancas y amarillas o con hitos, incluida la subida junto a las Chorreras Negras. Tuve más dificultad en la bajada desde el mirador. Ahí, ahora mismo, hay en ocasiones varios senderos sin hitos que te guíen, así que hay que tirar de track. Llevaba mapa, pero se agradece la inmediatez de las rutas en el teléfono. Muchísimas gracias por grabarla!! hasta la próxima!
Gracias wikinando. Es una ruta preciosa. Se agradecen los comentarios actualizando la ruta.
Espectacular ruta! Nosotros la hicimos, pero de tirón desde Trevélez a 7 lagunas y subida a la cima del Mulhacen y bajada por el mismo sitio que tú. Una Espectacular ruta que para realizarla empleamos 14 horas y 30 minutos.
La verdad que sí es una ruta impresionante. También os doy la enhorabuena, pues creo que es de una dureza a tener en cuenta. Estáis muy bien preparados. Gracias por la valoración y vuestro comentario.