Torre García-El Pocico-Sendero las Amoladeras-Cabo de Gata-Playa del Charco

Ruta senderista en la que se recorre un tramo del GR 140 y dos senderos balizados por Medio Ambiente: el “sendero de Las Amoladeras”, que hacemos prácticamente en su totalidad (circular de 6’7 km, que se inicia en el centro de visitantes de las Amoladeras) y el sendero “El Pocico-Las Marinas” (sendero de 6’4 km que en un trazado lineal sale desde el final del paseo marítimo de Cabo de Gata y llega hasta Torre García), el cual hacemos íntegramente en el trazado de vuelta. A parte de avanzar por otras zonas donde no hay señalización alguna al no discurrir por ella ningún sendero balizado.

La ruta recorre uno de los lugares menos conocidos del PN de Cabo de Gata y, aunque no se puede decir que sea espectacular en cuanto a paisaje, sí se la puede catalogar como interesante y entretenida, porque el recorrido está salpicado de puntos de interés de diversa índole: cultural, paisajístico y ecológico, entre otros.

Desde el punto de vista cultural, destacamos los siguientes puntos en la ruta:

-La ermita de la Virgen del Mar (patrona de Almería). La ermita solo se podrá ver por fuera; pero el edificio, singular en incluso majestuoso, bien vale una visita. Por otra parte, la patrona no está en la ermita, solo viene a ella, el segundo domingo de enero. Se la trae hasta aquí en romería y luego es devuelta a su templo.
La ermita se erige aquí porque en el año 1.502 fue descubierta la imagen en esta playa.

-La torre vigía de Torre García: torre almenara levantada en la segunda mitad del siglo XVI, durante el reinado de Felipe II.
La función original de esta atalaya era la vigía y transmisión de señales para la defensa del litoral frente a los piratas berberiscos, que por entonces efectuaban numerosas incursiones. Esta torre almenara estaba conectada con otras visualmente (la palabra almenara viene del árabe y significa “lugar de la luz”). Mediante fogatas por la noche y ahumadas por el día, los torreros comunicaban la presencia del peligro a otras torres y poblaciones. Este procedimiento de dar la alarma era típicamente musulmán y se siguió utilizando hasta el siglo XVIII, cuando se inventó el primer tipo de telégrafo, que era óptico y se basaba en la transmisión manual de señales luminosas por una cadena de torreras.
Torre García formaba parte de la red defensiva del golfo de Almería. Se comunicaba a poniente con la torre del Perdigal, cerca del aeropuerto, a unos 7 km en línea recta, y hacia levante, con el torreón de San Miguel, junto a la localidad de Cabo de Gata, situada a similar distancia.
Tras una reparación en el siglo XVIII, y servir de apoyo a las labores de vigilancia de la guardia civil, fue abandonada durante décadas. A finales de los ochenta fue restaurada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

-Los restos romanos de la factoría de salazones (218 a.C.-409 d.C.), pequeño recinto vallado donde podemos observar una serie de balsas usadas fundamentalmente para producir pescado salado (las más grandes) y el tan preciado garum. En ella también se obtenía “púrpura” (colorante de tejidos) a partir del molusco del género Murex (cañadillas).

-El Pocico: pozo de muy probable origen romano. Un cartel nos informa que lo que estamos viendo es su estructura interior, que ha quedado en la superficie por procesos erosivos naturales y artificiales. Por otra parte, observad que dispone de varias bocas, fruto de los cambios históricos en el nivel superficial del cauce de la rambla.

-Cortijo de las Amoladeras: en él se vendían las piedras de moler (amoladeras), obtenidas de la rambla del mismo nombre.

-Plantaciones de agave americano: son reliquias de los años 50 en los que se plantó esta planta, originaria de Méjico, con la misión de abastecer a una fábrica textil (producción de fibras de cordelería) que finalmente no prosperó; el descubrimiento de fibras sintéticas dio al traste con dicho proyecto.
Se plantaron dos tipos de agaves: sisal y henequén. La diferencia más significativa entre ambos es que el primero presenta una hoja de canto liso, mientras que las hojas del segundo tienen bordes dentados con espinas.
Se trata de una planta con un ciclo vital muy curioso, ya que este acaba con la floración (se produce sobre los diez años). En el mismo año desarrolla su escarpo floral (pitaco), fructifica y, tras ello, la planta muere.
Cuando avancéis cerca de ellas, prestad mucha atención, pues la espina del ápice de la hoja es altamente punzante.

Desde el punto de vista paisajístico y ecológico, son muchos los puntos de interés y en muchos de ellos encontraremos carteles informativos. No obstante, es muy recomendable, al llegar al Centro de Visitantes de las Amoladeras, entrar para visitarlo; para poder comprender en profundidad el alto valor ecológico del lugar por el que nos movemos y descubrir así su belleza.

En este sentido se trata de un recorrido muy variado: zonas de dunas, paisaje estepario, playas fosilizadas, la charca natural en la playa del Charco (recomendable llevar prismáticos para ver la avifauna que hay en ella, ya que esta se coloca muy adentro de la charca, buscando tranquilidad), los artos, zonas de tarays y carrizos, especies endémicas como el azafrán del cabo o la chapa, o especies curiosas como la tuera, etc.

En definitiva, multitud de plantas y animales adaptados a un entorno desértico (la pluviometría de Cabo de Gata es menor que la del desierto de Tabernas), donde el déficit hídrico, la salinidad y la alta insolación son los principales protagonistas de este espacio, que a pesar de estas condiciones tan crudas está repleto de vida.

El recorrido llegará al pueblo de Cabo de Gata, donde podremos tomar algo si así lo deseamos, teniendo presente que todavía restarán 6’7 km hasta el inicio de la ruta.

Desde el punto de vista físico, será un cómodo paseo para el montañero, acostumbrado a andar y a moverse por todo tipo de terreno, ya que no tiene apenas desnivel. Sin embargo, para alguien menos acostumbrado tendrá una dificultad media, por su longitud y porque hay tramos en los que se avanza por suelo arenoso, que hace más cansado el avance.

NOTA: El tiempo invertido en la ruta incluye casi una hora de visita en el centro de visitantes.

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Tened presente que tanto el track como la descripción de la ruta deben ser tomados solo como una información orientativa. El entorno natural es un entorno cambiante (donde antes había senderos puede con el tiempo no haberlos, donde antes había pasos fáciles, puede que ya no los haya…) y las condiciones climatológicas pueden complicar hasta la ruta más fácil. Por otra parte, la preparación física y técnica de cada cual añadirá o restará dificultad a cualquier ruta. Por todo ello, es responsabilidad de quién decida realizar la ruta, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario (valorar su forma física y su preparación técnica) y llevar bien estudiada la ruta para solventar cualquier imprevisto que pueda surgir, eximiéndose la autora de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.

QUE LA DISFRUTÉIS y recuerda LLÉVATE A CASA TODA TU BASURA, POR PEQUEÑA QUE SEA.