Travesía GR 84 - montaña de Sanabria con peña Trevinca

Viaje a pie realizado en agosto de 2021 durante cuatro días y medio. Es una travesía sencilla, con poco desnivel y sin ninguna dificultad técnica. La ruta es muy bonita y variada, aunque, como ocurre con casi todas las sierras del interior, es mejor evitar el mes de agosto, con todo agostado, lógicamente, mucho calor y poca agua.

Todo el recorrido está muy bien señalizado como GR. Sin embargo, en los tramos coincidentes con otras rutas llegan a desaparecer las marcas de GR y hay que seguir la de la ruta coincidente.

En mi caso, empecé y finalicé en Vigo de Sanabria, pero, debido al calor del último día, hacia el final tomé un atajo y me salté la casa del parque, así que no hice el GR completo. En cambio, añadí la subida (opcional en principio) a peña Trevinca, techo de Zamora y de Galicia.

Hay muchos refugios libres en muy buen estado y algunos chozos en estado más variado. También hay muchas fuentes, pero en agosto más o menos la mitad de ellas, si no menos, no traen agua. En la práctica, tuve que tirar en muchos casos de arroyos y de purificar agua, pues hay muchas vacas.

Así pues, fuera de agosto, ya después de las primeras lluvias de septiembre y hasta el mes de julio incluido, por lo que me han contado y he leído, se podría hacer sin preocuparse por el agua. Y, bien organizado, también sin tienda de campaña. Pero, ojo, en este caso mejor fiarse solo de los refugios de montaña, no tanto de los chozos. Y hay que tener en cuenta que en agosto algunos refugios pueden estar ocupados por ganaderos que pasan allí el verano con sus rebaños de ovejas o de vacas. Quizá en la casa del parque informen al respecto.

Yo dormí todas las noches plantando la tienda de campaña, pues los refugios tenían cagadas de ratón y me encuentro la mar de a gusto en mi tienda.

Hice la travesía solo, saliendo de Vigo un jueves por la tarde y llegando de vuelta el lunes al mediodía.

El paisaje es variado, desde lomas suaves a paisajes glaciares (sobre todo por la zona de las lagunas de los Peces y de las Yeguas y el valle del Tera), pasando por los robledales que cubren todos los caminos entre pueblos.

No hay puntos para avituallarse más que en Galende, aunque habría que confirmarlo, ni bares más que en Sotillo, Galende y puede que Vigo. Yo cargué con toda la comida. Y con más de la que me hacía falta, que tuve que ir donando a la naturaleza a medida que iba viendo la que realmente necesitaba.