TIJERAS PEDROSO AVENTURASLYA

Antes de comenzar la descripción de este recorrido, haremos una vez más referencia a la dificultad. Le hemos puesto Difícil por varios motivos. Todos ellos referidos a la arista de Tijera. Uno, la meteorología que tuvimos. Frio hasta 9 grados bajo cero y viento. En consecuencia, muchos tramos de la arista congelados. Los escasos agarres, con guantes. Los apoyos de pie, también escasos, cubiertos de hielo. La cara norte, con nieve polvo o hielo. La sur, despejada, pero sin pasos seguros. Y un par de tramos en estas circunstancias con auténtico peligro. Toda la arista, no da opción ninguna al mínimo error. Si os gusta la zona y este tipo de terreno no os hace gracia, podéis optar por las vegas de los Corrales del Marqués donde no hay ningún tipo de problema. Nosotros sabíamos dónde nos metíamos. El problema fue que, debido a la condición del terreno, tardamos más de lo calculado en recorrer el tramo desde Refayos a Tijeras. Ello nos obligó a apurar el paso durante algunos tramos, para allegar de día a la zona norte de Sierros Negros. Desde allí, con los frontales, llegamos sin problema a Mirantes.
Vamos ahora con la descripción del recorrido
Tenemos varios métodos para encontrar rutas. El que más usamos y que nos lleva a conocer muchas montañas, es el de buscar una cima nueva desde la que subimos ese día. También, de rutas que hacen otros montañeros. Y para conocer zonas nuevas en nuestro entorno.
La ruta de esta jornada, puede cumplir los tres requisitos. El pico Pedroso, nos quedó pendiente en la jornada de Geras por culpa de la niebla. En León Noticias, descubrimos el Valle de Borbusende. Y nunca habíamos hecho nada por la zona Sur del embalse de Los Barrios de Luna.
Así que juntamos todo esto, lo “agitamos” a nuestra manera, y nos salió este recorrido.
Como punto de partida, escogimos Mirantes de Luna. La historia de este lugar, esta forzosamente ligada a la construcción del pantano en 1956. A diferencia de otros pueblos que quedaron completamente sumergidos, Mirantes, fue abandonado al quedar inundadas sus tierras de labor. Tenemos cartografía del año 1946, donde se pueden ver pueblos cercanos, hoy sumergidos. Gracias a algunas ortofotos y a este mapa antiguo, podemos ubicar y contemplar algunos de los restos de estos pueblos desaparecidos. Son los casos de Arévalo, Campo de Luna, Casasola, Cosera de Luna, Lagüelles, Miñera, Oblanca, San Pedro de Luna o Santa Eulalia de las Manzanas. Nos hemos percatado, viendo mapas, que en la autopista del Huerna, a la altura de la ubicación de estos pueblos, han puesto su nombre a los túneles. Nos referimos a Oblanca y Cosera,
Del original pueblo de Mirantes, solo quedan ruinas. Hoy en día, al otro lado de la carretera, se encuentra ubicado el club náutico leonés.
Estacionamos en un ensanche frente a dicho club. Hay una marquesina de autobús y una fuente. Allí mismo, cruzamos un paso canadiense. Vemos las casas y el embarcadero del Club náutico leonés. Avanzamos un tramo corto por una pista y en el primer cruce, giramos a la derecha. Nos encontramos ahora con las ruinas de Mirantes. Por un viejo camino, buscamos la manera de enlazar con la pista de tierra que recorre el Valle de Borbusende. Como referencia, tenemos en frente a la Peña de las Arregueras. Tiene unos marcados sinclinales y anticlinales. Llegamos a una zona de corrales. Y por allí, salimos a la pista que nos interesa. Entramos ahora en el PR LE 71. Nuestro objetivo en la distancia, es ganar la sierra que nos separa de La Pola de Gordón. En esta zona, intentaremos “subirnos” a todo lo que encontremos. Seguimos por el valle de Borbusende. Estamos rodeados por completo de arboleda. Los robles aún conservan gran parte de la hoja. El entorno de hoy, está marcado por la fuerte helada que ha “pintado” de blanco todas las zonas sombrías y con orientación norte. Estamos en el Parque Natural de Babia y Luna. Atravesaremos áreas catalogadas como zona limitada de uso especial, según lo que hemos leído.
