Tranco Marcolla-Tranco del Lobo (y arco), bajando por la norte-Vado Carretas-'Senda de los Pescadores'-Cañada Mesto. Circular.

NOTA IMPORTANTE: LA DIFICULTAD CON LA QUE CATALOGO MIS RUTAS ESTÁ REFERIDA PARA MONTAÑEROS HABITUADOS A CAMINAR, QUE SE DESENVUELVEN CON SOLTURA POR TODOS LOS TERRENOS, NO PARA SENDERISTAS OCASIONALES. SI TIENES POCA EXPERIENCIA, AÑÁDELE UN GRADO MÁS A LA DIFICULTAD DE MIS RUTAS PARA NO LLEVARTE SORPRESAS.

Interesante y exigente ruta circular para visitar algunos de los parajes escondidos de estas impresionantes sierras. Para realizarla tomé como base la del usuario Ramirvid, al que doy las gracias por su buen curro. Yo la acorté bastante, ya que su grupo la realizó en travesía, haciendo noche por el camino, y yo sólo disponía del día para realizarla. Es una excursión dura porque una buena parte de ella va por zonas algo incómodas o de cierta dificultad para alguien que no esté habituado. Estas zonas son básicamente 3, la subida por el Tranco Marcolla, la transición del Tranco del Lobo a su arco (y sobre todo la bajada con trazas semiperdidas algo confusas hacia el Guadalentín) y por úlitmo, la "Senda de los Pescadores", una delicia de camino ya bastante perdido que obliga a ir con atención y a dar buenos saltos, sobre todo en su tramo final, antes de confluir con el Arroyo de los Tornillos de Gualay. Dicho todo ésto, es una ruta imprescindible para todo buen amante de estas sierras, pero exigente de verdad para el senderista medio.
Yo dejé el coche antes de la Casa Forestal del Picón del Molinillo, ya que el último tramo de pista que llega a ella está en bastante mal estado. Ésto implica hacer 1 km más a la ida (e igualmente a la vuelta) de pateo. Hasta el punto en donde aparqué se llega bien en turismo normal por pista de tierra que sale desde el camping que hay junto a la presa del Embalse de la Bolera (aún así hay algún tramo en el que hay que ir lento por el bacheado). Calculo que serán unos 7 kms hasta aquí.
Se camina al principio muy cómodamente por amplio camino y después por buena senda, atravesando primero la cola del Embalse de la Bolera, cruzando un puente sobre el Guadalentín, que sale de un bonito estrecho, antes de verter sus aguas a dicho embalse. Después comienza una prolongada y suave subida por la Cañada del Mesto hasta llegar más o menos a la altura del Cortijo del Raso del Peral, en donde hay que abandonar este cómodo camino (marcado como GR 247) para girar a derecha campo a través, en busca de trazas e hitos que nos faciliten la subida (entre hermosísimos ejemplares de laricios) por el Tranco Marcolla. Es una zona entretenida en la que hay que ir atento y tener cierto "olfato" montañero para encontrar bien el paso, ya que en sí hay tramos en los que no hay traza alguna. Yo me desvié algo para investigar la zona de peñotes cercanos y obtener vistas espectaculares de la zona. Una vez que llegas a lo alto el terreno es mucho más cómodo, aunque sigue sin haber camino definido, pero sí múltiples trazas. Me acerco a las ruinas del Refugio de las Sabinillas (en lamentable estado) y luego continuo hasta llegar a unas antenas en donde aparece un cómodo camino que me acerca al impresionante Tranco del Lobo, sin duda uno de los mejores miradores de todo el sur de España. Antes me acerco a la "Cueva del Maqui", un curioso covacho junto a una dolina, que fue habitado, como su nombre indica por un maqui después de la Guerra Civil.
El tránsito entre el Tranco del Lobo y su arco, es bastante incómodo ya que no hay caminos definidos y es un sube y baja, en el que cuesta saber por donde es más cómodo caminar. Yo di alguna vuelta tonta y al final comprobé que era más fácil el caminar a veces cerca de las impresionantes paredes que caen hacia el Valle del Guadalentín. Al "Arco del Tranco del Lobo" se accede por una aérea repisa. Hay que estar atento para encontrar este escondido paso (hay algún hito). Después la cosa es más "divertida" todavía, se llanea un poco siguiendo trazas que se van entrecruzando, pero al final hay que ir bajando por terreno no muy difícil pero sí algo incómodo. La tierra está blanda por lo que frena bastante, pero hay que tener cierta intuición para no acabar saliendo a algún risco sin una buena salida. Después de una larga bajada por fin se llega al anhelado río Guadalentín. Sólo queda cruzarlo (fácil) y salir a su contigua pista, que es otra vez el GR 247. Esta zona es preciosa de vegetación y el entorno es realmente bucólico. Una vez llegamos al llano del Vado de las Carretas, vadeamos el Guadalentín por pequeña puente y continuamos por camino marcado como GR 247, pero pronto hay que desviarse hacia el estrecho que hace el río, si queremos hacer la interesante Senda de los Pescadores. Ésta, lamentablemente está bastante perdida en su traza, pero es bastante evidente por donde hay que caminar, al principio haciendo varios fáciles vadeos del río, facilitados con piedras. El estrecho se hace más espectacular y acusado, y tendremos que saltar en algún tramo sobre las plataformas que han quedado de lo que tuvo que ser un camino impresionante. Si el río está muy crecido esta tarea puede ser misión imposible. Más o menos a la altura en la que el Arroyo de los Tornillos de Gualay se encuentra con el Guadalentín habrá que volver a vadear el río y buscar un camino por el que subiremos en dirección a la pista (GR), pero cometo el error de entrar a un vallado (hay un paso abierto) de una finca, de la que luego tengo que salir saltando una incomoda y alta valla. En este tramo final recomiendo feacientemente circunvalar el vallado de la finca por su derecha para no complicarse la vida. Una vez en la pista sólo nos quedara desandar por ésta hasta el punto de inicio de la excursión, tras una exigente pero increíblemente espectacular ruta por perdidos parajes serranos.