Teixadal de Casaio y Ermida de San Xil desde Fonte da Cova
near Silván, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Una luminosa mañana de abril nos encaminamos en busca del más antiguo bosque de Galicia, el Teixadal de Casaio, donde unos 300 tejos centenarios conviven con acebos, robles, fresnos, arándanos y cerezos silvestres.
Hay varias rutas de acceso al teixadal; nosotros fuimos con dos coches y dejamos uno en la plaza de Casaio, lugar de fin de la ruta; subimos con el otro hasta el alto de Fonte da Cova y empezamos a caminar desde allí.
Después de unos 4 kms por una ancha pista sin asfaltar llegamos a la base de la mina de A Cabrita, donde un poste a nuestra derecha nos informa de la dirección en ambos sentidos de la pista. A escasos metros de este poste surge una senda que nos llevaría en descenso hacia las Minas de Valborraz (Minas del Alemán): podemos verlas desde lo alto y justo frente a estás instalaciones en ruinas asciende en zigzag otro camino hasta el Paso do Seixo. Esta es otra opción más larga de acceder al teixadal aunque más fácil que la que nosotros tomaremos.
Seguimos caminando por la pista y ascendemos bordeando la enorme mina a cielo abierto. Al poco de dejar las plataformas de pizarra excavada llegamos al Alto de la Cabrita (1.844 ms), el punto más alto de nuestro recorrido. Aquí de nuevo tenemos otra opción: si continuamos el camino que traíamos seguiremos la ruta hacia Peña Trevinca y también hasta el nacimiento del Rego do Penedo; si descendemos sus márgenes pasando por el lago del mismo nombre llegaremos al teixadal. Esta es otra opción, pero transcurre por pedregales y monte bajo sin senda marcada.
Nosotros giramos a la derecha en este punto para descender por un estrecho sendero a través de un cordal rocoso hasta llegar a un collado donde giraremos a la izquierda. Tanto aquí como en el alto anterior encontramos sendos carteles que nos indican la dirección del teixadal. En este momento iniciamos el descenso de la Lombada siguiendo algunos postes e hitos de piedra que nos marcan el recorrido por una fuerte pendiente a través de pequeños matorrales: es apenas poco más de 1 km, pero lo irregular del terreno y el desnivel castigan las rodillas.
Al final del descenso llegamos a un estrecho sendero: a nuestra derecha va hacia el pueblo de Casaio, la última de las opciones posibles para acceder al teixadal y que nosotros tomaremos al regreso. Ahora giramos a la izquierda y tras atravesar el Rego dos Valellos estaremos en apenas otro kilómetro en el entorno del teixadal, después de cruzar otro rego, el de Penedo.
El pequeño bosque de tejos se encuentra sobre escarpadas laderas y aunque es un día de calor, bajo la sombra de los árboles apenas llega la luz del sol y la temperatura es unos grados inferior. Desde aquí se puede pasear entre acebos, visitar un enorme roble, restos de una cabaña donde se escondían los maquis y algunas cascadas en el rego.
Después de comer y descansar en el teixadal reemprendemos el camino en dirección a Casaio, primero sobre nuestros pasos hasta el punto en que descendimos la Lombada y después siguiendo por el sendero que más adelante se ensancha en camino. Pasamos junto a una antigua mina y seguimos por el camino a media ladera hasta que nos encontramos en un cruce que lleva hacia las Minas de Valborraz: es el camino que desciende del Paso do Seixo mencionado anteriormente. Nosotros tomamos el camino de la izquierda que, tras vueltas y contravueltas, tenemos que dejar en dirección norte por un sendero marcado con hitos de GR.
A 3 kms desde ese punto encontramos la derivación hacia la vieja Ermida de San Xil desde el Alto de Pedra Fincada. La ermita se encuentra al fondo del valle del Río San Xil y desciende unos 300 ms en apenas kilómetro y medio. Medimos nuestras fuerzas y decidimos visitarla. La ermita se encuentra en un lugar idílico rodeado de un bosque y con el agua del río como ruido de fondo. Fue rehabilitada en 2001 y la fiesta en honor del santo se celebre el 1 de septiembre.
De nuevo camino de Casaio llegamos a un cruce de caminos y tomamos el del centro que, tras una pronunciada pendiente, bordea una nueva mina de pizarra, cruza el Río Valborraz y remonta hasta el pueblo de Casaio pasando por el Barrio de Romiña.
Aunque la ruta en sí no está señalizada de forma homogénea, en el recorrido realizado encontramos frecuentes carteles de madera en los cruces, e hitos del GR "Macizo de Trevinca" entre la bajada del Paso do Seixo y la ermida de San Xil. Desde aquí no hay señales, pero el pueblo de Casaio se ve en el horizonte y no tiene pérdida.
Ha sido una jornada larga y exigente para nuestras piernas, pero a cambio hemos contemplado unas hermosas vistas de la vertiente norte del Macizo de Trevinca. De las minas a cielo abierto mejor ni hablar.
