Tour del Mont Blanc Ago/13 - Etapa 5: Bertone - Testa Bernarda - Elena

(Track de todo el Tour, consideraciones generales y lista de etapas en:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5134010)
_____________________________________________________________

Etapa italiana "suave" (donde "suave" equivale a 1000 m de desnivel acumulado y 19 km), para descansar del palizón de ayer. En esta etapa puede uno tomarse la vida con más tranquilidad y aun así llegar a una hora decente (las cuatro y media) al refugio Elena, situado en un lugar mágico, frente al glaciar de Pré de Bar. Lengua blanca y azulada sobre piedra rojiza que sobrecoge.

Esta etapa tiene, de nuevo, variante por el valle y variante por lo alto. De la parte alta del Refugio Bertone sale un camino que sube y que, a los 5 minutos, se divide en 2. Nosotros cogemos el de la derecha, que recorre la cresta de Testa Bernarda subiendo paulatinamente aunque los gemelos se quejen del esfuerzo de ayer. Nos tocó lluvia fina y nubes negras, dando al paisaje un matiz nuevo no menos atractivo que los días soleados. Las lomas herbosas y solitarias de Testa Bernarda ofrecen un panorama estupendo de todo el valle, continuación del que recorrimos ayer y pudiéndose ver a lo lejos hasta el col de la Seigne. La vista de les Grandes Jorasses enfrente, junto a la Aig. de Leschaux y el Glacier de Frébouze bien merece la subida. Al final de la loma se inicia un descenso corto y fuerte hasta el Col Sapin. Ahí hay que bajar al valle y remontar al collado de la Tête entre Deux Sauts, que queda justo enfrente. Los circos glaciares que tenemos a nuestra derecha son de quitar el hipo. Del collado se baja al valle Vallone di Malatra. Es un valle anchísimo y verde, de nuevo vigilado desde nuestra espalda por un circo glaciar por una pedrera oscura. Recorrerlo en soledad es toda una experiencia. El camino te lleva al Albergue de Malatra (¿abandonado?) y llega poco después al fantástico refugio Walter Bonatti, del que no tengo fotos pero del que todos los caminantes dicen que es un lugar estupendo para pernoctar. Doy fe de las espectaculares vistas que tiene, colgado a mitad de ladera.

De ahí, cogiendo el camino que sale de la terraza del refugio, bajamos a la carretera, que seguimos hacia la izquierda unos 10-15 min hasta llegar a un parking. Al fondo del mismo está la zona recreativa de la Vachey, con un par de bares y restaurantes. Comimos en el Mont Dolent como "regalo al cuerpo" y aunque los gnocchis y los tallarines estaban ricos, las raciones no eran muy abundantes para el precio y el ambiente era más dominguero glamouroso a la italiana que montañero.
Volvimos sobre nuestros pasos para dirigirnos al fondo del valle, hacia el refugio Elena. Todo por pista salvo la última media hora de subida, donde hubo que ir recitando mantras italianos para poder olvidar que las piernas andan más cansadas de lo habitual. También se puede llegar por la pista, sin dejarla, dando un rodeo al final del valle (es el camino que siguen los muchos ciclistas que llegan hasta el refugio). El refugio es grande pero acogedor, aunque hostil con los campistas: no hay zona de acampada ni sala donde cocinar tu propia comida, y hacerlo fuera, en el vendaval helador que se forma a diario, no debe de ser plato de gusto. Decir también que en Italia la acampada libre está prohibida por debajo de los 2500 m de altitud.

Cervecita viendo el glaciar de Pré de Bar y esfuerzo olvidado al instante.