Travesía Ermua-Tarifa. Etapa 5: La Puebla de Arganzón-Burgueta-Estavillo-Armiñón-Rivabellosa-Miranda de Ebro

Continuación de la etapa de ayer.
Comienzo en la parada de bus de la localidad burgalesa de La Puebla de Arganzón. Camino unos metros por carretera, y después, giro a la derecha para ir por sendero natural. Este sendero transcurre a la par de una autopista.
Hoy el protagonista absoluto ha sido la niebla, que durante la mayoría del recorrido, no me ha dejado ver las posibles panorámicas o vistas del horizonte.

Sigo por aquí durante un rato, hasta dar con una carretera. Giro a la izquierda, y en pocos minutos, llego al pueblo de Burgueta.
A continuación, hago un giro a la izquierda, y continuo por otro sendero, que tal y como indica una señal, conduce al pueblo de Estavillo. Aquí, al igual que en la anterior travesía, también me encuentro con las flechas amarillas pertenecientes al Camino de Santiago, en este caso del Interior, una variante que conecta con el Camino Francés.

Más adelante, en un cruce, sigo por la tercera salida. En la segunda aparecen éstas flechas amarillas, pero decido pasar de largo, ya que por allí no accedería al pueblo. En cambio, por el itinerario que he elegido, si que llego a Estavillo, además, pudiendo disfrutar de una espectacular panorámica de este pueblo, ubicado en territorio alavés.

Ahora si, camino por las calles de Estavillo, y enseguida, salgo del pueblo, y continuo por una carretera. Desde aquí hay varias alternativas de ir a distintas poblaciones, todas ellas dentro de lo que es el Camino del Interior. Sin embargo, yo sigo recto por la carretera, para luego girar a la izquierda, y adentrarme a la localidad de Armiñón.
Doy una vuelta al pueblo, y salgo por el bonito puente romano, que atraviesa las aguas del río Zadorra.

Luego, giro a la izquierda, y hago un pequeño ascenso por senda de tierra y piedras. En la parte más alta, distingo las 2 últimas poblaciones que visitaré en esta ruta: Rivabellosa y mi destino, la ciudad de Miranda de Ebro.

Tras hacer un par de desvíos más, enseguida consigo llegar a la localidad de Rivabellosa. Recorro el pueblo parcialmente, y sin pérdida alguna, avanzo hacia el Sur, con el punto de mira en la inconfundible azucarera de Miranda de Ebro, puerta de entrada nuevamente a la provincia de Burgos.

Una vez estoy a la par de dicha azucarera, abandono un paseo peatonal, para seguir por un estrecho sendero, que va a la par de una vía de tren.
Más adelante, al lado de un pabellón industrial, me encuentro con los pocos restos que quedan de lo que antes era el campo de concentración de Miranda de Ebro, que se utilizó durante la Guerra Civil.

Finalmente, accedo a la ciudad de Miranda de Ebro. Recorro buena parte de sus calles y monumentos, tanto de la parte moderna, como de la antigua. Ambos están separados por el curso del río Ebro.
Paso por el castillo, aunque para entonces la entrada al mismo estaba cerrada, y tras pasar por el ayuntamiento, vuelvo al casco moderno, para dirigirme a la estación de autobuses, donde concluyo esta sencilla ruta.