Superados los 1500 metros de altura y los 5 kilómetros, salimos a terreno más abierto. Abandonamos aquí el PR por el que subíamos. Estamos ahora en la zona de las Vegas del Palomar. Y vemos en la distancia el Alto de la Ensancha; nuestro siguiente objetivo. Llegados a este punto, estamos en una posición en la que pasamos a contemplar terrenos de Gordón. Hay restos de cercados ganaderos. En dirección Oeste, alcanzamos la cumbre de Los Refayos. Es esta una zona donde hubo actividad durante la guerra civil. Vemos restos de trincheras, casamatas y parapetos militares. Esta claro que, por su posición, controlaban lo que fue el valle del rio Luna. Descendemos ahora hacia el Oeste. Llama la atención los crestones calizos de los Montes Tijera hacia donde nos dirigimos. Seguimos rodeados de restos de “la guerra”. Vemos en la distancia, el Valle de Borbusende por el que hemos subido. También el embalse. Esta zona de Tijeras, tiene algunos pasos de manos y vacío. Ganamos la cota más alta y ampliamos considerablemente nuestra visual. Ubiñas y alrededores nos llaman la atención. Hemos de deshacer unos metros el camino de subida. Luego continuamos dirección norte hacia los Corrales del Conde y el puerto de la Cuencha.
El siguiente punto al que nos dirigimos es el Collado del puerto de la Cuencha. Allí, comenzamos la siguiente subida. Por la zona sur, llegamos al Pico de Vega Cercada. Hay senderos para llegar a la cima evitando los tupidos piornales. Desde esta posición, contemplamos nuestro siguiente destino; Pedroso. Seguimos rodeados de restos de la contienda del 36. Y podemos contemplar el valle que viene desde Geras. Por ahí habíamos planeado regresar la jornada que por allí anduvimos entre la niebla. Pasamos por Brañarredonda, punto entre las cimas. El ascenso se hace sin mayores complicaciones. Usamos zonas mayoritariamente despejadas y senderos de los animales. Llegamos a Pedroso, cima coronada con vértice geodésico.
VISTAS. En un 360º condicionado por la escasa luz tenemos, comenzando por el norte: Las tres Marías, el Cellón, la sierra del Cuadro, con el Estorbín. Al fondo, el Embalse de Casares. Peña Laza, el Brañacaballo, el Fontún, el Bodón. Al fondo, en tierras de Palencia; al Espigüete. El Correcillas, Corada. Al sur, la Meseta. Volviendo por el Oeste; las Omañas, el embalse, el Huerna, Catoute, Nevadín, Cañada, Muxivén, Montihuero, Orniz. Y regresando de nuevo al norte, gran parte de Ubiñas y Cirbanal. Una buena visual para una cumbre que no llega a los 2000 metros pero que está colocada en una buena zona para contemplar la Cordillera.
Otra afición que tenemos, que va ligada directamente a la montaña, es la cartografía. Nos gusta tener mapas de todas las zonas de que nos interesan. Y refiriéndonos a esta, nos hemos percatado de que, en la cima del Pedroso, confluyen los municipios de Los Barrios de Luna, Sena de Luna y La Pola de Gordón. A diferencia de Asturias, de León no hemos encontrado ninguna publicación que haga referencia a los puntos más altos de cada municipio. La única que tenemos, es el mapa de Adrados de la Cordillera Cantábrica. En él, si hace referencia a los techos de esta zona. Y nombra al Pedroso como techo de La Pola de Gordón y de Los Barrios de Luna. Sena de Luna, tiene su punto más alto por encima de los 2000 metros en el Pico la Ferrera o Chao. Lo subimos desde Riolago en 2009
El descenso de Pedroso, lo hacemos por un terreno con pinta de estar poco transitado. Llegamos en primer lugar a una especia de ante cima. Y desde ahí, emprendemos un descenso más acusado. Nuestro objetivo es llegar a la pista que nos lleve de nuevo hasta Mirantes. Vemos el embalse en la zona del puente colgante. A vista, perdemos más de 500 metros de desnivel. El último tramo lo hacemos entre matorral espeso. Tenerlo en cuenta si sois de piel delicada o vais en pantalones cortos. Este tramo pincha.
Llegamos a la pista. Esta anocheciendo y descartamos la subida a Sierros Negros. Nos colocamos los frontales para la llegada inminente de la noche. Nos quedan 3 kilómetros que recorremos en la oscuridad. Guiados por los datos que llevamos en el GPS, damos sin problema con los caminos en una zona que desconocemos por completo. Vemos a lo lejos las luces de la autopista del Huerna. A oscuras, pasamos junto al sabinar más al sur de Europa
Y por la zona de la vieja iglesia, llegamos de nuevo a nuestro punto de partida.
Hemos recorrido una zona totalmente nueva para nosotros. El material que llevamos nos aisló perfectamente de una jornada muy fría. Y el estar prevenido contra cualquier improvisto, nos ayudó a caminar más de una hora en la penumbra. Quizás nos jugamos “el tipo” más de lo necesario, pero lo disfrutamos. Y hemos subido unos cuantos picos.
A las 7 de la tarde, el termómetro marcaba un grado bajo cero en Mirantes.


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