Travesía de Facheca a Quatretondeta por el Pla de la Casa. PR-CV-182 y PR-CV-24,

El Pla de la Casa, la cumbre más destacada de la Sierra Serrella, es nuestro destino primario de hoy. Inicialmente contemplamos su ascensión, que ya hemos hecho en otras ocasiones, dentro de una ruta circular con inicio y final en Facheca, pero las numerosas referencias en wikiloc hacia rutas de este tipo, nos han inducido a hacer algo menos frecuente, por lo que finalmente la ruta se ha acabado convirtiendo en una travesía de Facheca a Quatretondeta; si se llega con dos coches, como fue nuestro caso, podemos ubicar uno en cada población para evitar hacer el desplazamiento intermedio andando, aunque también es posible encontrar un taxi en Quatretondeta para hacer el camino de vuelta sin caminar por la carretera,
El Pla de la Casa es una muy bella montaña en cuya parte alta, cerca de la cima, se conservan algunos restos de un antiguo castillo musulmán (el castillo de Cheroles, o Xeroles); en esa zona podemos encontrar también lo que queda de una gran nevera (del siglo XVii o XVIII), que ha perdido la cubierta, y a unos cientos de metros en dirección oeste se pueden encontrar los restos de la llamada Casa de los Nevateros, así como de la "gelera". donde se apilaba la nieve hasta su introducción en la nevera.
El Pla de la Casa es la máxima altura de la Sierra de la Serrella, alcanzando los 1387 metros (aunque otras citas lo reducen a 1379), a cuya cima se puede acceder desde distintos orígenes (Facheca, Quatretondeta, Confrides o L'Abdet como más frecuentes). La Serrella separa los valles de la Seta (por el norte) y Guadalest (por el su), y se caracteriza por sus fuertes pendientes, con una marcada erosión kárstica de la roca calcárea, destacando las grandes pedreras que se forman en ambas pendientes; la cara norte, o umbría, es una de las zonas de la provincia de Alicante con un índice de pluviosidad más alto, mientras la cara sur, o solana, tiene una exposición solar considerablemente más elevada. La Serrella es drenada por tres ríos: el Serpis (con sus afluentes, el Seta y el Peñáguila), el Gorgos (a través del río de Castells) y el Guadalest; un detalle curioso es que la mayoría de las fuentes que se ven en la sierra se sitúan en la vertiente norte de la misma, mientras en la vertiente sur son más frecuentes los pozos y manantiales que alimentan al embalse de Guadalest y permiten algunos cultivos de regadío. Tradicionalmente se separan las sierras Serrella y Aixortá, pero en la observación directa ambas sierras parecen continuarse sin una clara solución de continuidad.
Para llegar al punto de inicio de la ruta, saliendo de Jávea, hemos seguido la CV-734, saliendo a la N-322 para poco después tomar la salida de Pedreguer y continuar por la CV-720 hasta Facheca, donde aparcamos al lado de la iglesia. En este municipio se sitúa la divisoria de aguas: al este corre hacia el río Gorgos, mientras que al oeste lo hace por el río Seta hacia el Serpis. La población se originó sobre una alquería musulmana, ocupada por pobladores de origen bereber
El camino se inicia al lado del aparcamiento, pasando por debajo de la carretera CV-320, para llegar a la Fuente del Espíritu Santo, vecina a una instalación de tratamiento de residuos. Seguimos durante 1 km por el sendero PR-CV-182, casi en llano, en una zona que recibe el nombre de El Bosc, donde se sitúa la parte baja del Barranco del Moro, por el que luego ascenderemos y cuyo cauce forma la cabecera del futuro río de Castells, que se continúa como Gorgos. La pista gira primero a la izquierda y luego a la derecha, cuando se convierte en un sendero de montaña, estrecho y con suelo irregular, pero bien trazado y fácilmente identificable, que sube con moderada pendiente por el Racó Tremuja. En la parte media del Barranco vemos por la derecha una pared rocosa, en cuya parte baja podemos ver una gran cueva, cuya entrada está tapada en parte por una pared de piedra seca y vegetación: es la Cueva de Bernat.
La Cueva de Bernat es un lugar importante en la historia de la zona. Allí se encontraron los restos mas antiguos (del Paleolítico, hace unos 10.000 años) de actividad humana en el entorno. Cerca, en la partida de Brovalet, se encontraron restos de cerámica íbera, y algo más arriba de Facheca, en Les Coves. se encontraron pinturas rupestres.
