Tobía-Entripuerta-Manzanar-Antuñán-Cervanco-San Quiles-Tobía
near Tobía, La Rioja (España)
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Trail photos
Itinerary description
Advertencia: En este recorrido no encontraremos ninguna fuente de agua potable. Es necesario salir bien provisto, sobre todo en verano porque hay bastantes tramos a cielo descubierto sin ninguna sombra para refrescarnos.
Ruta: En Tobía, nos dirigimos hacia la pista asfaltada que conduce al “Rajao”. Sin llegar a salir del pueblo, enfrente de la cofradía “San Julián”, cruzamos el río Tobía por un pequeño puente de hormigón y ascendemos entre pajares hasta alcanzar la loma de piedra. Giramos hacia la izquierda y caminamos hasta encontrarnos con el camino que sube el barranco “Entripuerta”.
El barranco asciende por un estrecho sendero hasta llegar a un solitario roble donde giramos de nuevo a la izquierda siguiendo el mismo sendero, ahora algo menos pendiente.
Llegamos a la majada “La Castillo” y giramos a la derecha por la pista “Frádigas” rodeando en descenso la cima “Peñalba”.
En un punto de ese descenso encontramos una señal que indica “Monasterio Valvanera” y tomamos esa estrecha senda a la que se accede por un pequeño terraplén. Esta senda termina de rodear “Peñalba” y nos lleva al cerro de “Las Iruelas” donde podemos disfrutar hermosas vistas a ambos lados del camino.
Pasamos la peña “Cristisalve” y nos internamos en el hayedo, en la falda del pico “Manzanar”.
El camino nos lleva hasta la majada de “Manzanar” en la que hay un depósito de agua para la lucha contra el fuego. No debemos beber ese agua, pero nos podemos refrescar con ella.
En la majada, giramos a la izquierda y subimos por una pista zigzagueante que nos llevará hasta “Antuñán”.
En “Antuñán” hay ganado vacuno y unos perros mastines protegen a la manada de los lobos. Es normal que vengan hacia nosotros ladrando pero, por experiencia propia, resultan bastante amistosos. Así que, en ese caso, recomiendo actuar con absoluta naturalidad y no hacer ningún tipo de gesticulación o gesto amenazador para ahuyentarlos. Dejarles que vengan a olernos/identificarnos y seguir el camino como si nada.
Una vez que hemos alcanzado la majada de “Antuñán”, con magníficas vistas de la sierra, giramos a la izquierda siguiendo la pista forestal que, poco a poco, irá desapareciendo para convertirse en un camino más o menos visible en algunos tramos. Ese camino es parte de las “Rutas entre hayedos” de la Mancomunidad de Anguiano, Matute y Tobía, y está señalizado con balizas de color amarillo/naranja, así que no hay problema para seguirlo.
El camino nos introduce de nuevo en un hayedo y, siguiendo la señalización, llegaremos al collado de “Cervanco”. Aquí vemos un poste indicador de los diferentes caminos que se cruzan en este collado y tomamos la dirección que conduce a la ermita de “San Quiles”. Solo dos kilómetros separan el collado de la ermita, pero los últimos 200 m son una subida bastante pendiente.
En el alto de la ermita podemos disfrutar de un panorama de 360º con excelentes vistas de la sierra y del valle del río “Najerilla”.
Dejamos el alto y, siguiendo la señalización, nos internamos de nuevo en un hayedo por el que iniciamos el descenso. La bajada por el hayedo es bastante empinada en algunos puntos y hay que hacerla con cuidado.
Salimos del hayedo y nos encontramos un nuevo poste de señalización que nos indica que estamos a 3 kilómetros de Matute. En esta ocasión no nos hemos dirigido hacia el pueblo sino que hemos bajado siguiendo siempre la cima de las lomas. Casi al final, encontramos una nueva baliza amarillo/naranja y bajamos a encontrarnos con el camino que se dirige al “Salto del agua”.
Giramos en ese camino a la derecha, en dirección contraria al “Salto del agua”. Subimos unos escalones de madera y nos encontramos una intersección en la que el camino se divide; a la derecha hacia Matute y a la izquierda hacia la pista “Frádigas”. Tomamos el ramal de la izquierda, alcanzamos la pista y descendemos por ella hasta llegar a la carretera que, en unos pocos centenares de metros, nos dejará de nuevo en Tobía.
