(Tacaná) Chiquihuites al crater del volcán Tacaná

Esta expedición la hicimos desde el lado mexicano, partiendo de la comunidad de Chiquihuites, a escasos kilómetros de Talquián.

Allí en Chiquihuites es posible dormir la noche antes en un parador, que además ofrece comidas, y arrancar temprano a la mañana siguiente. También es posible arreglar con algún porteador para llevar en mula el equipo de acampada, pues la subida es bastante difícil y entre menos peso mejor. Se puede acampar en varios puntos de la subida, ya sea en la Cueva del Oso (no hay ningún oso) o más arribita del Bosque Encantado (que ahora está más bien talado, pues sufrió una plaga).

Lo ideal es coronar en horas de la mañana ya que después de medio día las nubes comienzan a cubrir la cumbre, los vientos se hacen más intensos, y si llueve no debe ser tan agradable estar por allá (y si además hace frío pues es peor).

En la temporada de ascensos, de diciembre a febrero, y en semana santa, es probable que haya ventas de comida y bebidas durante el ascenso.. pero mejor no confiarse y llevar suficientes provisiones. Papales sería el último punto donde se puede recargar agua. También hay un refugio allí, y antes en Linda Vista.

Si uno tiene tiempo, se puede hacer un circuito, subiendo por Chiquihuites al cráter, y descender por el lado guatemalteco hacia Trigales y salir por Talquián. Ambas localidades quedan relativamente cerca, por si uno tuviera vehículo; sólo que se necesitarían al menos dos noches de acampar o parar en refugios -con la consecuente logística-.

Sea como sea, es una montaña mágica y poderosa... las vistas son espectaculares y los cambios de paisajes y ecosistemas (selva, bosque nuboso y páramo) no tienen parangón. Durante todo el ascenso el volcán Tajumulco (casi 200m más alto) va acompañando la expedición.

Vale la pena quedar con las piernas adoloridas unos días después.