Torres del Paine. Refugio Las Torres a Refugio El Chileno

Lugar de ensueño. Visitar el Paine, hacer la W, y hacerla sólo son emociones profundas para el joven (de espíritu) caminante. Las sendas están bien señalizadas y la atención en los refugios distribuidos a lo largo del camino es excelente en general, por lo que pronto se disipan los miedos y dudas a ese respecto. No lo hacen tan pronto los que dependen del clima, a la hora en que comienzo a andar (muy temprano) las nubes bajas no permiten mucha visibilidad, llueve algo y -sobre todo- hace un viento de mil demonios (aunque en Tasmania no estaba mal, lo de los rugientes 40 aquí aumenta todavía más), y parece que aumentará aún más. En la recepción del refugio me avisan de que la previsión a mediodía es de lluvia fuerte y vientos muy intensos, por lo que puedo encontrar cerrado el ascenso al Mirador de las Torres a partir del Refugio El Chileno; en cualquier caso, como mi próxima noche está reservada en dicho refugio debo llegar a él, así que para allá vamos.
Durante un tiempo el camino es más o menos llano, pasando por diversas zonas (refugio, camping, hotel,...), del complejo turístico de Las Torres, con un nivel de ocupación muy alto, pero muy poca gente en el sendero a esa hora. La senda está en general muy bien, pero hay arroyos y charcos por todas partes (ha llovido y nevado bastante durante varios días seguidos), aunque en muchos sitios hay pasos sobre tablas, o puentes, que evitan mojarte. A medida que avanzo los bosques se hacen dueños del lugar, extendiéndose por la falda de las montañas, y casi siempre acabando en algún espléndido lago al pie de las mismas. Al cabo de unos 2 km encuentro la garganta del Río Ascencio, que atravieso por un un puente de madera, según el modelo habitual en la región, para poco después girar a la derecha e iniciar el ascenso por el valle de este río.
El Río Ascencio, que desemboca en uno de los vértices (el nordeste) del lago Nordenskjold, es un gran torrente de agua glaciar, que atraviesa un valle bellísimo y forma la primera rama ascendente de la W; hacia la mitad de esa rama se encuentra ubicado el refugio El Chileno, desde el que se puede seguir hacia el Mirador de la base de Las Torres, donde termina la rama, o hacia el Valle del Silencio (parte del circuito de la O, y para el que se necesita un permiso especial). Las fotografías muestran adecuadamente el entorno del sendero de subida, de dureza moderada en si mismo pero que con el viento en contra (no muy notable en bastantes partes del trayecto, protegidas por bosque y rocas, pero si en otras partes, como el Paso de los Vientos, totalmente abiertas y donde la intensidad es casi huracanada) se hace más complicado (a veces parece que el viento te puede tirar, por lo que los bastones se utilizan como apoyo lateral para refuerzo de sustentación) y cansado. Una vez pasado el Paso de los Vientos se desciende hacia el refugio El Chileno y pronto comienza a sentirse menos el viento, mientras el paisaje sigue ofreciendo vistas de ensueño.
Al fin llego al refugio, descargo mi mochila y aprovecho para comer y beber algo, pensando en quedarme ya allí hasta el día siguiente, y hacer entonces el camino hasta el Mirador y luego la vuelta hasta Los Cuernos. Sigue lloviendo (he hecho todo el trayecto con capa larga, para aumentar la protección ante la lluvia), pero una hora más tarde el tiempo no parece empeorar tanto como decía la previsión que me habían transmitido en el refugio anterior. Me dirijo a la recepción y pregunto si está cerrado el camino de subida al Mirador de la base de Las Torres y me dicen que no, así como que allí el tiempo es diferente y que no creen que vaya a empeorar mucho, y me recomiendan subir ya, porque lo que tenía previsto hacer al día siguiente sería durisimo y sin garantías de tener mejor tiempo.
Así que, dicho y hecho, vuelvo a ponerme la capa y sombrero, cojo los bastones y dejo mochila y comida en el refugio, para salir a hacer la segunda etapa del día. Pero esa ya corresponde al siguiente track.
De lo hecho hasta ahora, a pesar de la poca ayuda del tiempo, no puedo estar más contento: el paisaje es maravilloso y responde por completo a mis expectativas.