ÁVILA. SUBIDA AL POZO DE LA NIEVE Y RUTA DEL CASTAÑAR
near Navahondilla, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Llegamos a El Tiemblo continuamos hasta la gasolinera y a nivel del supermercado DÍA giramos a la derecha para subir por una calle hasta encontrar la caseta del control. en donde hay que pagar los fines de semana. Allí pagamos 6 euros por el coche y 2 por cada persona que vaya en el coche
Subimos por una pista asfaltada en sus 2 primeros Kilómetros para luego continuar otros 6 Kilómetros por una pista en mal estado que nos lleva al aparcamiento del área del Regajo
A unos metros del aparcamiento se encuentran unos paneles informativos que conviene echarlos un vistazo. Nosotros hablamos con un guarda de la Reserva Natural del Valle Iruelas que nos dio una buena información de todas las rutas que se podían hacer por la zona.
Enseguida giramos a nuestra derecha pora cruzar un pequeño puente sobre el arroyo del Castañar.
Nos adentramos en un bonito bosque de castaños. El otoño está muy avanzado porque estamos a últimos de noviembre y el camino es una alfombra de colores de anaranjados y marrones rodeados de castaños jóvenes y espigados completamente desnudos.
Dejando a la derecha una vaguada con rosales silvestres y avellanos llegamos a la Fuente de los Cazueleros que está seca.
Tras una suave subida llegamos a una explanada donde el bosque se abre y llegamos al Refugio Majalavilla.
El Refugio Majalavilla es pequeño y de granito y con una chimenea en la parte posterior. Nosotros rodeamos el refugio, pero una vez que entras en él por la pequeña puerta nos encontramos que sus paredes están pintadas por unos gafitis muy bonitos y de gran colorido
Aquí leemos los paneles informativos sobre el “Abuelo” y otros castaños monumentales y de los animales que habitan este lugar
El Abuelo como se le conoce cariñosamente es la atracción principal del Castañar de El Tiemblo. Tiene una edad estimada de 500 años, un diámetro de copa de 15 metros, una altura de 19 metros y 21 metros de perímetro medido con todos sus troncos.
Cuando le dimos la vuelta nos llamó la atención las figuras que forman su corteza rugosa para que cada cual imagine lo que más le guste.
El tronco esta hueco y calcinado y según los más viejos del lugar su hueco es capaz de dar cobijo a todo un rebaño de cabras.
El castaño con varios hijos jóvenes que arrancan en sus laterales, está rodeado de una valla que lo protege
Regresamos al sendero para continuar entre castaños oyendo el sonido del agua de la garganta de la Yedra y disfrutando de este bonito colorido de final de otoño hasta llegar a un puente de madera sobre la Garganta de la Yedra.
Lo cruzamos y seguimos el sendero en suave ascenso, entre robles cuyas hojas dan al camino una tonalidad marrón mezclada con verdes de algún pino que se encuentra por el camino hasta llegar al área recreativa las Barracas.
Allí nos encontramos con un rebaño de cabras, y nos paramos hablar un ratillo con el cabrero Miguel sobre la vida que lleva por estos parajes durante todo el año e informándonos de las rutas que se `podían realizar por esta zona
Desde aquí sale un PR-AV21que nos lleva al Puerto de Casillas y al el Pozo de las Nieves.
Seguimos por un estrecho sendero ascendente donde vemos dos grandes castaños centenarios, mezclados con los robles. Pasamos por unos campos secos de helechos de un gran colorido marrón para llegar a unos corrales en cuya entrada hay una fuente llamada la Portera, según nos dijo un ciclista que encontramos allí y que era de la zona. A esos corrales se les conoce como El Ricazo en cuyo interior se encuentra la Fuente la Vaqueriza.
Desde aquí continuamos y enseguida llegamos al Portacho del Pozo a 1456 metros de altura. Podemos ver a la derecha el Cerro de la Encinillla(1597m) y a la izquierda el Alto del Mirlo(1768m)
Nos dicen que el pico que queda más a la derecha es el Travies que mucha gente dice que es el Mirlo, pero que este está más a la derecha, a la izquierda del Cerro de la Encinilla
Pronto llegamos a un extenso prado donde se puede observar ganado vacuno y caballar y el Pozo de la Nieve
El Pozo de la Nieve es un lugar restaurado, bonito de ver y sobre todo muy interesante. Aquí dejo el texto explicativo de los paneles que están en la puerta.
