Torre Almagruz y Castillo de Luchena

Ruta carrilera para ver restos moriscos en la comarca de Guadix.
La torre de Magrú es de planta circular, de 3,55 metros de diámetro y desarrollo troncocónico. Está construida con mampostería de piedras de tamaño grande y mediano, alternando hiladas con otras planas de menor tamaño. La argamasa que une los ripios es de color rojizo, muy terrosa. No ha llegado hasta nuestros días ningún resto de su enfoscado exterior.
Las jambas de la puerta-ventana, se ejecutaban con sillería o con pilastras de ladrillo visto. Los dinteles eran rectos de sillería o de arco rebajado de ladrillo.

El habitáculo tendría otra ventana que daba hacia la zona de vigilancia. Contaba además, con unas escaleras que subían a la terraza, construidas de la misma mampostería que la torre.

La azotea disponía de un peto perimetral y una garita o trampilla que cubría la salida de la escalera y el cañón de la chimenea. Gracias a su privilegiada situación, desde lo alto de la torre de Magrú se podía contemplar toda la hoya de Guadix.
La atalaya de Magrú formó parte del primer cinturón defensivo de Guadix. Conectaba directamente con la Alcazaba de Guadix y con la Torrecilla de Baza.
Muy cerca de este baluarte defensivo se encuentra un conjunto de cuevas artificiales, que pertenecieron a un poblado de época emiral.
(Descripción de Rincones de Granada)
Descripción del Castillo de Luchena:
También conocido como Guadix el Viejo, este castillo se compone de dos recintos bien diferenciados. Del exterior sólo quedan restos de murallas de 1,35 metros de espesor y de dos torres, todo en el lado norte y está construido con tapial de tierra muy pobre en cal. En el ángulo noreste y este, aparecen restos de muros y zarpas de mampostería enrasados con el terreno que debieron servir de base a otros elementos defensivos de esta cerca. Además, puede reconocerse con facilidad el trazado del perímetro de todo este recinto.

Al oeste, una extraña torre de grandes proporciones en forma de V, cierra el recinto y defendía la puerta de acceso al conjunto, conservándose parte del camino primitivo que llegaba a él. Dicho torreón está formado por dos gruesas murallas, de 4,40 y 3,70 metros de anchura, que forman ángulo agudo, adaptándose al terreno y construidas de tapial de cal y canto.

El recinto principal, situado en la plataforma superior del cerro, tiene su perímetro perfectamente definido y forma un rectángulo. Conserva restos de seis torres y sus muros intermedios, si bien casi todo se encuentra enterrado en sus propios escombros. Sólo son claramente apreciables las torres ubicadas al noroeste y sudoeste y parte de la muralla que las une, donde debió estar situada la puerta de acceso a este recinto. En algunas zonas, como sucede al este, existen restos de muros de mampostería fuera de la línea de muralla, pudiendo corresponder a zarpas de la misma, a torres o a una antemuralla.

En el interior, en el centro del rectángulo, se sitúa un aljibe enterrado, construido con muros de hormigón de cal y cubierto con bóveda de mampostería. Tiene una anchura interior de 2,40 metros, no pudiéndose medir su longitud por encontrarse su extremo noroeste enterrado, si bien superaría los 5 metros. Junto a esta cisterna existe una edificación rectangular, construida con muros de hormigón de 0,65 metros de grueso, no apreciándose en ellos restos de mechinales pero sí de juntas de aparejo en sus ángulos, en su parte superior, lo que dificultaría su utilización como aljibe. Los muros conservan una altura de 1 metro desde la rasante exterior actual, estando su interior e interior al mismo nivel, no viéndose el resto de su pavimento. El muro presenta curvado su coronamiento, así como un gran orificio en su base.
(Descripción de la Guía Digital de Patrimonio Histórico de Andalucía)