Tres Cantos a Colmenar viejo (por Valdeloshielos / Camino de Santiago)

Amanece un espectacular día de invierno, con previsión de sol y temperaturas primaverales y, a pesar tener otras obligaciones no puedo dejar pasar la tentación de, al menos, dar un agradable paseo de 12 km por el entorno del Arco Verde que aprovecha el GR 124 y en un tramo del Camino de Santiago te lleva desde mi casa en Tres Cantos hasta Colmenar Viejo. Allí tomaré el tren Cercanías que me devolverá al punto de inicio.

Así que cruzo la M607 y me encamino hacia la bajada a Valdeloshielos, que luce un verde espectacular, gracias a las lluvias de hace unas semanas.
Para no encontrarme con gente voy atravesando el campo abierto hasta llegar abajo, a la zona del Arroyo de Tejada. Allí lo encuentro pletórico, rebosante de agua, gracias al deshielo de la nieve que cayó en Guadarrama hace unas semanas. Intuyo que hoy va a dar guerra en alguno de sus vadeos. Lo confirmo en cuanto tengo que atacarlo. Toca buscar los pasos habilitados con roca granítica, a modo de postes bajos, para solventar los pasos y tener cuidado porque faltan algunos y otros se mueven cuando los pisas.
Siempre que tengo ocasión abandono la pista de tierra para caminar por el césped, al lado del Arroyo.
Al llegar a la segunda fuente abrevadero del día, aprovecho para comer. Voy en manga corta y estoy sudando. Es 3 de febrero.
Luego queda seguir caminando por la pista y, al pasar el cementerio, tras descansar unos minutos en uno de los bancos con vistas hacia Colmenar Viejo, dirigirme al punto donde la valla de piedra tiene una gran abertura para traspasarla y acortar el trecho que, de otro modo, habría que hacer por carreterilla y calles asfaltadas.
Y como es temprano y hace un día espectacular, me dedico a "jugar" un poco por el entorno, camino de la estación de Cercanías, saltando vallas, vadeando arroyos y, finalmente, escapando hacia el asfalto por una puerta metálica que cierra una de las vallas en cuyas fincas me estoy quedando atascado.
En cuanto puedo vuelvo a escapar hacia el campo para hacer el último tramo del recorrido.
El tren me espera en la estación, para transportarme a Tres Cantos, por el bonito entorno campestre que me rodea y que acabo de recorrer.