Siguiendo hacia adelante (aquí se podría decir hacia arriba con toda propiedad) llegaremos a la fuente del Cuquero, en El Castellet, donde poco después encontraremos un sendero que sale por la izquierda para ir hacia la Font del Noguer, en el camino a la Mallada del Llop. A partir de aquí el sendero gira hacia el oeste. atraviesa una zona con varias fuentes, y entra una extensa pedrera, por cuyos bordes el PR-182 serpentea en agresiva subida para llegar hasta el llano del Pla de la Casa. En la primera vez que subí por aquí me pareció una subida durísima (entonces venía desde el Coll de Borrell, y la subida incluía el paso por el Cantalar de Gil, cosa que no sucede en la subida desde Facheca), y la visión de la cuesta en la pedrera desde abajo no ayudaba a disminuir la calificación, pero luego me ha parecido relativamente suave, gracias al continuo zigzagueo del sendero por el lateral derecho de la pedrera. (atravesarla desde el Cantalar fue probablemente lo más duro). En cualquier caso, cuando se llega al llano es una notable sensación de alivio, aparte de una cierta sorpresa por la extensión del lugar, entre dos pequeñas sierras donde se encuentra a la izquierda la cima del Pla de la Casa y a la derecha, más modesto, El Banc.
La cima es un buen lugar para comer y beber algo, con algunas de las mejores vistas de toda la Comunidad, que en un día limpio de nubes, como hoy, dejan recuerdos imborrables. Al cabo hay que seguir camino, así que bajamos al Pla y visitamos el resto de los lugares relevantes, para luego seguir por el PR.CV-182, mientras iniciamos el descenso hacia el Collado de Borrell. Aquí encontraremos señales que nos dirigen hacia la Font Roja y Quatretondeta, apartándonos del trayecto real del PR-182, que volveremos a encontrar algo más adelante, tras cruzar el Barranco Fondo, poco antes de la Font Roja. Aquí hay que estar atentos, porque es el punto donde se decide el destino final de la ruta: si se sigue por la derecha del Barranco Fondo se irá hacia el Pouet d'En Campos y Facheca, por el PR-CV-182 ,(hay dos posibilidades, según se escoja el Camí dels Comtes, que sigue un curso más elevado, o el Camí del Olivar, que sigue por Les Foies); si se continúa por la izquierda del Barranco Fondo, se sigue el PR-CV-24 por la ladera de la Penya de Les Creus hacia la Fuente del Espinal, con excelentes vistas por nuestra izquierda hacia Els Frares. Una advertencia: una vez se separan ambos senderos no hay posibilidad de cruzar de un sendero al otro, salvo volviendo atrás, y un aviso: la única comunicación entre Quatretondeta y Facheca es por la carretera, unos 6,5 km de bien asfaltado firme, excelente para coches y poco agradable para caminantes, pero la salida es más fácil si se tiene un coche alternativo o se pide en el bar que avisen a un coche para llevarte a Facheca.
Tomada la decisión de seguir hacia Quatretondeta, pensando en la comida, seguimos el Camí de la Font Roja, a los pies de Els Frares, acercándonos progresivamente a la entrada de Quatretondeta, pasando por la Fuente del Espinal y, luego, por una impresionante encina: la Carrasca de la Tía Sofía. Poco después entramos en la población donde finaliza la ruta.
En conjunto, una excelente ruta, llena de puntos de interés, con vistas de escándalo en un día con excelente visibilidad. La noche anterior ocurrió la primera helada del año, por lo que el sendero estaba cubierto de escarcha, luego de humedad, en las zonas de umbría; aquí es habitual que haya nieve en invierno, y el hielo puede ser un problema importante en estas pendientes, lo que debe ser tenido muy en cuenta a la hora de decidir la ruta a seguir. El calor del verano puede no ser mejor compañero, pero yo nunca he notado mucho calor aquí, aunque el consumo de agua aumenta mucho en periodo estival; las fuentes suelen llevar agua, pero no está tratada y yo no la uso. Obviamente, esta ruta requiere cierta experiencia y una buena preparación física, con ambas esta ruta tiene una dificultad moderada, pero sin ambas es una ruta difícil o muy difícil, aunque realizable con la asistencia de expertos; yo no la haría sólo, pero he visto a personas que lo hacían así; tampoco llevaría a niños, pero también los he visto en sitios más complicados. Me parece que los pasos modernos limitan mucho el paso por las pedreras, una excelente iniciativa para conservar los maravillosos runares de este lugar de enorme belleza. Buen calzado de montaña, bastones, sombrero y protección solar, agua abundante y algo de comida, son aquí muy importantes. Es una gran ruta, y la acabamos con una excelente comida.