Tocón de Quéntar, barranco de Linarejos, Mirador de Peña Bermeja - Sierra Nevada

Fecha de realización: 12/11/2024

Bonita ruta de baja montaña, por el entorno del Tocón de Quéntar, en una zona donde se confunden las Sierras de Huétor y Sierra Nevada, ideal para conocer en otoño, por la gran cantidad de álamos en las cercanías del poblado, que dotan de colorido al entorno.

La ruta no tiene gran complicación y de hecho, gran parte de la misma se realiza por carriles y pistas, sin ningún tipo de dificultad. Sin embargo hay que tener en cuenta dos aspectos; por un lado, que hay gran cantidad de cruces, por lo que habrá que ir pendiente del track, para no desviarse . La otra dificultad la encontramos en el barranco de Linarejos, cuando llegamos al mismo, hay que cruzarlo, por una zona algo húmeda y con barro, buscando además esquivar las zarzas que pueblan la zona. Después además hemos de realizar una subida escarpada de pocos metros, para llegar a un sendero que va a media ladera por el barranco, en el margen izquierdo según el sentido de nuestra marcha.

Además, una vez que estamos en este sendero, fácilmente distinguible ya que por el mismo va una goma de riego, tendremos que esquivar un gran pino caído, pasando como podamos sobre el mismo, y posteriormente nos encontramos que casi todo el ancho del barranco está atravesado por una valla hecha con alambradas y todo tipo de cercas metálicas, cosa que dudo de que sea legal, al cortar un cauce hidráulico de esta forma. En cualquier caso, nuevamente lo sobrepasamos sin mayor dificultad por el lado de la izquierda, más pegado a la ladera.

Superado el barranco, tendremos una subida escarpada por sendero donde ganamos vistas y posteriormente una pista forestal durante unos 8 kms, que abandonaremos por momentos. En el transito de la misma, pasaremos por el mirador de Piedra Bermeja, con vistas a Sierra Nevada y las zonas cercanas a la Peza. También pasaremos por el bonito paraje de fuente Alta donde podremos reponer agua.

Y ya para terminar el último y bonito tramo por sendero balizado, con barandas de madera y buenas vistas al poblado y el precioso entorno natural que lo rodea. Y para terminar, comida homenaje en el bar del pueblo.

En definitiva, una ruta muy aconsejable en otoño, que se puede hacer larga por las pistas, pero que nos lleva a conocer parajes no demasiado transitados y alejados de otros cercanos y bastante más concurridos como los de la Sierra de Huétor.