Paneles explicativos del Pozo de la Nieve:
UN POCO DE HISTORIA
“El pueblo árabe comenzó a construir pozos de la nieve alrededor del año 1100. En el s. XVIII ya se realizaron en las montañas, a más de 1.000 m, de altitud, donde la nieve era abundante. El mejor terreno era el centro de las grandes praderas en la ladera, lo que permitía rodar las bolas de nieve hacía el pozo. Su finalidad era acumular nieve en la época invernal y conservarla para el verano”
EXPLOTACIÓN DE EL POZO DE NIEVE
“Como cualquier otra actividad, la explotación de los pozos de la nieve tenía su regulación, ya en época de Felipe II se estableció un impuesto de dos maravedíes por cada libra de nieve y hielo que se consumiera. En 1607, mediante una Cédula Real, el Rey Felipe IV da licencia a Pablo Xerquies para la creación y explotación de pozos de nieve y hielo. Como curiosidad, por los vales de compra fechados en el año 1906 se sabe que el propietario de este pozo, entonces Don Manuel Martín Delgado, cobraba a tres reales la arroba de nieve”
CONSTRUCCIÓN DE EL POZO DE NIEVE
“Para construirlos se excavaba en el terreno un hueco de cuatro a seis metros de ancho y de seis a diez metros de profundidad, realizándose la pared con bloques de piedra de granito. Para permitir el descenso a su interior se formaba una escalera con bloques sobresalientes de la pared o se construía una manual de madera. Alrededor de los pozos se construían refugios que servían entre otras cosas para evitar el calor del sol, ya que se trataba de mantener el hielo y la nieve durante el mayor tiempo posible. También utilizaban como cobijo para los que allí trabajaban. En el fondo del pozo poseían un desagüe con una salida subterránea para evitar la humedad, ya que la nieve no apoyaba sobre la tierra, si no cámara confeccionada con pequeños troncos para la filtración del goteo al deshacerse”
ALMACENAMIENTO
“La nieve se introducía en grandes bolas que se hacían caer al interior, donde se prensaban por la caída. Para lograr que la masa de nieve aguantara el mayor tiempo posible se empleaba paja, helechos, retamas y arbustos de la zona cada metro o metro y medio de nieve. Una vez lleno se cubría todo de nuevo con restos vegetales para aislarlo. En el verano la nieve en pequeños bloques metidos en serones se transportaba con caballerías a los pueblos cercanos, viajando siempre por la noche. La nieve helada se vendía por encargo a bares, tabernas, posadas, etc.”
“Este pozo de nieve situado en el paraje denominado las Praderas del Pozo, utilizado hasta principios del siglo XX, se encuentra en la Reserva Natural del Valle de Iruelas”
“A lo largo de 1998 ha sido restaurado por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Ávila de la Junta de Castilla y León, con el fin de dar a conocer este interesante legado cultural. ¡su cuidado corresponde a todos, respeta el lugar y su entorno!”
Después de ver el Pozo de la Nieve nos dirigimos a reponer fuerzas a su parte posterior para ver unas impresionantes vistas del Valle de Iruelas
Pensábamos acércanos hasta el puerto de Casillas, pero como estuvimos mucho tiempo disfrutando del paisaje que teníamos delante de nuestros ojos, decidimos quedarnos allí y dejamos esa ruta para subir al Travies (conocido como Mirlo, sin serlo) para otro día.
Aunque regresamos por el mismo camino que habíamos venido el espectáculo de colores del que podemos disfrutar parecía totalmente distinto debido al cambio de luz
Llegamos al puente de madera sobre la Garganta de la Yedra que y giramos a la derecha para finalizar la Senda circular del Castañar.
Continuamos por el camino paralelos al arroyo de la garganta de la Yedra con alisos que serpentean el arroyo. Llegamos por el camino a una puerta metálica con dos castaños uno a cada lado donde pone “Prohibido el Paso. Finca Particular”
Nos damos la vuelta para llegar a una explanada denominada Praderas de Garrido de donde sale un camino en este caso a nuestra derecha, pero que anteriormente habíamos dejado a nuestra izquierda.
Atravesamos un pequeño Rebollar y llegamos a un paraje conocido como “Castallar del Resecadal” donde podemos apreciar castaños de gran tamaño que parecen acompañarnos hasta llegar al “Castaño de Codao”
Este árbol nos muestra un aspecto muy característico de los castaños: su viejo tronco central ya muerto, pero del que surgen rodeándole múltiples rebrotes en “corona” sus vástagos creciendo con vigorosa fuerza
Descendemos por una pendiente en donde el camino se hace más sinuoso y el bosque aparece salpicado de rocas para salir a la bifurcación desde donde, tomando el camino a la derecha, regresamos al área del Regajo
Ruta muy bonita donde se puede combinar fácilmente un paseo por el Castañar y la subida al Pozo de la Nieve.