Ruta: En Tobía, nos dirigimos hacia la pista asfaltada que conduce al “Rajao”. Sin llegar a salir del pueblo, enfrente de la cofradía “San Julián”, cruzamos el río Tobía por un pequeño puente de hormigón y ascendemos entre pajares hasta alcanzar la loma de piedra. Giramos hacia la izquierda y caminamos hasta encontrarnos con el camino que sube el barranco “Entripuerta”.
El barranco asciende por un estrecho sendero hasta llegar a un solitario roble donde giramos de nuevo a la izquierda siguiendo el mismo sendero, ahora algo menos pendiente.
Llegamos a la majada “La Castillo” y giramos a la derecha por la pista “Frádigas” rodeando en descenso la cima “Peñalba”.
En un punto de ese descenso encontramos una señal que indica “Monasterio Valvanera” y tomamos esa estrecha senda a la que se accede por un pequeño terraplén. Esta senda termina de rodear “Peñalba” y nos lleva al cerro de “Las Iruelas” donde podemos disfrutar hermosas vistas a ambos lados del camino.
Pasamos la peña “Cristisalve” y nos internamos en el hayedo, en la falda del pico “Manzanar”.
El camino nos lleva hasta la majada de “Manzanar” en la que hay un depósito de agua para la lucha contra el fuego. No debemos beber ese agua, pero nos podemos refrescar con ella.
En la majada, giramos a la izquierda y subimos por una pista zigzagueante que nos llevará hasta “Antuñán”.
En “Antuñán” hay ganado vacuno y unos perros mastines protegen a la manada de los lobos. Es normal que vengan hacia nosotros ladrando pero, por experiencia propia, resultan bastante amistosos. Así que, en ese caso, recomiendo actuar con absoluta naturalidad y no hacer ningún tipo de gesticulación o gesto amenazador para ahuyentarlos. Dejarles que vengan a olernos/identificarnos y seguir el camino como si nada.
Una vez que hemos alcanzado la majada de “Antuñán”, con magníficas vistas de la sierra, giramos a la izquierda siguiendo la pista forestal que, poco a poco, irá desapareciendo para convertirse en un camino más o menos visible en algunos tramos. Ese camino es parte de las “Rutas entre hayedos” de la Mancomunidad de Anguiano, Matute y Tobía, y está señalizado con balizas de color amarillo/naranja, así que no hay problema para seguirlo.
El camino nos introduce de nuevo en un hayedo y, siguiendo la señalización, llegaremos al collado de “Cervanco”. Aquí vemos un poste indicador de los diferentes caminos que se cruzan en este collado y tomamos la dirección que conduce a la ermita de “San Quiles”. Solo dos kilómetros separan el collado de la ermita, pero los últimos 200 m son una subida bastante pendiente.
En el alto de la ermita podemos disfrutar de un panorama de 360º con excelentes vistas de la sierra y del valle del río “Najerilla”.
Dejamos el alto y, siguiendo la señalización, nos internamos de nuevo en un hayedo por el que iniciamos el descenso. La bajada por el hayedo es bastante empinada en algunos puntos y hay que hacerla con cuidado.
Salimos del hayedo y nos encontramos un nuevo poste de señalización que nos indica que estamos a 3 kilómetros de Matute. En esta ocasión no nos hemos dirigido hacia el pueblo sino que hemos bajado siguiendo siempre la cima de las lomas. Casi al final, encontramos una nueva baliza amarillo/naranja y bajamos a encontrarnos con el camino que se dirige al “Salto del agua”.
Giramos en ese camino a la derecha, en dirección contraria al “Salto del agua”. Subimos unos escalones de madera y nos encontramos una intersección en la que el camino se divide; a la derecha hacia Matute y a la izquierda hacia la pista “Frádigas”. Tomamos el ramal de la izquierda, alcanzamos la pista y descendemos por ella hasta llegar a la carretera que, en unos pocos centenares de metros, nos dejará de nuevo en Tobía.
Waypoints
Photo
4,705 ft
Llegando a Antuñán nos encontramos con unos mastines cuidando el ganado. Afortunadamente, bastante amistosos
Photo
4,695 ft
Llegando a Antuñán nos encontramos con unos mastines cuidando el ganado. Afortunadamente, bastante amistosos
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