Hay varias rutas de acceso al teixadal; nosotros fuimos con dos coches y dejamos uno en la plaza de Casaio, lugar de fin de la ruta; subimos con el otro hasta el alto de Fonte da Cova y empezamos a caminar desde allí.
Después de unos 4 kms por una ancha pista sin asfaltar llegamos a la base de la mina de A Cabrita, donde un poste a nuestra derecha nos informa de la dirección en ambos sentidos de la pista. A escasos metros de este poste surge una senda que nos llevaría en descenso hacia las Minas de Valborraz (Minas del Alemán): podemos verlas desde lo alto y justo frente a estás instalaciones en ruinas asciende en zigzag otro camino hasta el Paso do Seixo. Esta es otra opción más larga de acceder al teixadal aunque más fácil que la que nosotros tomaremos.
Seguimos caminando por la pista y ascendemos bordeando la enorme mina a cielo abierto. Al poco de dejar las plataformas de pizarra excavada llegamos al Alto de la Cabrita (1.844 ms), el punto más alto de nuestro recorrido. Aquí de nuevo tenemos otra opción: si continuamos el camino que traíamos seguiremos la ruta hacia Peña Trevinca y también hasta el nacimiento del Rego do Penedo; si descendemos sus márgenes pasando por el lago del mismo nombre llegaremos al teixadal. Esta es otra opción, pero transcurre por pedregales y monte bajo sin senda marcada.
Nosotros giramos a la derecha en este punto para descender por un estrecho sendero a través de un cordal rocoso hasta llegar a un collado donde giraremos a la izquierda. Tanto aquí como en el alto anterior encontramos sendos carteles que nos indican la dirección del teixadal. En este momento iniciamos el descenso de la Lombada siguiendo algunos postes e hitos de piedra que nos marcan el recorrido por una fuerte pendiente a través de pequeños matorrales: es apenas poco más de 1 km, pero lo irregular del terreno y el desnivel castigan las rodillas.
Al final del descenso llegamos a un estrecho sendero: a nuestra derecha va hacia el pueblo de Casaio, la última de las opciones posibles para acceder al teixadal y que nosotros tomaremos al regreso. Ahora giramos a la izquierda y tras atravesar el Rego dos Valellos estaremos en apenas otro kilómetro en el entorno del teixadal, después de cruzar otro rego, el de Penedo.
El pequeño bosque de tejos se encuentra sobre escarpadas laderas y aunque es un día de calor, bajo la sombra de los árboles apenas llega la luz del sol y la temperatura es unos grados inferior. Desde aquí se puede pasear entre acebos, visitar un enorme roble, restos de una cabaña donde se escondían los maquis y algunas cascadas en el rego.
Después de comer y descansar en el teixadal reemprendemos el camino en dirección a Casaio, primero sobre nuestros pasos hasta el punto en que descendimos la Lombada y después siguiendo por el sendero que más adelante se ensancha en camino. Pasamos junto a una antigua mina y seguimos por el camino a media ladera hasta que nos encontramos en un cruce que lleva hacia las Minas de Valborraz: es el camino que desciende del Paso do Seixo mencionado anteriormente. Nosotros tomamos el camino de la izquierda que, tras vueltas y contravueltas, tenemos que dejar en dirección norte por un sendero marcado con hitos de GR.
A 3 kms desde ese punto encontramos la derivación hacia la vieja Ermida de San Xil desde el Alto de Pedra Fincada. La ermita se encuentra al fondo del valle del Río San Xil y desciende unos 300 ms en apenas kilómetro y medio. Medimos nuestras fuerzas y decidimos visitarla. La ermita se encuentra en un lugar idílico rodeado de un bosque y con el agua del río como ruido de fondo. Fue rehabilitada en 2001 y la fiesta en honor del santo se celebre el 1 de septiembre.
De nuevo camino de Casaio llegamos a un cruce de caminos y tomamos el del centro que, tras una pronunciada pendiente, bordea una nueva mina de pizarra, cruza el Río Valborraz y remonta hasta el pueblo de Casaio pasando por el Barrio de Romiña.
Aunque la ruta en sí no está señalizada de forma homogénea, en el recorrido realizado encontramos frecuentes carteles de madera en los cruces, e hitos del GR "Macizo de Trevinca" entre la bajada del Paso do Seixo y la ermida de San Xil. Desde aquí no hay señales, pero el pueblo de Casaio se ve en el horizonte y no tiene pérdida.
Ha sido una jornada larga y exigente para nuestras piernas, pero a cambio hemos contemplado unas hermosas vistas de la vertiente norte del Macizo de Trevinca. De las minas a cielo abierto mejor ni hablar.
Waypoints
Intersection
3,541 ft
Cruce de caminos
Intersection
3,939 ft
Giro a la derecha
Postes de GR a lo largo del sendero
Mine
5,750 ft
Mina de La Cabrita
River
4,954 ft
Rego dos Valellos
Tree
4,771 ft
Roble gigante
River
2,978 ft
Río Valborraz
Intersection
4,748 ft
Sendero de Casaio
Tree
4,724 ft
Teixadal de Casaio
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