Es fundamental realizarla en el otoño donde el subsuelo está cubierto de una alfombra de hojas y el color es el protagonista de la ruta, con sus tonos rojizos y naranjas, hacen del paisaje un deleite para nuestra vista, muy por encima de lo que nos podríamos imaginar.
(VER FOTOS)
¡QUE DISFRUTÉIS!!!
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Subimos por una pista asfaltada en sus 2 primeros Kilómetros para luego continuar otros 6 Kilómetros por una pista en mal estado que nos lleva al aparcamiento del área del Regajo
A unos metros del aparcamiento se encuentran unos paneles informativos que conviene echarlos un vistazo. Nosotros hablamos con un guarda de la Reserva Natural del Valle Iruelas que nos dio una buena información de todas las rutas que se podían hacer por la zona.
Enseguida giramos a nuestra derecha pora cruzar un pequeño puente sobre el arroyo del Castañar.
Nos adentramos en un bonito bosque de castaños. El otoño está muy avanzado porque estamos a últimos de noviembre y el camino es una alfombra de colores de anaranjados y marrones rodeados de castaños jóvenes y espigados completamente desnudos.
Dejando a la derecha una vaguada con rosales silvestres y avellanos llegamos a la Fuente de los Cazueleros que está seca.
Tras una suave subida llegamos a una explanada donde el bosque se abre y llegamos al Refugio Majalavilla.
El Refugio Majalavilla es pequeño y de granito y con una chimenea en la parte posterior. Nosotros rodeamos el refugio, pero una vez que entras en él por la pequeña puerta nos encontramos que sus paredes están pintadas por unos gafitis muy bonitos y de gran colorido
Aquí leemos los paneles informativos sobre el “Abuelo” y otros castaños monumentales y de los animales que habitan este lugar
El Abuelo como se le conoce cariñosamente es la atracción principal del Castañar de El Tiemblo. Tiene una edad estimada de 500 años, un diámetro de copa de 15 metros, una altura de 19 metros y 21 metros de perímetro medido con todos sus troncos.
Cuando le dimos la vuelta nos llamó la atención las figuras que forman su corteza rugosa para que cada cual imagine lo que más le guste.
El tronco esta hueco y calcinado y según los más viejos del lugar su hueco es capaz de dar cobijo a todo un rebaño de cabras.
El castaño con varios hijos jóvenes que arrancan en sus laterales, está rodeado de una valla que lo protege
Regresamos al sendero para continuar entre castaños oyendo el sonido del agua de la garganta de la Yedra y disfrutando de este bonito colorido de final de otoño hasta llegar a un puente de madera sobre la Garganta de la Yedra.
Lo cruzamos y seguimos el sendero en suave ascenso, entre robles cuyas hojas dan al camino una tonalidad marrón mezclada con verdes de algún pino que se encuentra por el camino hasta llegar al área recreativa las Barracas.
Allí nos encontramos con un rebaño de cabras, y nos paramos hablar un ratillo con el cabrero Miguel sobre la vida que lleva por estos parajes durante todo el año e informándonos de las rutas que se `podían realizar por esta zona
Desde aquí sale un PR-AV21que nos lleva al Puerto de Casillas y al el Pozo de las Nieves.
Seguimos por un estrecho sendero ascendente donde vemos dos grandes castaños centenarios, mezclados con los robles. Pasamos por unos campos secos de helechos de un gran colorido marrón para llegar a unos corrales en cuya entrada hay una fuente llamada la Portera, según nos dijo un ciclista que encontramos allí y que era de la zona. A esos corrales se les conoce como El Ricazo en cuyo interior se encuentra la Fuente la Vaqueriza.
Desde aquí continuamos y enseguida llegamos al Portacho del Pozo a 1456 metros de altura. Podemos ver a la derecha el Cerro de la Encinillla(1597m) y a la izquierda el Alto del Mirlo(1768m)
Nos dicen que el pico que queda más a la derecha es el Travies que mucha gente dice que es el Mirlo, pero que este está más a la derecha, a la izquierda del Cerro de la Encinilla
Pronto llegamos a un extenso prado donde se puede observar ganado vacuno y caballar y el Pozo de la Nieve
El Pozo de la Nieve es un lugar restaurado, bonito de ver y sobre todo muy interesante. Aquí dejo el texto explicativo de los paneles que están en la puerta.
