TATACOA - Xilópalos - Hotel Bethel - Pachingo - Rincón del Cabrito (S604)

Para hacer esta caminada por el Desierto de la Tatacoa contratamos en Villavieja, los servicios del guía Faiver Martínez, popularmente conocido como "Chopo", quien nos transportó en su "tuc tuc" denominado Chopotaxi, hasta el sitio de inicio del recorrido, en el lugar conocido como El Mirador de la Tatacoa. Villavieja está al norte de Neiva y aproximadamente a una hora por carretera. Anoto que el llamado Desierto de la Tatacoa en realidad es un territorio árido y no un desierto. Se dice que en extensión es el segundo lugar más árido de Colombia, después de la península de la Guajira. Está localizado en terrenos del municipio de Villavieja, en el departamento del Huila y al sur de Bogotá, entre las poblaciones de Natagaima y Neiva y al oriente del río Magdalena hasta la parte inferior de la cordillera oriental. La flora actual más sobresaliente de esta región, la constituyen cuatro variedades de cactus: el melocactus curvispinus que localmente lo llaman "almohada de suegras", el candelabro o cardón, el cactus arepo y el cactus cola de zorro. También se encuentra con facilidad la planta de nombre ortiga, la cual tiene en sus hojas unos pelos urticantes que en contacto con la piel liberan una sustancia que causa dolor y a en algunas personas inflamación. En la zona, compitiendo con la fauna propia del lugar, los habitantes crían grupos de cabras, camuros y ovejas de tierra caliente, para su consumo y para la venta. Existen aguas subterráneas, especialmente en la zona por donde caminamos, pero nos advirtieron que a los foráneos su consumo les hace daño porque contienen muchas sales. En la región también se encuentran pilares de material granular, especialmente areniscas, que se producen por la erosión que las aguas y el viento causan al terreno. A esto pilares algunos los denominan "estoraques", pero entiendo que los geólogos prefieren llamarlos "testigos", pues los mismos muestan el lugar y la altura en donde se encontraba primitivamente el suelo y si permanecen sin deteriorarse, es porque su parte superior es dura y resistente a la acción de las aguas lluvias. En algunos casos en la parte superior de estos pilares se encuentra un cactus, como elemento que también ofrece resistencia al deterioro producido por el agua. Se dice que la Tatacoa hace unos 13 millones de años era un bosque con abundante vegetación y fauna propias, que por cambios climáticos se volvió árido y que de las mismas se han encontrado fósiles en varios lugares, especialmente en uno denominado La Venta. Entre los fósiles de fauna encontrados figuran fragmentos de tortugas gigantes y de cocodrilos de 7 metros de longitud. El fósil más completo encontrado es el de un mamífero del grupo de los megaterios o perezosos gigantes, que fue trasladado por Ingeominas a Bogotá. En el parque del pueblo hicieron una representación de este mamífero que llegaba a pesar tres toneladas. La caminada la iniciamos en el sitio conocido como el Mirador de La Tatacoa a 544 metros sobre el nivel del mar y avanzamos hacia el norte y en descenso por el filo de una pequeña montaña. El lugar es conocido como el valle de los xilópalos, pues allí es fácil encontrar troncos de árboles petrificados denominados xilópalos. En realidad los xilópalos son madera fósil que conserva su estructura porque sus moléculas orgánicas han sido sustituidas por sílice que se ha dispuesto igual que aquéllas. A los 920 metros de nuestro recorrido y después de pasar el cauce seco de la quebrada La Tatacoa, llegamos a un lugar denominado La Cueva del Tiempo. El mismo se formó por la erosión que el agua hizo de la parte inferior de una roca plana y por tal circunstancia se formó una especie de cueva. Continuamos nuestro recorrido y al completar 1.2 km llegamos al inicio de dos canalones tallados por el agua en la roca, siendo el primero el "Paso de la Culebra" y el segundo "El paso de la Señorita". Ambas estructuras son dignas de ver y de las mismas salimos al completar 1.5 km y llegar nuevamente al cauce de la quebrada La Tatacoa. Continuamos en ascenso a la derecha y llegamos a la casa de la señora Ligia, en donde existe una tienda y además tienen un corral en donde pudimos observar varios chivos y camuros. Continuamos en ascenso hasta llegar a un planicie con escasa vegetación y allí el guía nos mostró los restos de lo que parece fue una habitación de los indígenas que habitaron el lugar en el pasado. Después, en descenso suave, llegamos nuevamente, a los 2.6 km de recorrido, al cauce de la quebrada Tatacoa. En dirección nor-occidente avanzamos unos 300 metros por el cauce seco de la Tatacoa y después continuamos hacia el occidente, en ascenso hasta llegar a una parte alta al completar 3.9 km de recorrido y tener una vista amplia del paisaje de la Tatacoa, en el sitio denominado La Loma de Las Brujas. Continuamos en descenso hacia un cauce de la quebrada Los Hoyos y después de recorrer algo de éste, continuamos en ascenso por la izquierda hasta llegar a la carretera de acceso al hotel Bethel, el cual es considerado como el más lujoso que existe en La Tatacoa. Al completar 7.1 km de recorrido llegamos al cauce de la quebrada Barcelosa y allí en guía nos aconsejó quitarnos los zapatos, pues el piso tiene afloramientos de agua que hacen que la arena que lo conforma pierda cohesión y al pisar el pie se hunde. Al completar 7.8 km de recorrido nos pusimos nuevamente los zapatos y continuamos hacia la izquierda o sea hacia el occidente y a los 8.5 km de nuestro recorrido llegamos a un sitio en donde prestan servicio de alojamiento en cabañas y carpas que tiene como nombre Pachingo. Continuamos hacia la izquierda por entre un pequeño bosque en donde el guía quería observar un mico que le mencionaron estaba residiendo en el lugar. Efectivamente logramos verlo y sorprende la forma como ese animal, que está solo, llegó al lugar. Continuamos hacia el occidente, pasamos la quebrada Pachingo y al completar 10.7 km de recorrido estábamos en la carretera de la Tatacoa, por donde ingresamos en la mañana. Continuamos por la carretera a la derecha y al completar 11.5 km llegamos al restaurante El Rincón del Cabrito, a 470 metros sobre el nivel del mar. Participamos cuatro personas: Serafín Rueda , dos turistas extranjeros, una suiza y un chino y nuestro guía Faiver