Paneles explicativos del Pozo de la Nieve:
UN POCO DE HISTORIA
“El pueblo árabe comenzó a construir pozos de la nieve alrededor del año 1100. En el s. XVIII ya se realizaron en las montañas, a más de 1.000 m, de altitud, donde la nieve era abundante. El mejor terreno era el centro de las grandes praderas en la ladera, lo que permitía rodar las bolas de nieve hacía el pozo. Su finalidad era acumular nieve en la época invernal y conservarla para el verano”
EXPLOTACIÓN DE EL POZO DE NIEVE
“Como cualquier otra actividad, la explotación de los pozos de la nieve tenía su regulación, ya en época de Felipe II se estableció un impuesto de dos maravedíes por cada libra de nieve y hielo que se consumiera. En 1607, mediante una Cédula Real, el Rey Felipe IV da licencia a Pablo Xerquies para la creación y explotación de pozos de nieve y hielo. Como curiosidad, por los vales de compra fechados en el año 1906 se sabe que el propietario de este pozo, entonces Don Manuel Martín Delgado, cobraba a tres reales la arroba de nieve”
CONSTRUCCIÓN DE EL POZO DE NIEVE
“Para construirlos se excavaba en el terreno un hueco de cuatro a seis metros de ancho y de seis a diez metros de profundidad, realizándose la pared con bloques de piedra de granito. Para permitir el descenso a su interior se formaba una escalera con bloques sobresalientes de la pared o se construía una manual de madera. Alrededor de los pozos se construían refugios que servían entre otras cosas para evitar el calor del sol, ya que se trataba de mantener el hielo y la nieve durante el mayor tiempo posible. También utilizaban como cobijo para los que allí trabajaban. En el fondo del pozo poseían un desagüe con una salida subterránea para evitar la humedad, ya que la nieve no apoyaba sobre la tierra, si no cámara confeccionada con pequeños troncos para la filtración del goteo al deshacerse”
ALMACENAMIENTO
“La nieve se introducía en grandes bolas que se hacían caer al interior, donde se prensaban por la caída. Para lograr que la masa de nieve aguantara el mayor tiempo posible se empleaba paja, helechos, retamas y arbustos de la zona cada metro o metro y medio de nieve. Una vez lleno se cubría todo de nuevo con restos vegetales para aislarlo. En el verano la nieve en pequeños bloques metidos en serones se transportaba con caballerías a los pueblos cercanos, viajando siempre por la noche. La nieve helada se vendía por encargo a bares, tabernas, posadas, etc.”
“Este pozo de nieve situado en el paraje denominado las Praderas del Pozo, utilizado hasta principios del siglo XX, se encuentra en la Reserva Natural del Valle de Iruelas”
“A lo largo de 1998 ha sido restaurado por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Ávila de la Junta de Castilla y León, con el fin de dar a conocer este interesante legado cultural. ¡su cuidado corresponde a todos, respeta el lugar y su entorno!”
Después de ver el Pozo de la Nieve nos dirigimos a reponer fuerzas a su parte posterior para ver unas impresionantes vistas del Valle de Iruelas
Pensábamos acércanos hasta el puerto de Casillas, pero como estuvimos mucho tiempo disfrutando del paisaje que teníamos delante de nuestros ojos, decidimos quedarnos allí y dejamos esa ruta para subir al Travies (conocido como Mirlo, sin serlo) para otro día.
Aunque regresamos por el mismo camino que habíamos venido el espectáculo de colores del que podemos disfrutar parecía totalmente distinto debido al cambio de luz
Llegamos al puente de madera sobre la Garganta de la Yedra que y giramos a la derecha para finalizar la Senda circular del Castañar.
Continuamos por el camino paralelos al arroyo de la garganta de la Yedra con alisos que serpentean el arroyo. Llegamos por el camino a una puerta metálica con dos castaños uno a cada lado donde pone “Prohibido el Paso. Finca Particular”
Nos damos la vuelta para llegar a una explanada denominada Praderas de Garrido de donde sale un camino en este caso a nuestra derecha, pero que anteriormente habíamos dejado a nuestra izquierda.
Atravesamos un pequeño Rebollar y llegamos a un paraje conocido como “Castallar del Resecadal” donde podemos apreciar castaños de gran tamaño que parecen acompañarnos hasta llegar al “Castaño de Codao”
Este árbol nos muestra un aspecto muy característico de los castaños: su viejo tronco central ya muerto, pero del que surgen rodeándole múltiples rebrotes en “corona” sus vástagos creciendo con vigorosa fuerza
Descendemos por una pendiente en donde el camino se hace más sinuoso y el bosque aparece salpicado de rocas para salir a la bifurcación desde donde, tomando el camino a la derecha, regresamos al área del Regajo
Ruta muy bonita donde se puede combinar fácilmente un paseo por el Castañar y la subida al Pozo de la Nieve.
Es fundamental realizarla en el otoño donde el subsuelo está cubierto de una alfombra de hojas y el color es el protagonista de la ruta, con sus tonos rojizos y naranjas, hacen del paisaje un deleite para nuestra vista, muy por encima de lo que nos podríamos imaginar.
(VER FOTOS)
¡QUE DISFRUTÉIS!!!
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